Son los nuestros
El entrenador de fama mundial avisaba algo que era tan
evidente que se hacían innecesarias las palabras, solo que, tal como en la
actualidad, existen quienes tienen dificultad para discernir el error del
acierto, por lo que sigue teniéndose que recordar que los coloraos son los nuestros. Ni
que decir tiene que nada tiene que ver esto con el futbol. Es la moraleja.
Mi pariente, no consanguíneo, es uno de los nuestros, aunque
sea verde. Es algo que en esta ciudad sucede, tal que fuera lo normal. Solo que
el otro día no atinaba a comprender que siendo desde hace muchos años, uno de
los nuestros, pudiera ponerse del otro lado, sitio del que por cierto nunca le
ha dado nada, ni a mí tampoco. Nadie te da nada.
Razón de más si nunca les pedí nada, en lo personal, ni en
lo general, pues alguna vez solicité se
cumplieran exigencias del derecho ciudadano, pero ni caso.
Esto de la puerta ha
sido mas que suficiente para saber que ni son coloraos, ni son de los nuestros,
y lo mismo ni son responsables, y desde luego tampoco son lo que mi pariente
piensa que son. Ni yo tampoco.
Ni que decir tiene que la puerta en lo de la Encarnación , es algo
que tendrán que instalar, pero mi pariente dice que el ha visto aquello, y como
fue en tiempo profesional de la edificación, con participación en mil concursos
con ellos y con los otros, sabe, mas intuye, que no se llevara nunca la instalación
de la puerta.
Duele que sea precisamente un colorao, uno de los nuestros,
el que no se intereses por el golpe que supone aquello, y encima en lugar de “pisadlo”,
lleva mi “réflex” al contrario, para que luego diga que la falta es nuestra, y que
la razón esta en los otros. En los que olvidan Leyes, normas y reglamentos.
O sea que la Ley
de Accesibilidad según mi pariente es un mojón que se lee hito, para que en
este hito, léase mojón, puedan saltarse a la toreara no solo la Ley , si no el propio
Reglamento de mercado. Y me dice que, en efecto.
No le podría dar nunca la razón, pero el como coloraos, y
siendo uno de los nuestros, debería de pensar que en el otro lado no dan nada,
y encima los cambian, mientras nosotros permaneceremos y resistiremos con toda
la razón, hasta que ellos, ya sean estos o otros, lleven a cabo la instalación
de la puerta, pues ya me gustaría saber por que las responsabilidades se niegan
a ponerla, aunque solo fuera para cumplir con la Ley , igual que causa tiene mi pariente siendo uno de los nuestros,
que mantiene una opinión concordante con la absurda opinión de los responsable públicos,
que ni se sabe que les mueve a querer a toda costa estar equivocado. Dura Lex. Puro barro.
Sevilla a 23 de Diciembre de 2013
Francisco Rodríguez Estevez
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