Se hace largo el día de Navidad quedándose en casa teniendo otros planes, el caso
es que no estuvo lo apacible que invitara a salir.
Las previsiones después de la estupenda cena familiar eran otras, pues la lluvia y el viento reinante cambiaron todos los planes.
Las previsiones después de la estupenda cena familiar eran otras, pues la lluvia y el viento reinante cambiaron todos los planes.
En principio, de haber amanecido esta mañana de Navidad con
mejor tiempo, ni lo hubiera dudado para ir cuando menos a probar mi viejo coche,
al que le detecte un extraño sonido cuando regresaba el pasado domingo del
campo.
Lo inclemente y desapacible de la mañana me hizo desistir
cualquier intento de hacer pruebas, mas, temiendo de una posible avería, y ni
pensar que pueda ser importante. Por todo he decidido que lo mejor es dejarlo
en el aparcamiento, y en cuanto pueda lo llevaré directamente al taller.
El caso es que, para aprovechar el día, se lo he dedicado
por completo al ordenador, empezando por la “reparación a distancia” que mi
buen amigo Basilio hace posible eliminando todas las cosas que se me instalan,
por eso de no leer la letra pequeña, cuando busco poder visualizar algún evento
deportivo de carácter gratuito.
Algo le ocurre a mi
ordenador, cuando las fotos que coloco para ilustrar el blog, y trato de enviar esta página a través de los
correos, pues, en ocasiones, estas fotos no les llega a los destinatarios. Mi amigo obra el milagro, es un magnifico
profesional en la parte tecnológica, pues muestras sobrados conocimientos para
reparar los desaguisados que causa mi ignorancia en software.
El correo de hoy me hace leer un gran número de felicitaciones
expresándome sus deseos para estas fiestas de Navidad y el nuevo año para mi
felicidad, y en su mayoría añadiendo la solidaridad para lograr que se instale la
puerta que demando para lo de la Encarnación.
Se que lo escriben por considerarlo justo.
Evidentemente son palabras escritas que confortan en la intención,
pero siendo también mi deseo, lo mas lógico seria hacerle llegar los suyos,
ahora compartidos, a las responsabilidades, que son aquellas que tienen la capacidad
de ordenar la instalación de la puerta que se hace necesaria para cumplir con la Ley , y que hasta el momento
nos deja sin palabras.
Siendo Navidad, expresaré con esta todos los deseos que me
han llegado de cuantos han podido comprobar lo que llevo verificando desde el
primer día, y cabe imaginar, que siendo mensaje de Navidad, una vez enviado, quepa
la posibilidad de que llegue una
respuesta que abra la luz a la cerrazón existente, para que permita entrar la ilusión,
y aquello de la
Encarnacion algún día tenga el sentido que le falta, como le
falta la puerta.
Sevilla a 25 de Diciembre de 2013
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