El cambio
Solo cuando aparece con la virgulilla
el cono recobra su verdadero sentido. Es algo tan fundamental que, por su
simpleza, lo que en efecto produce es el autentico cambio. Triangulo negro, círculo mágico,
barra de equilibrio. De sorpresa seria que al año se la quitaran, pues lo mismo seria decir que si recto, que si cloaca.
En el consistorio apareció la mayoría, como punto sobre las
ies, para que aquello pudiera entenderse.
Roto el circulo rojo, y perdido el equilibrio al quedar el par en ángulo del córner, el triangulo del soporte anterior, solo siendo dos ya no son tres, por lo que todo las hacia prometer felices, y con el cambio, empezaríamos a entender lo del cono.
Roto el circulo rojo, y perdido el equilibrio al quedar el par en ángulo del córner, el triangulo del soporte anterior, solo siendo dos ya no son tres, por lo que todo las hacia prometer felices, y con el cambio, empezaríamos a entender lo del cono.
Con la mitad de las alforjas del tiempo gastadas, lo de la
puerta parece estar mas enconada que nunca, pues por el momento no tenemos a
nadie dispuesto a ponerle la virgulilla, a este cono, para que por la puerta se
entre y se salga, así de fácil, y recobraría sentido que lo de la Encarnación fue,
siendo imposible, algo que se permitió hacer, y ahí lo tenemos, pero lo de las
puertas del laberíntico mercado, es que no tiene perdón de Dios.
En el tiempo rosa, cuando el mimo, pues no hubo el menor
contratiempo en aplicarle cuatro millones de euros con destino al equipamiento
de la plaza de municipal de abastos que, como es comprobable, incumple el
reglamento de mercados en vigor.
Ni me paro a contar cuantas personas debieron de advertir que
la colocación de las puertas, por absurdas, se realizaron sin tener un estudio
previo sobre la optimización del recorrido posible, y por ello, un mejor
despliegue circulatorio para los clientes con beneficios generales para el
mercado y para los placeros.
Acaso en el gabinete del berlinés, mojón aparte (léase hito), no creo que les
preocupara. Tal vez, por el desconocido número de técnicos, funcionarios y políticos
existentes en Urbanismo, ninguno hubo encargado de la supervisión que no realizó la gerencia. Quizás los de Consumo. Me cuesta pensar en la
dejadez aplicada de la oficina de la directora de la energía, concejala en
aquel tiempo y con movilidad reducida, que bien pudo haber “caído” en la cuenta
de la Ley de Accesibilidad.
¿Pero donde me dejan a la oposición?. ¿Y
los socios de gobierno? ¡Ay, Alameda!
Nada más fácil que colocar una puerta en la travesía central,
para que todo pueda cambiar, y el cono recobre su sentido, será pues como una
virgulilla que se deja ver, para que la puerta actúe en beneficio de la plaza
municipal de abastos.
El caso es que se acabó el tiempo del mimo a los pobrecitos
placeros, ya no obtendrán más beneficios por sus silencios, pues ahora parece que no se
tiene nada que decir.
Ya pueden cortar las calles, quitar los autobuses y encontrar
métodos de persuasión para alejar a los clientes, y los placeros continuaran
callados. Eso puede que sea el cambio, antes los representantes iban a la
consulta del doctor y siempre obtenían algo para mejorar, en cambio el juez con
seguridad trata de aplicar la Ley
de Accesibilidad, y eso con a estas alturas no seria una vírgula, pues abrir la
puerta tendría la consideración de virguería. Cambio, Change, Exchange , Wechsel,
es posible que con las transmisión llevada
a cabo por participación ciudadana, lo mismo que se instala la puerta, se puede
ir mejorando otras “cositas” que nos haga exclamar a todos un cono con toda su
virgulilla en lo alto. Entonces notaremos el cambio.
Sevilla a 18 de Diciembre de 2013
Francisco Rodríguez Estévez
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