Siempre digo que en
esto de la Encarnación
ya no cabe la broma. Con la broma, no se juega. Pero aceptamos guasa, solo si
la broma, en este caso, no es alimento. No quiero ni pensar que se tome a
broma, es decir a guasa, algo tan serio como debería de ser para las
responsabilidades lo que hicieron en lo de la Encarnación. Ni
que decir que a mas que serio, me parece grave, con guasa o sin ella, ya que la
“broma” puede significar jugar con algo que nos puede ayudar a seguir comiendo,
y con las cosas de comer no se juega.
Mañana, día de inocentes, se toma a chusma, el recuerdo del
asesinato de miles de niños por un capricho real, que no digo que no fuera un
hecho real, que ahí están los textos y la Iglesia para confirmarlo, pero desde luego aquello
no pudo ser una broma, ni de coña. Aquello tuvo que ser como consecuencia del temor al fracaso del poder, que acaso pretendía
perpetuarse. Es una máxima del sillón, que ni de broma permitiría tener
rivales.
El temor en los setentas, desde luego no es el gatillazo,
pues todo lo más se tratará de un impasse a la espera de mejor ocasión. La
broma seria que el hinsurto encanado, fuera guasa, pudiera abrir la puerta, entonces
lo de la Encarnación
que tantos inocentes lleva pasado, pasaría de misterio a milagro.
Mucho me temo que mañana me aparezcan algún que otro correo dándome
noticias de lo de la puerta, pura guasa, que como broma no digo que me parezca
bien, pero como cabe la posibilidad de que ocurra, Dios quiera que no se le pase
ni por la imaginación ,ni de broma, ni de guasa, ni de coña, a ninguna de las
posibles responsabilidades, pues entonces será posible entender que mas que
broma, (que como sabéis siendo cosa de comer no se puede jugar con ella) debe
de ser que han recapacitado, y en la reflexión
de los inocentes, dándose cuenta del fracaso que supone no haber cumplido ni
con la Ley , ni
con la palabra dada, algo pudo suceder, y
lo mismo, les llegó el ataque súbito de la famosa kakorrhaphiofobia del poder.
Acaso las dudas aparecieron con la lectura de la Ley , o las palabras, tenemos
que ver, que lo mismo que el mimo, puede que le hayan hecho reflexionar y en
ese caso se dispongan a colocar de momento la puerta automática, pero lo que
son las cosas, que digo yo, que pueden espera para cuando pasen los Reyes, y así
me sirve la carta que llevo enviando año tras años y además, hace mas ilusión
que no te avisen un día donde los niños no recibieron regalos sino que les
cortaron la yugular, sencillamente por que al poder le vino en gana.
Ni que decir tiene que como todo hijo de vecino, cualquiera
puede tener sus mijita temor al fracaso, lo que hace que de inmediato, dentro
de la normalidad generalizada, aparezca el intento de superarlo, pero malo es si
pasan dos años, como lo de la puerta de lo de la Encarnación , y se
permanece en ese limbo continuado, matando inocentes, en los mayores deseos de
perpetuarse, por lo que cabe la posibilidad de que, en continua kakorrhaphiofobia,
lo único que cabe es abrir la puerta, pues ni de broma, ni de guasa, ni de
coña, no hay otra. Mañana será otro día, lo mismo todo cambia..................
y se pueden abrir puerta a la esperanza de vida a miles de inocentes..
Sevilla a 27 de Diciembre de 2013
Francisco Rodríguez Estévez
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