martes, 17 de diciembre de 2013

Transmitir

 

Uno de los patrocinadores tuvo a bien invitarme a un evento con ágape, en lo alto de las setas.  Total coger el ascensor. Me dirigía hacia la nube, que así la llamó el autor que olvidó las fotovoltaicas, y por coincidencia me topé de frente con el ilustrísimo edil, que por cierto tuve la sensación de que intentaba en vano pasar desapercibido.
 El saludo fue de cortesía, pues según dijo tenia cierta bulla dado que en la desorientación y la prisa, se le hacia tarde tratando de encontrar la puerta, pues todo parecía indicar que la entrada que buscaba seria imposible que la hallara, por cierto resultó que íbamos para el mismo lugar, y tuvo que ser, para su suerte, escucharme directamente lo que ya sabe sobre la puerta durante todo el recorrido, hasta el lugar del ágape con discursos.

En el trayecto me comunica que el no puede hacer nada al respecto sobre la puerta, salvo transmitir. Imagino que debe de ser al director de accesibilidad, pues este precisado de utilizar medios mecánicos para sus desplazamientos seguro que conoce esta Ley, igual le debe de ocurrir al Sr. Alcalde, al menos por su ejercicio en la judicatura, la Ley es la Ley, y pongamos al Delegado de mercados, Licenciado en Derecho,  y a la Delegada de Distrito Casco Antiguo. Esta transmisión de que la Ley se incumple en lo de la Encarnación no puede, o no debe, a partir de esta transmisión, caer en la papelera.

Ya me gustaría que pudieran hacer muchas cosas en la parte municipalizada de lo de la Encarnación, aparte de lo de la puerta. Ahora, una vez que el edil de viva voz me dice que solo puede transmitir, espero que sea en la frecuencia acertada, y comenzando por la puerta, cabe esperar que empezaremos a ver. Ya no me vale aquella frase dicha hace para dos años, “lo de la puerta tenemos que verlo”, en un tono casi de afirmación que abría las expectativas para instalar de inmediato la puerta. Y, ya ven.

Tras la entrega de premios, la persona que me invitó al acto gastronomico pues la cosa iba de “tapas” me ofrece un espumoso de uva palomino criadas en la Luciferi Fanum, Templo de la Luz Dudosa, pero que no cabe ninguna duda cuando se paladea mirando las sonrisas de dos lindas azafatas ataviadas a “la vaquera”, en compañía de los amigos de la firma Barbadillo, y admirando la belleza de Esther Corzo, del departamento de promociones, que ha quedado en estar presente para la inauguración de la puerta.

Esto que os transmito, tal como espero que el edil de participación os lo haga llegar, es la consecuencia de haberse permitido realizar un espacio en contrato municipalizado, que no fue supervisado en el momento de su realización y por esto nos encontramos, puertas caprichosamente instaladas, calles que tienen tres, y calles sin puertas, lo cual hace que, aunque aparece de inmediato la desigualdad,  sea el publico quien a diario sufre la pasividad que desde las responsabilidades se aprecia. ¡Donde está, la puerta?

Mañana es tiempo de Esperanza, lo mismo me llama el Delegado y en esta ocasión no me anula la noticia de colocar una puerta, como hizo la ultima vez.

Sevilla a 17 de diciembre de 2013

Francisco Rodríguez Estévez