lunes, 20 de septiembre de 2010

¿Y cuando se acaba?

Pocos días

Decir pocos días es como no decir nada. La gente pregunta y pregunta cuando es el traslado, cundo se cambian ustedes, cuando se inaugura aquello, y no hay respuesta. Mas siendo desconocida por el momento la fecha cierta, apenas se puede contestar con aquello de ya falta menos, en pocos días, o cuando se acabe.
Es en esta última respuesta, siendo la más acertada, en la que es, la misma gente que pregunta, la que encuentra la verdadera respuesta. “Ojú”.
Les basta con solo ver aquello, todo lleno de tubos, para calcular lo que hay hecho, chispa mas o menos, y llevan desde principio de verano, y lo que no hay, que, con el “ojo de buen cubero” aproximan la fecha de terminación, se diría que con bastante acierto, teniendo en cuenta que los días de lluvias no se trabaja, y que tiene que llover, que tiene que llover, a cantaros.
Cierto es que hay quienes quieren pasar las Navidades en lo nuevo, pero lo mas probable sea que no esté aquello terminado, en cuyo caso, lo suyo seria esperar cuando menos a la Semana Santa. De nunca fueron buenos los meses de rebajas para iniciar negocios.
En esta ruleta de pros y contras, todos juegan. Si se dispusiera abrir aquello con una pre-inauguracion de “pacotilla”, con todos los tubos y las maderas por lo alto, y sin contar con los apoyos de la sinergia comercial de los locales, y sin que esté terminado el museo, generador de riquezas, los vendedores del mercado provisional dispondrían cuando menos de seis a ocho semanas, para la adaptación de aquello a sus usos y costumbre, pero de forma especial a sus costos y los nuevos gastos.
Es decir que,si los plazos de llaves son para cuando pase la huelga general, se nos habría pasado “el Pilar”, y seria imposible para los muertos, dichoso mes, y después de San Andrés, queda el puente de Santa Barbara, Costitucion, e Inmaculada, que no serán fechas idóneas para los placeros que indubitadamente serán dejados a los pies de los caballos, para una apertura en solitario, y que por la falta de criterios, mas allá de la ruina, que está por ver, este nuevo icono se merece.
Por contra, sería todo un pro, no adelantar ningún acontecimiento, y menos estos que carecen de interés para el juego pelotoco de las inauguraciones, cuando la cinta se puede volver no caña, si no lanza. Es evidente que las fechas se alejan incluso de las electorales, pero que le vamos a hacer, el destino, es el destino, y aquello era un proyecto imposible, y ahora todos sabemos que era cosa cierta que lo sabían. Pues lo mismo, aquello se abre en pocos días, y se inaugura en San Juan, como los grandes.
Sevilla a 20 de Septiembre de 2010
Francisco Rodríguez

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