miércoles, 22 de septiembre de 2010

En el futuro se puede esperar cualquier cosa

Es algo inexplicable, e increible,que sigan apareciendo espontaneamente archivos antiguos, y la verdad es que no lo se El caso es que este de Julio del 2005, sigue teniendo actualidad.

> Date: Fri, 29 Jul 2005
>Que sabe nadie

Deben de quedar muy pocas personas que a estas fechas, quinto lustro del tercer milenio, no tengan hecha una opinión sobre lo de la Encarnación, otra cosa es que la tengan clara.
Los medios, han dado información para dar y tomar, en especial desde el concurso y su resultado, pero, que sabe nadie, aparte de que se ha realizado, (con todas las bendiciones políticas), una ingeniería económica de encaje de bolillo para ajustarla a la interpretación de las actuaciones, dentro del marco legal, para ponerlas al servicio de las setas.
Así pues, con estos elementos favorables, guste o no las amanitas, la cosa va para adelante, pero no porque sus criterios selectivos, (bondades le dicen), sean los apropiados para el enclave emblemático,(como lo del reducido mercado), sino mas que nada por que rectificar sería considerado como una debilidad politica, e interpretado como un error, y no está la cosa para esos reconocimientos.
Pocas, muy pocas sevillanas y sevillanos, expresan su opinión al respecto aunque la tengan clara, pues lo conveniente es no señalarse. Lo que hace pensar que si llegara a realizarse este "negocio micológico" en la callada mariana, es de temer que se pueda en el futuro realizar cualquier cosa, e incluso que se aplauda.
Puede gustar o no la epatante y cara cubierta, que aparte de crear una dudosa sombra y nula utilidad, al menos queda claro que no parece que esta resuelva todos los problemas achacados a este lugar desde que se demolió el mercado.
Puede parecer, eso si, por extraña, lo de la plaza elevada, pública o privada. A fin de cuenta dicen que la azotea,es un invento de nuevo cuño, que estará por ver si colma la previsión del autor, cuando en la inspiración le vino la ocurrencia, sin acordarse de los vecinos, para crear un espacio lúdico, o sea, el perseguido botellodromo.
Mas moderno resultará el selecto restaurante en altura, al que para disfrutar de la maravillosa panorámica delante de un entrecote, tendrán que mejorar las prestaciones económico-sociales de las sevillanas y de los sevillanos. ¡Garzon!
De increíble puede calificarse la recreación de un supuesto eje, que nunca existió, abriendo una nueva calle para locales que reduce el espacio que en la idea correspondía al mercado, si bien estos podían estar integrados dentro del mismo edificio comercial. Pero una cosa es la idea y otra lo que cuesta. Son los llamados locales financiadores.Otro plus a favor de la concesionaria.
La pequeña Julia, tras la operación, se nos mostrara sin la belleza original y algunas de sus partes serán colocadas, por las paredes, donde “buenamente” se pueda.
Si algo no lo remedia es posible que la Encarnación tenga que soportar esa mutilación de quirófano que le tienen preparada, pero será extremadamente duro pensar en cuanto mejor se pudo realizar. Pero el silencio otorga.
Así pues los visitantes,girando en su recorrido interior alrededor de los pocos puestos que quedaron en el mercado dedalitos pensaran, buscándole una explicación en el mareante paseo, como que se tuvo que esperar mas de treinta años, para hacer eso.

Francisco Rodríguez Estevez<
Sevilla, 27-7-05
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