miércoles, 22 de septiembre de 2010

Gatos, siempre gatos

Querer, no es poder

No seria la primera vez que esto de la Encarnación tiene actuaciones con una velocidad impropia, se diria que atropelladas, a las que se quieren hacer pasar como si fueran normales. Gatos, siempre gatos .
Acaso fuera lo del sorteo, por la inesperada fecha elegida, en la que por la via de urgencias, y a todo meter, fue realizado sin explicaciones, como si no se pudiera demorar unos días,y "celebrarlo" nada menos que en lunes santo. Luego vino, para sorpresa de todos, lo de las maletas. Fué algo tan de sorpresa que llegó de sopetón y además con invitación restringida, solo para las fotos de las carteras negras, y grifo ducha. Ahora toca lo de las llaves.
Sin fecha prevista, las preferencias siguen estando para final de este mes de Septiembre, al que apenas le quedan fechas hasta la huelga general, y solo una más para alcanzar el XXXVII aniversario de resistencia en la provisionalidad.
Todo hace indicar que una vez que no se pudo inaugurar en ninguna de las anteriores fechas anunciadas, ahora se quiere encontrar la idoneidad en el consenso con los vendedores, pero parece lo aconsejable que para que no te den gato por liebre, lo mejor y lo aconsejable sea que antes se tendría que garantizar la subvención municipal que durante cuarenta años, con su correspondiente actualización anual deben de incluirse en los presupuestos bien de la Delegación de Urbanismo, o la de Salud y Consumo.
Que se sepa la cantidad no está fijada en la actualidad, pero es alta suma la que deben de recibir los placeros para poder afrontar la diferencia existente en los costos previstos, diferencia sustancial entre lo que pueden pagar los placeros, y lo que quiere cobrar la adjudicataria.
De que se puedan entregar la llaves no cabe la menor duda, otra cosa es querer abrir aquello si efectivamente existen normas que lo impiden. Seria como meter gato por liebre.
Al hilo de esto viene que recientemente se les ha visto merodear por los alrededores de la plaza tanto al “inactivo”, como al “triquitraque”, que son dos viejos gatos que se resisten a abandonar aquello. Son gatos de los tiempos de “emblemático” y “peligro”. Gatos de los que pasan por liebres, gatos de continuos engaños, gatos de fecha caducada, gatos de mentira, gatos de ruinas. Dicen, y es cierto que a los gatos les gusta las ruinas romanas, y también los mercados, maramiaumiau miau, miau.
En lo de la Encarnación serán felices los feles pues pasaran del mercado a la ruina directamente.
Lo mismo es cierto que se quiere inaugurar aquello para Navidad, aunque más correcto resulte ser que ocurra cuando se pueda y no hacer lo que se quiera, aunque le pongan con velocidad de liebre, pues nada tendría de extraño que la cosa fuera de gato.
Sevilla a 22 de septiembre de 2010
Francisco Rodriguez

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