los minaretes

Todo es posible

En esta ciudad de rumores, no parece que sea lo mejor creer como dogma de fe todos los rumores que aparecen. La recomendación aconseja ponerlos todos en cuarentena, salvo que lo generado, no es algo contado de segunda boca, y estuvo escuchado y visto en vivo y en directo.
Por esta ocasión, el rumor llega de la distancia, con muchos kilómetros por medio, y tiene las suficientes gotas de credibilidad, como caudal de dudas. No creas lo que no veas. Bonjour, monsieur Francisco…..
Me temo que conociendo el asunto, el globo sonda sea un macutazo, y que haya puesto su poquito de invento a la historia que entra en la comercial conversación movil-fijo, como si el azar la hubiera brindado en estos días de incertidumbre en los que nada se dice, con una huelga general en puertas, y fuera de cuentas, las llaves siguen sin entregar. Justo el mismo día que aparecen publicadas en los papeles, las cuentas de la Encarnación. Cuentas en directo, que se pueden creer, o no, pero son las que son
Son cuentas a tener en cuentas, cuentas que nadie se hace, cuentas de placeros, cuentas que no se hacen, por que no queremos que nos las hagan, cuentas por hacer. Cuentas que cuentan que las cuentas de la constructora, con la línea de flotación tocada por el iceberg a la deriva, tiene en los flotadores, las cuentas que desde los emiratos de petróleos, están haciendo lo imposible para adquirir parte de lo que están haciendo lo imposible, y que en el lote entraría lo de la Encarnación, que a fin e cuentas era imposible, y haciendoloimposible, a fuerza de fe ha creído en un proyecto en el que está ajustando la cronometría con la misma cuenta, que la corriente.
Cuenta corriente, cuenta llena, cuenta menguante, cuenta nueva. La cuenta es tan importante que puede convertir en alminares los dos estípites huecos por los que subirían los ciudadanos a comprobar como son los tejados de Sevilla, al módico precio de 2,50 euros.
Todo es posible, es mas, nada extrañaría que el millonario dignatario, que con la fuerza de la fe, incluso en la que hay que tener para la inversión en al andalus, que lo mismo comprar un club de futbol como el que se compra un trompo eléctrico, que se haya encaprichado por fotos de la vanguardia, o lo mismo, es que quiera transformar lo construido en el centro, en lo que no ha sido posible en otros barrios.
Sevilla a 27 de Septiembre de 2010
Francisco Rodriguez