miércoles, 1 de septiembre de 2010

En 2007,

Septiembre de 2010

Ahora cuando parece que el final de esto de la Encarnacion, entra en su etapa final, encontre un archivo de 2007, que ire editando poco a poco, al objeto de que no se pierda mi version de esta historia "terminable"


Polietápica



Hace ya tanto tiempo que, desde la primera etapa, la de la expropiación, todo ha cambiado. El tiempo nos cambia a todos, al punto de hacer que los intereses actuales sean diametralmente opuestos a los de entonces. Esta es una larga historia que comenzó cuando los pavias aun eran de bacalao autentico, antes de que llegaran los de merluza de nombre, si mal que bien esta, en la actualidad, vienen siendo sustituida, bajo la envolvente masa, y con la misma denominación, por un sin fin de extrañas variedades ictiológicas. Se diría que ha sido una transformación polietapica.

Pero no es nuevo que digan una cosa y luego sea otra. De eso no caben dudas, en especial cuando se tiene que escuchar, las cosa que hay que oír, y peor tener que imaginar aquello que solo se puede ofrecer en recreaciones virtuales, cuando se está viendo algo tan distinto.

Uno aun cree que dentro del pavia puede encontrar una tajadita de bacalao desalado, tal vez por eso no sea bueno conocer el contenido de la humeante masa frita, ni la realización de esta, ni tan siquiera la procedencia del aceite donde la nariz delata, acaso lo aconsejable sea, viendo como todos paladean tal manjar, dejarlo discretamente que siempre encontrará un estomago que lo agradezca.

La situación no debe ser tomada como un desprecio a lo que es una actitud de conocimiento. Otra cosa sería que lo ofrecido hubiera sido llamado emborrizado marino.

Es el claro ejemplo de lo que acontece con lo de las setas. Saber lo que aquello fue, lo que podía haber sido, y en lo que lo están convirtiendo para el deleite de paladares del glutamato.

Pero que importa saber el previsible futuro, vivamos el hoy. De que puede servir conocer el proyecto, tan modificado que sea distinto, ver lo que se expone y comprobar lo que se hace en ese lugar que suma décadas de parones y empellones, de aceleraciones y frenazos, de quiero y no puedo, y ahora, puedo y no quiero, para hacer un capricho a escote al que definen como elemento multidisciplinar y multiuso de integración con realización polietapica, compuesto de plaza 0, cripta in situ de Hispalis, antiquarium y museo. Plaza uno zona, de ocio y compras, mercado dedalitos incluido, escalinatas y rampas de accesos a plaza dos, y torre de ascensores a plaza tres. Plaza dos, azotea de eventos, umbría permanente, sala de conciertos nocturnos, y espacio cultural y deportivo, con lucernarios de metacrilatos, bancos de descanso (desmontables) en área de ocio, y plantaciones de trepadoras, aunque no lleva servicios higiénicos sanitarios, para sacar de apuros a los abuelitos con apretones de próstata que se aventuren alcanzar la azotea. Plaza tres, epatante cubierta de madera revestida de poliéster y tratada con fungicida, terraza mirador con protección anti seting, restaurante de 300 comensales, planetarium en la bóveda interior, no lleva previsto la obligatoriedad en todo edificio publico de las células fotovoltaicas para su sostenibilidad en consumo eléctrico. ¡No te digo Salinas!, y los vendedores del mercado llevan esperando, para eso, nada menos que treinta y cuatro años.

Lo peor de todo es que sin bacalao, no hay pavía, si acaso la masa frita pueda ser llamada calentito, ¡eso calentito!, aunque algunos hayan cambiado la rueda y al tomarlo lo llamen churro. Marchando una de churro.

Francisco Rodríguez Estévez

Sevilla 10 de Enero de 2007

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