jueves, 23 de septiembre de 2010

Dios, y ayuda

Bien está, lo que está bien

Que los pobrecitos placeros llevan treinta y siete años en la provisionalidad, y hay que ayudarles. Eso está bien.
Que ellos lo que querían era un “seilla”, (traducción del 600) y de tanto pedir y pedir, que es un vicio muy feo, la Gerencia, generosa y sensibilizada, en lugar de aplicar la virtud de no dar, pues entiende, que lo mejor sea para ellos lo le vamos a dar. Nada menos que un deportivo ultimo modelo, pues no los hay conformes.
Como que no está, pero nada bien, eso de meterle gastos después de todo lo que han pasado las criaturitas.
¿Qué les resulta caro, e imposible de pagar? Pero, como, ¿Acaso no saben que les vamos a pagar todos los gastos que les ocasione el lujazo?, pues con esas, tienen que decir, que eso está bien.
Lo que está bien hay que decirlo, y lo de la Encarnación no tiene nombre, si lo que fue una lógica petición, dicen que fue formulada por los placeros para que se modificaran los puestos, en principio con diseño circular y de acero, y fueran realizados a los gustos tradicionales en la costumbre, y con los materiales de siempre. Propuesta acertada y valiente que es algo que hay que reconocer que eso estuvo bien.
Pero de ahí a que se emplearan por semejante cambio la friolera de 4.4 millones de euros, como que eso es algo que solo estará bien para el que cobre la factura.
Que la adjudicataria,la que obtuvo la concesión con una oferta a la baja, pero que después la subiría, y de que forma, y ofreciendo los plazos mas cortos, para que el tiempo los convirtieran en una demora interminable, es algo que no puede estar bien, y deberia de estar penalizado, pero en cambio se dice que por el esfuerzo realizado, que no engaño,( en cuyo caso se tendría que tentar la ropa), se diga que está pero que muy requetebien que se le aporte todo el dinero, del que no es de nadie, que se pueda, mas el alquiler por ocupar el propio edificio municipal desafectado, y también colaborar con el mantenimiento de mirador de la vista panorámica, que más parece paranoia, y ademas que esta muy bien eso de que no se cobre a nadie que quiera subir a ver los tejados de Sevilla. ¡Faltaría más!
Bien está, lo que está bien, y lo del mirador, como no es el de las ballenas, pues no tiene la misma gracia que lo del desaparecido “planetarium”, esa bóveda, bajo las setas,llena de luces de baja intensidad incrustadas, a modo de un negro firmamento, donde poder ver las constelaciones.
Durante 40 años, cuatro décadas, ocho lustros, que es demasiado tiempo para casi todo, un periodo en el que puede haber como mínimo 10 corporaciones locales,las mismas que deberán de tener en cuenta, a la hora de elaborar los presupuestos, de asignar las partidas de lo de las setas con la actualización del IPC anual, para restablecer el equilibrio entre lo que la concesionaria tenía estipulado, parece que como un vicio por pedir cantidades desorbitadas, y lo que con la virtud de no dar de los placeros,la reducian a la mitad, motivo suficiente por el que sale a mediar el señor Rey, para en su autoridad, tomar de los recursos propios, ese dinero que todos sabemos que no es de nadie, y aportar lo que sea necesario a la concesionaria para salir, por el momento, del entuerto, y eso, se quiera, o no, esta bien para empezar.
Pero esto que no empieza, ni bien, ni mal, por aquello de que lo importante es como acaba, en este caso sea, que si no se acaba el dinero, puede que acabe como empieza, que no empieza, si no que se acaba. Entonces, cuando se acabe, lo mismo empieza con lo cual incluso puede ser el principio del fin, que el final de un buen comienzo.
Sevilla a 23 de Septiembre de 2010
Francisco Rodríguez

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