domingo, 26 de septiembre de 2010

De como explicar, lo que no se entenderia (Doctor Sanchez dixit)

Haci y Dici. ¡Malditos roedores!

Si dice que lo hace, no queda otra. Existen ejemplos de cómo las gasta su palabra.
Explicar lo de la Encarnación, como que ya no es cosa de la palabra dicha, di de nada que lo que por añadir se diga, aunque lo dicho fuera su palabra.
Lo de la Encarnación ya ha pasado a ser libros de consultas, de palabras escritas describiendo los desatinos en varios voluminosos volúmenes. VVV, las tres uves de la manifiesta “acusatio”, cuando dando su parecer para justificar la actuación de lo dicho, y de lo hecho ¡ratas, siempre ratas!
Maco, por antonomasia, “haci y dici, que vini, vidi, vinci, y que aquello era un solar, algo así como un sistema en el a su alrededor todo gira, regalando energía que se recoge en placas fotovoltaicas y puede en la Encarnación alumbrar, que no parir, desde el antiquarium, el planetarium, la calle sin nombre, el espacio municipal de abastos, la prolongación de la 5ª Avenida de Nueva York, la plaza elevada, y por si fuera poco, hasta lo que hiciera falta encender, para que no quede a oscuras esta explicación no pedida, que acusa a otros del error por no instalar las fotovoltaicas, justo cuando por Decreto Ley, el recibo de luz se incrementa en un 5% a partir de la Huelga General, y además, sin repartir las llaves.
Manifiesta “acusatio”, si nadie ha pedido explicación, cuando se reconoce que el ahorro en la factura hubiera sido sustancial teniendo en cuenta que por el interior de los huecos estípites funcionaran dos elevadores de alto consumo con carga máxima de 600 kilos, como el “seilla”, además de las escaleras mecánicas, como la naranja, y las cámaras de conservación comunes, como fosas, que entre todos ,se llevan sus kilovatios como quien se lleva un cohecho impropio, cosa que, desde la “correa”, todos nos enteramos de lo que es un regalo, y la factura ¡que!.
¡Malditos roedores!, puede que haci y dici, sea como dos en uno en una negociación ardua y complicada por poner una vez mas la cronométrica en marcha que en lo del macilento mercado, donde el color no es lo amarillo, que es cosa de dinero, para no subir el tomate, que es rojo, y no céreo, de palido como aparece.
Pero lo de la malita cara sucede por que lo de la Encarnación, con las urgencias inaugurales, y la madera por traer, tiene pérdida ademas de la color, la hoja de ruta, como quien dice, el Norte.
De una parte los aguerridos interese ajenos, también llamados externos, los que hacen lo imposible y los que hacen posible que pegue la madera, ambos arrejuntados, y del otro los propios, a los que “haci y dici” internos, y que son tan ajenos que parecen distintos, y forman el “duetto buffo di due gatti”, gatos y gatos maullandos, con dos bocas que suena ensamblada, como las maderas, tal que fuera un solo estoma, que siempre es de agradecer ¡malditos roedores!
Mientras, en la negociación que dicen a tres bandas, dos ajustan los servicios mínimos
A la expectativa, en el limbo provisional de la “uci” donde nada duele, nada se siente, solo queda esperar en la macolla, de las suertes, que destino marcará el final del viaje, si bien para alcanzar la deseada “gloria”, mal, si después de tantos años les condujeron al previsible “averno”. Gatos y ratas, siempre ratas de alcantarilla.

Sevilla a 26 de Septiembre de 2010
Francisco Rodriguez

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