El virus
La noticia de Simón esta tarde, no da exacto el número de fallecidos por el virus, argumentando que no tenían confirmado que todos estuvieran contagiados, con toda seguridad porque no tuvieron oportunidad de que se le diagnosticara, el covi19, cuando les sorprendió la muerte en el totum revolutum hospitalario. Sin llegar a pensar en la suerte margarita, la del tu sí, tu, no.
El calor no parece que se haya llevado el virus, porque a la baja, se siguen produciendo contagios y fallecimientos.
La temperatura de hoy también ha bajado levemente y por suerte he vulnerado mi franja horaria sin temer el calor de días pasados, no son horas, pero tenía que ir al médico ya que tenía cita previa de revisión desde antes del estado de alarma. No podía perder la cita.
Me llama la atención la cantidad de personas mayores que están en la calle, lo mismo también tienen una justificación para caminar a esa hora hoy más tolerable, pero resulta intolerable que estas personas llamadas vulnerables, como otras tantas, lleven la mascarilla tal que fuera un barbiquejo, un adorno que apenas tapan la barbilla, algunas cubren la boca con mascarillas demasiados usadas a tenor del viso poco lustroso que puede verse. Las que más son caseras de un retalito. Es como una llamada al virus para que se quede.
Acaso cueste imaginar lo que cada mañana tanto me repugna, en lo de las setas, sentir nevitablemente el soplo ponzoñoso del aire caliente que en la entrada del túnel que por supuesto no tiene indicios de salubridad, y por el momento no ha difundido, por suerte, todo lo se puede impregnar en la ropa, pelo y piel de cada persona que pasa forzozamente por tan desagradable y caliente chorro.
En la plaza municipal de abastos se sigue sin el sistema de renovación de aire, y las partículas en suspensión son susceptibles de propagar todo tipo de agentes contaminantes.
Las pesadas puertas se mantienen abiertas sustituyendo la grave deficiencia, y por tanto tambien evita que los pasamanos de mil manos puedan impregnarse de cualquier cosa, incluso de las peores, pues no se desinfecta en casa uso, como sería menester realizar.
En la Encarnacion, mercado municipal en el que nadie sabe a qué responsabilidad le cabe mantener aquello en las condiciones exigibles, por Ley, por norma, por reglamento, y por estado de alarma, donde los atascos del deficiente sistema de alcantarillado desprende en la nariz donde todo es deficiente, el rotulo desprendido hace meses, los retretes para que contar, pues todo queda en la utilización de una pulverización como agente desinfectante, de gran potencia, que al aplñicarse en polvo, exige la protección de las mercancías, acto a llevar a cabo cada Jueves, los Jueves milagro.
En la información del ayuntamiento de Madrid, que realiza en los edificios públicos una desafección no agresiva en la base de agua destilada y etanol en proporciones acertadas.
No tengo información de lo que utiliza en los distintos grandes almacenes, mas me costaría entender que se empleara ningún producto de tanta poder antiviral, pero seguro que tiene puertas automáticas renovación de aire en el sistema, y por supuesto no reciben a los clientes con un chorro de aire caliente.
Aquí Lo importante es llevar el barbiquejo, el virus se marchará en verano.
Primer día de luto por los muertos que en desconocido número ni les dieron tiempo de lavarse las manos, ponerse la mascarilla, y mantener la distancia social.
No me cabe duda que el barbiquejo es una llamada al virus y no llevarla es delito, pero ya sabéis lo de las puertas.
Sevilla a 27 de Mayo de 2020
Francisco Rodriguez
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