Dilema de Hamlet
El campito es el nombre de una pequeña parcelita que por más
de cuarenta años se hizo pozo sin fondo, donde las alegrías fueron muchas y más
aun son los recuerdos.
La casa se hizo
sin pretensiones y acaso en un tiempo fuera pequeña, e inversamente
proporcional el tiempo la ha vuelto grande.
De tantos,menos. Desde hace algunos años puede ser que acaso sea una carga a la vista de la despreocupación general de los
participes, entiendo que cansados de la rutina de un “campo de trabajo” de festivos y
domingos y el separativo tiempo estival que en la dispersión hace difícil la coincidencia
vacacional y más complicada si ni se intenta.
Desde finales de Febrero nadie ha abierto las puertas de la
cancela, los grandes árboles ofrecerán refrescante sombra, naranjos, limoneros
y nísperos estarán caídos por el suelo donde imagino la yerba crecida por las
lluvias y el Sol, lo cual me lleva a pensar el trabajo que llevará poner en cuidado la laurisilva, las dracaenias, los
brachychiton, las moreras, las palmeras Wasinton, la sombrilla china, la
caltalpa, los saugatillos, los olivos , las parsifloras, las Dombellas, las
solandras y otras tantas que crecieron como la lantana o la hiedra, higueras
cuello de dama, olmos pumilas.
Hasta esa fecha todo estaba mas o menos a raya, con tareas casi programadas para que casa, piscina y jardín estuvieran a punto para el
caso de que algunos quisieran ir aunque fuera de visita. Es este el dilema, que está, si devaluar aquel vergel, a la vista del desinterés que
supone tener algo que miles de millones de personas no poseen, millones desearían tenerlo,
tal vez cientos de miles querrían tener, y puede ser que miles se hagan planes
para conseguirlo, con una venta a la baja que en el reparto no seria tanto, y
por otro lado seguir privándome de ir a otros lugares, que ni me apetece teniendo aquello, y poder realizar una actividad semanal que me llene los pulmones de
aire sano, que la vitamina D que me ofrece el Son llene todos los poros de la piel ,
y seguir disfrutando de una piscina de gran tamaño con agua agradablemente
templada, que no lo pueden ni imaginar.
Es una suerte que cada uno
tiene lo suyo, en lo positivo, malo sería que lo negativo dividiera.
El destino ha colmatado, con otras opciones no todas costosas, no todas baratas, eso sí, variadas e indolentes, en cambio la parcela, el campito, pasó de ser paraíso del mil recuerdos a confundirle con un confinamiento repudiado, lo que son las cosas.
El destino ha colmatado, con otras opciones no todas costosas, no todas baratas, eso sí, variadas e indolentes, en cambio la parcela, el campito, pasó de ser paraíso del mil recuerdos a confundirle con un confinamiento repudiado, lo que son las cosas.
Todo parece indicar que hasta la semana que viene no puedo
ir ni tan siquiera a mover el coche, y ver aquello, los grandes árboles naturalmente que habrán aguantado, los pájaros seguro que dieron cuenta de la fruta caída, y
la que picaron. La yerba crecio por las rendijas de la solera.
La gran piscina necesitará ser limpiada y llenarla en la medida
de lo posible, el césped requerirá trabajo especial con desbrozadora.
Tenía un
hermoso gallo rojo de raza Marans una belleza que llevaba desde finales del
verano pasado, es gordo y grande, si es que sigue allí, le faltan plumas de la preciosa
cola azul, y hasta la fecha cuando escuchaba mi voz me venia de donde estuviera escondido, ofreciéndome un
canto de alegría. ¿Cómo puedo vender esto?
Sevilla a 8 de Mayo de 2020
Francisco Rodríguez Estevez
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