miércoles, 13 de junio de 2012

Puerta al futuro

En ello




Como lo de la Encarnación es algo que ya no tiene más líneas, quedamos en lo de la puerta como prioridad, pues no es cuestión de ceder si vence el que resiste.

Cierto que todo tiene un limite y esto no es para nada el asedio de Masada, pues solo hay que esperar que a alguien por el momento desconocido se le ocurra abrir la puerta por el momento inexistente, y lo lógico es que la realicen.

De eso no cabe duda, estamos en ello, recordando cada día, tal que fuera el ultimo como algo tan sencillo puede convertirse en un gran problema, y por esta vez no es cosa de los políticos, ni del dinero (se supone) por la exigua cantidad que tiene la previsión de la modificación .

Ahora que tengo alguna posibilidad de que lo de la puerta se pueda realizar, no es el momento para empezar otra vez con la amplia lista de desaciertos, que por su gran número solo cabe pensar, que pudieron ser intencionados, o que uno por otro la casa quedó sin barrer. No me pregunten por donde, ni que estaban haciendo los placeros, en este caso los representantes, para no advertir deficiencias tan elementales que nos llevaría a pensar que ni tan siquiera estuvieron en ninguna toma de decisión. Algo así como cuando el concurso de ideas, que tendría que explicase cual de todos los miembros del jurado representaba a los placeros, no se esfuercen, y ni traten de averiguar quien le abonó los honorarios, ni cual fue el montante por tanto esfuerzo supuestamente profesional, para defender los criterios que supuestamente le fue indicado por no se sabe que vendedores del mercado, en alguna supuesta reunión general, vete a saber. Así se va escribiendo la historia, y luego sale lo que sale.

Ahora estamos en lo de la puerta, y vamos descartándo los posibles responsables y a este paso, lo mismo resulta con tanto escurrir que es el mismisimo consejo de administración de la concesionaria quien, en cuanto aparezca en sus medios de difusión el logro de haber realizado este icono de madera en el centro de Sevilla, con sus tres escalinatas, seis parasoles y la serpenteante calle cubierta, con barreduela de cristal y puertas aleatorias en un diseño mas propio de laberinto que de mercado, pues lo mismo, ya les digo que nos aparece como responsable de la puerta y que en la próxima asamblea general de accionistas, quien quita que se les ocurra colocarla de coraje, que por cierto hay que decir que una puerta es algo que siempre viene bien.

No hay cuidado, estamos en ello, y en cuanto quede instalada la puerta que demandamos, lo mismo seguimos con otras cositas, y poco a poco arreglamos aquello y de esa forma, para cuando acabe la crisis, posiblemente aquello incluso puede que continúe funcionando, claro que si ante la obstinación de no abrir la puerta, no cerraron todos los puestos.

Sevilla a 13 de Junio de 2012

Francisco Rodriguez Estevez

No hay comentarios: