martes, 19 de junio de 2012

la sombra de la trompa, es alargada

Documento verbal

Al cambiar de los tiempos, y de que manera, el contrato verbal ya no es lo que era, y en la actualidad tiene, por lo visto, el valor del papel mojado.
Cada vez quedan menos personas de palabra. Estas quedan convertidas en algo inconsistente e inexistente, por más que queden editadas, cuando las dicen probos metidos en eso tan difícil de la política, que quedan convertidos en probóstidos prebostes.. Basta repasar todo lo que se ha dicho de la Encarnación, para discernir lo cierto.
El papel, que lo aguanta todo, tambien lo conserva. Hay quien busca la verdad de las noticias, en el chiste, que como el algodón, no engaña. Al igual que hay quienes guardan los gazapos de la prensa, que no dejan de ser errores, con mayor o menor gracia, otros muchos expresan su parecer, en “cartas” de forma incansable. ¡Que decir de los “escritores de “cartas”!.
Las que con suerte me publicaron forman varios volúmenes que, encuadernadas, cada año las recibo como regalo navideño de un fiel lector, el resto, las inéditas, las almaceno junto a “casi todo” lo salido en prensa sobre lo de la Encarnación en dos enormes maletas con un peso superior a los 100 kilos.
Aparte de la broma irónica de los maestros articulistas, lo último salido por boca oficial publicado, tiene fecha de finales de Marzo. Demasiado tiempo para que semejante cosa, generadora de noticia diaria, no sea mas utilizada por los profesionales.
A falta de estas, cabe recordar, que supera los dos meses desde que se anunció que las maderas, que no vinieron el pasado verano, estaban al llegar. Al llegar, y no por llegar.
Después de tanto tiempo para hacernos “eso” no debe de haber prisas, mejor que lleguen, que no lleguen.
Mientras se debería encontrar a los responsables de “la insoportable demora” causantes de que definitivamente se deje de creer en toda palabra que tenga “marchamo oficial”.
En lo de la Encarnación se han dicho tantas, que el tiempo se ha encargado de poner sobre cada boca la nariz conveniente. Pues no es lo mismo pobre, probo, que prebostido, preboste.
Pasan los días. En el arrinconado mercado, pasa la vida, y por mas que puedan comprobar como se modifican las palabras, y cambian las caras con la rinoplastia espontánea, aun siguen confiando, tal vez acatando, en las palabras, cuando lo acertado sería disponer de un documento que llevarse a la boca, por debajo de la nariz, mejor que bajo inaudibles secretos al oído.
Y, aunque ni de los documentos puede fiarse nadie, pues, en ocasiones se saltan la letra pequeña y no hay quien se entere de lo de la “insoportable demora”, que veremos a quien se penaliza, como lo de la estación del metro que no veremos nunca, al menos tal y como aparece en el caprichoso “metropol”. Al igual que lo del metrocentro y las obligatorias celulas fotovoltaicas.
Oral, o escrita, cabe pensar que no hay diferencia en la falta de verdad. Cosa previsible si vuelven, como las maderas, a lo de las fases, y aparezcan las dudas de que lo de la Encarnación no pueda estar listo para Navidad, hasta entonces no se podrá calcular el epatante crecimiento que sufrirá la nariz de quienes establecieron documento verbal en el asunto de la plaza de abastos. Eso si que será noticia.
Sevilla a 16 de Mayo de 2009
Francisco Rodríguez Estévez

No hay comentarios: