martes, 12 de junio de 2012

Agua a la soga
(hacer lo facil)

La puerta




Ni que decir tiene que se encuentran perfectamente informadas las dos partes, otra cosa es que ni caso. Es evidente que los clientes, los visitantes, los proveedores, y usuarios, incluyendo en este ultimo apartado a las responsabilidades que lo llevan entre mano, que lo de las puertas, en lo de la Encarnación, es algo que demuestra mas las cotas de incompetencias que pueden llegarse a alcanzar, por algo, tan de sentido común, como es abrir de una vez por todas la puerta que cada día buscan un importante numero de personas, unas para poder entrar en el mercado por el sitio que la lógica hace pensar, y otras para poder salir del laberinto que por el disparatado diseño le hace dar vueltas sin encontrarla.

Desde hace meses tenía la confirmación, y la palabra, de las responsabilidades, cuando estas comprobaron que los fundamentos de la petición de la puerta inexistente eran factores a considerar, pero ya ven. Lo único que pasa es el tiempo.

De nada sirve que cada día lleve al error de buscar la inexistente puerta a demasiadas personas, ni que decir tiene que el sistema de información, tanto para encontrar, no solo la puerta, es tambien inexistente, acaso peor por la enorme dificultad de encontrar las de los servicios, y que decir, como llegar al mirador social.

Acaso el de mayor consistencia, no fuera el aislamiento de la calle apéndice, calle solitaria por la que el trazado anticomercial dejó esta parte sin flujo de paso a los clientes, pero que por su importancia esta nueva puerta, que por lógica daría sentido a la travesía central totalmente ciega, la alcanzaría para que siendo puerta automática permitiera el acceso a las personas de capacidad motriz reducida.

No quisiera dejar sin exponer, a los lectores, que quieran comprobar esta situación que se mantiene de forma inexplicable, que bastaría una minima modificación del vuelo existente, (que por cierto en ese lugar sin lógica aparente se duplica con respecto al resto), pues con una desviación inferior a los cincuenta centímetros en la colocación de los cristales y paneles de aluminio, algo tan nimio, tan sencillo, que permitiría además de colocar la nueva puerta, entronizar en una peana la escultura de la Diosa Ceres, como pueden imaginar, y a pesar de que hace mas de seis meses que me confirmaron que se iba a proceder a realizar esto que les expongo, pues por el momento ninguna de las dos responsabilidades implicadas en el asunto están a la altura. Agua a la soga.

Sevilla a 12 de Junio de 2012

Francisco Rodriguez Estevez

No hay comentarios: