sábado, 23 de junio de 2012

Desde el día de la Esperanza




Aunque el pedido debió de haber llegado cuando menos algún día antes, por aquello de ser el primero, y con la ilusion de haber contactado con una primerisima marca de embutidos y jamones, resultó que el primer pedido, el  del acopio previsto para el día inaugural, pues incomprensiblemente llegó días después.

Desde aquel día de la Esperanza de 2010, en el edificio mas emblemático de la capital de Andalucía, lució una lata decorada por suerte con un lote de productos de El Pedroso, junto con unos folletos, y un delantal usado, (pero que casi no se notaba), trataba inútilmente de llenar el inmenso escaparate vacío, fue como un principio gitano, pues acaso el nacimiento fue desolador.

El tiempo nos ha ido consolidando, no sin dificultad , incluso muy lentamente, y le podemos achacar la culpa a lo de la crisis que nos cogió desde el principio, y podríamos decir que de lleno. Y para colmo sin puerta, y sin la vuelta de la Diosa Ceres , protectora de la Encarnacion.

Pero lo mejor de todo esto, incluido el contrato verbal, que retomaremos algun día, ha sido que, desde el primer momento empecé a sentirme parte, casi se podría decir, familiar de la empresa, pues cada día me lo paso entre el ciclamino que denota la distinción de sus colores, y que los tremolo con toda intención delmundo para que sean advertido por cuantos puedan pasar por allí, y puedan ver los estandartes, las grímpolas, y el confalón que lucen en aquel escaparate único, pero que será, algo muy importante en el proximo futuro, en cuanto empiece a fluir el dinero.

Ni falta que hace deciros que el bouquet elegido es excelente pero diferente, y que cuesta que el publico de inmediato le acepte, pero también es cierto que rápidamente el que lo acepta, lo cata, lo saborea, no le queda otra y se fideliza, pero la dificultad estriba, como bien sabeis, y seguro que estais en ello, es que al ser un producto muy especial, en ocasiones, y no pocas, aparece la disparidad, haciendo de aquello otra cosa, y lo que tanto cuesta lograr se malogra en un instante.

Hoy me congratulo y tengo que felicitar a todos, desde el criador, al porquero, al matarife, al mozo salador, a Constantino, y a cuantos intervienen en hacer esta joya.

A los Barbadillos, que de verdad saben el valor que tiene cada pieza corriendo los riesgo que ni la prima, a Alfonso, mi valedor, que confió jugándosela con quien confeso, no disponía de activos, al jefe de ventas, Javier, que su animo y servicio hace que al menos una vez al mes me sienta cuando menos ilustrado por mis comentarios que, atentamente escucha y móvil en mano resuelve ipso facto. No quiero olvidar a mademoiselle Laurentine, que nos ayudara a mejorar la imagen de un lugar tan privilegiado que brilla por si solo, y al que le haria falta alguna ayuda, cuando sea posible.

Todo esto, como ya habéis comprendido, viene a que me ha llegado la noticia por la prensa de que este año Sierra de Sevilla, “nuestra marca”vuelve a ser reconocida como la empresa que merece ser premiada, y de inmediato coloqué el recorte de periódico, aunque por el momento pasa desapercibido, ya pondremos uno mas grandes, y llegará el día en el que los posibles compradores, cuando pasen, ya no lo hagan distraidamente, y entonces lleguen a reconocer la calidad que en el Parasol venimos desde el día de la Esperanza exponiendo, “Sierra de Sevilla, sin ir mas lejos”.

Un fraternal abrazo a toda la familia de Sierra de Sevilla, desde el metropol de Francisco Rodríguez.

Sevilla a 23 de Junio de 2012,

El día más largo

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