lunes, 19 de noviembre de 2007

Silencios de gato

Que no se escuche ni al gato

En los tiempos de los miedos, mi maestro solía ausentarse del aula repleta de chiquillería, eran unos minutos en los que reinaba el silencio en la espaciosa sala. Bastaba que el dijera que “en mi ausencia no quiero que se escuche ni al gato”, siempre creí que se quedaba detrás de la puerta, pues al volver, invariablemente acertaba a castigar severamente a los que quebrantaron su orden sin necesidad de poner un chivato celador. El silencio como disciplina.
Tal vez, por eso tan cierto de que el tiempo habla, el destino de la Encarnación debió quedar marcado por el silencio. Un silencio pretérito, pero actual. Acaso, los damnificados vendedores no encontraron la voz que se alzara para salir del rincón que ellos mismo se metieron, cuando la cosa estaba cruda. Salir, salir de allí, en lugar de callar, callar, por si se ponía madura.
Tras muchos años, llegó el aplaudido sotano de un laberinto de escaleras y rampas, depresiones y barandillas por doquier, a sabiendas que, el inapropiado lugar no merecía haberle esperado tanto tiempo, cuando, el silencio, se dejó sentir. Roma, no era un gato.
Gato, por liebre. Que hagan lo que sea, pero que lo hagan. Tres palabras, como si la claudicación amordazara. Lo que sea, se confunde con “lo de seta”.
Pero, donde se debía de poner el grito en el Cielo, con los pelos de puntas, por lo aparecía en los garabato, silencio. Silencio, de los primitivos. Silencio penitente. Silencio indiferente, como si nada hubiera cambiado, a excepción de las “phaloides”, que mutaron en “trompeta de muertos” y ahora recordaran a “lenguas de gato”, como si de una burla de Feles, encarnando a “Emblematico” y a “Peligro”, verdaderos gatos que libraron batallas territoriales por esa Encarnación, cuando era Hispalis reencarnada, antes de que desapareciera como ellos, se tratara, y que por mucho tiempo tendrá otro “gato” de inquilino, sin tener que enfrentarse con silencio. ¡Zape!
Sevilla a 19 de Noviembre de 2007
Francisco Rodríguez Estévez

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