sábado, 9 de marzo de 2013



Desde Regina, hay que adivinar donde se encuentra la sinuosa calle cubierta. Lo cierto es que si está, se esconde tras el enorme estipite, es lo que llaman puerta Norte, para nada es una prolongacion de la 5ª Avenida de Nueva York, pero al menos dispone de cuatro entradas (por mas que solo abran dos hojas) para acceder al llamado Mercado de la Encarnación. (Tambien le dijeron sinergia, y locomotora)
Con seguridad las podrían haber instalado con algún criterio, pero todo nos hace indicar que lo dispusieron aleatoriamente, pues no se explica que las dos que tienen por mas cercana la llamada puerta Sur, están colocada a menos de un metro de iniciado el recorrido de la calle cubierta. En cambio, las del otro lado las colocaron a quince metros del la entrada de la calle. No se pregunten nada, pues ni tan siquiera coinciden las cuatro puertas con las cinco travesías del viario interior, donde no se sabe porque circunstancias a tres no le coincide ninguna puerta y en cambio a una le tocaron cuatro.
Ni por un momento piensen que pueda llevarse a cabo ninguna rectificación, ni por facil que esta sea, al objeto de mejorar los accesos e igualar las posibilidades de cuando menos para que todos los puestos puedan ser visto por el público aunque fuera de paso.

Hoy he tenido noticias directas acerca de la puerta que el público no puede encontrar por más que la busque. Eran noticias poco halagüeñas, por cuanto viene a confirmar el rumor existente, lo cual hace temer que se pueda cumpir, en cuyo caso es para lamentar que la puerta se procederá a colocarla, según lo pidieron los placeros.
Todo parece indicar que si los placeros piden tal cosa a las dos responsabilidades en este asunto administración y concesionaria, estas lo acatan de tal suerte, que ciertamente el lugar elegido fuera algo indiscutible y constatado, que además de facilitar la entrad y salida al mayor numero de personas que solo pueden llegar por Regina, justo por donde nos aparece la escondida puerta Norte, que solo es visible al llegar al parterre del pie de la seta uno.
Quiere decir que unas personas pueden seguir haciéndolo por esta calle cubierta, y de colocarse en un nuevo desacierto en el rincón,lo harian otras, por lo que solo dividiría las opciones del mismo publico, en detrimento de la calle comercial, y seria imposible que esta puerta del rincon, dando acceso en un viario de los llamados punto ciego, pudiera optimizar el recorrido, que de colocarse en la travesía central evidentemente, a poco de aplicar mínimamente el sentido común junto con el de la orientación, beneficiaria a todos los placeros de una manera general.
Lamentaría que se pusiera esta puerta del rincón, cosa inaudita, por el hecho de que lo pidan los placeros y no se tenga un estudio técnico, que es lo menos que se le puede pedir al responsable de la administración, que son varios, mercado, urbanismo, casco antiguo, y muy especialmente a los técnicos de Sacyr, concesionaria-adjudicataria, que como mínimo deben de tratar de mejorar todas las instalaciones del extraño mercado municipal, cuando menos para corregir deficiencias, y revalorizar el espacio, por un largo periodo de gestion, y que por el momento ya muestra indicios de decadencia.

Si el rumor toma cuerpo y los responsables colocan la puerta en semejante lugar, la Encarnación se puede ganar por meritos propios el derecho a cambiar de nombre, pues en lugar de los horrores, convendría decirle de “los errores” (en este caso intencionado)

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