lunes, 4 de marzo de 2013


EL ENIGMA DE LA PUERTA






Cualquier persona que haya ido, aunque sea por ver como quedó aquello del mercado de la Encarnación, es posible que en su opinión advierta que en cuanto a la colocación de las puertas no estuvieron muy acertado que digamos.

Es cierto el desbarajuste que se observa en su interior, y no digamos cuando en estrategia anticomercial donde las hayas los placeros en determinados días cierran la mitad de los puestos, creando aun más desorientación en un rarísimo recorrido, mal señalizado, pues para encontrar los servicios hace falta un plano, y las puertas ni les cuento.

Todo parece indicar que algún día de estos, a ser posible a la mayor brevedad, los responsables de este espacio municipal y municipalizado, publico y privado, tanto de la administración como de la concesionaria, una vez que han advertido que las puertas no son automáticas para que permita el paso autosuficiente a las personas con discapacidad, y comprobando el alto numero de personas que buscan una puerta tanto para la entrada, como para poder salir pues lo mismo ordenan que se ponga.

Es de esperar que no vuelvan a cometer el tremendo error de colocar las puertas de dos en dos, y que solo pueda abrirse una hoja, ya que siendo automática bastaría con colocar una en un lugar tan estratégico como es en la travesía central, pues dominaría los dos sectores de la extraña distribución de la amorfa planta, y que además puede hacer perfectamente las funciones de puerta de emergencia con salida a la calle, que por el momento no se ha instalado.

Todo al parecer está en que esta puerta tiene que ser solicitada al adjudicatario por el responsable de la delegación municipal  ¿ustedes lo entienden?  Por lo que es probable que después de mas de medio año con la puerta prometida por ambas responsabilidades al alimon, a los placeros, nada menos que en un lugar que tendría que explicarse la utilidad y beneficio general que a los placeros les puede causar instalar una puerta en un rincón extremo y sin flujo de afluencia de publico. ¿Y esto, se lo explican?

Bueno, pues tampoco ha podido instalarse esa solicitada, concedida, bendecida y autorizada, y es que como diría aquel que fuera amigo, que una cosa son las intenciones.

A todo esto creo que mis amigos (los responsables en esto de la Encarnación) no podrán decir nunca que no se han enterado de lo de la puerta, y acaso es que creo no les gusta que se le diga, pero después de tanto tiempo no puede ser que no tengan intenciones, pero si es de temer que pueda ser que no sean las buenas, y eso puede ser preocupante.

Sevilla 4 de Marzo de 2013

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