Bach, tocata y fuga. Banco, Ayuntamiento, Correos , Hacienda BACH, (suena la música)
Bien temprano, este lunes, tan distinto en las marismas, empiezo
con las claritas la rutina de cada día. Son los lunes dias flojos y lo aprovecho
para hacer varis gestiones, como en este. Es el empezar la semana la fecha mas
propicia por cuanto todo tarda un poco más en desperezarse, todo está
silencioso con un ritmo cansino, el que propicia una situación casi sin pulso
comercial.
A eso de las ochos estamos preparados para iniciar una nueva
jornada de trabajo, sin trabajo. Llego a lo de la Encarnación , después de
sentir en mi piel, como cada día, el desagradable soplo de aire caliente con el que saluda la
vanguardia a cuantos quieren penetrar en el laberinto. Al minuto llegaron los
operarios para iniciar la batalla contra las blatellas.
Mientras, preparo la documentación para que el banco me
faciliten copia del documento que tengo por seguro pagado, ya que no aparece
como deudor en la oficina de recaudación, y no queda otra de que si está
descontado, pues no lo enviaron. Tengo hecha la previsión de llevar la documentación
que falta al la delegación de hacienda y aprovecharé para certificar otros
documento en la central de Correos. Espero volver antes de las 10.30. Dos horas,
Me gustaría hacer una visita al grupo municipal del PP, pues
tengo que pasar de vuelta por delante del Ayuntamiento, en cuya puerta la
semana pasada se manifestaba la policía local, por si alguien del grupo
popular, me sabría decir como va de solución la vía de lo de la puerta, o
cuando menos, conocer si en la agenda está el llamarme, para lo del cafecito.
Creo que lo mejor será volver, como las hermandades de
penitencia por el camino mas corto.
En la entidad bancaria soy el único cliente, los oficinistas
están todos atendiendo las pantallas de su ordenador, por unos minutos nadie me
atiende, en un despacho un joven me pregunta que si lo puede hacer, lo cual es evidente.
Parece que el ordenador va lento, y los datos que le
proporciono que buscamos son del año pasado, tal vez Noviembre o Diciembre. No
aparece el recibo.
Nuevo intento, llama a una compañera y encontramos una pista
fue abonado en Mayo el primer semestre, ahora solo falta encontrar uno de igual
cantidad. Nada. Otro intento, ha pasado 20 minutos, y por fin encontramos el
recibo, por suerte pagado, había una diferencia de 1 céntimo, con respecto al
anterior. Me facilitan copia de ambos. Una gestión resuelta.
Llego a la delegación de Hacienda con una carpeta de
documentos, aun no están todos, mas creo que el celo del funcionario se excede,
por cuanto me dice algo inexistente que el solo pudo advertir en su observación
en la visita que efectuó. En su apreciación comete el error de lo que no es. Ni
discuto, le doy una explicación lo suficiente clara como para sacarle de su
error, lo cual determina que, aun le faltan más papeles, y sin reconocer que su
vista le engaña, dejar este punto de vista, de su vista, en suspenso. Me
alegro.

Son las 10,45 y paso por la puerta del Ayuntamiento, no me
detengo. Acaso el próximo lunes, un lunes mas que llevaré al inspector, el documento de la vida laboral
de los últimos cinco años,( por mas que no se que tendrá que ver) y que tengo
que pedir, me han dicho que por Internet, acaso sea el próximo lunes, un lunes mas,
cuando se concluya esta minuciosa revisión.
Un lunes mas, y si no tengo ninguna respuesta acerca de lo
de la puerta, que he vuelto a reiterar a la responsabilidad municipal, lo mismo
me acerco a la vuelta, y aunque es posible que sin cita previa, y con tantas
ocupaciones, no se encuentre allí ningún edil, no vendrá mal dejar constancia
de mi visita, para saber en que vía de solución se encuentra lo de la puerta. Y
lo del cafecito.
Sevilla a 9 de junio de 2014
Francisco Rodríguez Estévez
No hay comentarios:
Publicar un comentario