Miente, miente
Decía, en los tiempos tumultuosos, la tonadillera a su
amante cachuli, que para no mostrar debilidad a la canalla prensa rosa, lo
aconsejable era mostrar los diente, “Dientes, dientes, que eso es lo les jode”.
Una frase para la posteridad, digna de incluirse en la mejor
de las agendas. El tiempo a puesto los puntos sobre las ies, y los dientes de
la forzada sonrisa de una aparente felicidad, jodida, naturalmente de tanto
amor, ha pasado a ser una mueca de mascara griega.
Miente, miente, gritan los policías en la puerta del Ayuntamiento
hispalense, desplegando su pancarta. No tienen sus voceríos el seguimiento mediático
que causaba en su día la amplia sonrisa de la pareja a la puerta de donde se
originó la “malaya”.
Seguro que lo que jode, tal como suena, (del latín, futuere)
es saber que, siendo Alcalde se le repitiera antes las cámaras, sonríe, sonríe,
miente, miente, que es lo que les jode, entendiendo que joder según el Diccionario
de la lengua, que queda entre los dientes, es fastidiar.
Así la policía jodida, o fastidiada, tal vez molesta, por
las sonrisas “edilica” que evidentemente no son soluciones, como que no tiene muy seguro si los dientes del Alcalde marbellí, confirmado en los
tribunales que durante años se llevó miente que miente, y algunas bolsas de
basura, negras como la de los “bermejales”, tiene parangón en esta, por lo que ya hace tiempo que comenzó
a crearse la desconfianza que los ciudadanos tienen con los que mienten una y
otra vez, saquen los dientes, o te ofrezcan la sonrisa, para mentir, y mentir y
volver a mentir.
Llevar mas de tres años, jodido, entiéndase fastidiado, y
pensar que no te miente, diente, diente, tener el convencimiento de que el sabe
perfectamente que la puerta es una obligación establecida por la Ley , y que esta se incumple intencionadamente, es cuando
menos cosa de diente, diente.
Llevar mas de tres años sin una puerta que eso si que jode, entiéndase
que arruina todas las intenciones, sabiendo que esta puede tener una solución
seria, y sin sonrisa, pero no deja de ser una mueca de la mascara histriónica.
La policía grita miente, miente, pienso que deben de tener
sus motivos. El caso es que después de mas de tres años llevo apretando los
dientes, y como que no se, por el momento, que mas puedo decir de lo de la
puerta.
Sevilla a 25 de Junio de 2014
Francisco Rodríguez Estévez
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