Baile de números
Por esta vez no serán numeros de cuentas, de esas cuentas a las que tanto les bailaron los números que con tanto meneo,de los 33 previstos, que no fueron pocos, se llegaron, como si se tratara de una subasta de bonos del tesoro al mayor interés de la deuda,con prima de riesgo incluida, nada menos que a los 123 y eso con fecha de San Silvestre del año preinaugural, por mas que las puertas se abrieran pasada la Esperanza.
Es el caso es que de que las pocas noticias que recoge la prensa del acto llevado a cabo en Marzo de 1949, año en el que lo de la Encarnación tiene inauguración de la placita con fuente, año en el que tal día, la escultura de Vasallo, puede verse en la foto existente, que aun no ha sido colocada, motivo acaso por el que parece poco probable que pudiera ser encargada en 1946, tal como dice la pagina de wilkipedia, pues en esos días aun no se prendieron las cajas de maderas que motivó el fuego de parrilla, de salida naturalemte, que vino de perilla al Consistorio para acelerar la de los mayoristas, minoria en su conjunto, para que se marcharan al nuevo mercado de entradores que les había construido ex profeso, nada menos que el día 14 de Abril de 1947. Una fecha definitiva que no tuvo la duracion de la eterna provisionalidad de la Encarnacion, pues apenas alcanzo cumplir los 33 años.Quien lo hubiera dicho.
Otra fecha significativa que hace dudar, por aquello del baile, pues cabe suponer que el arquitecto de aquel enorme edificio, lonja ejemplar, debió de comenzarlo al menos dos años antes, teniendo en cuenta lo que se tarda en esta ciudad en hacer un mercado, y sobre todo, si tiene que llamarle así a lo de la Encarnación.
Y entonces, viene de nuevo el viejo baile de números, especialmente cuando se desconoce la fecha de inicio de las obras de aquel nuevo mercado de entradores viejos, fecha que debe haber constancia en archivos de edificaciones,y parece que por la proximidad al “barranco” es motivo por lo que se encarga hacer este edificio en el solar de la que fuera cárcel del Pópulo. Soleá, dame la mano.
Quiere decirse que cuando menos el encargo debió hacerse, a mi parecer, en 1945, seguro que deben de existir los datos en algún legajo del colegio de arquitectos de la ciudad, pero lo que sorprende es que en esa fecha, y despues de muchos intentos,ya se debía de tener la conviccion en el Ayuntamiento de llevar a cabo definitivamente el viejo proyecto de los ensanches nuevos, en especial el del eje Este-Oeste, puerta Osario-Puerta Real, y que dificultaba, tras la actuación ya realizada en el ensanche de “la campana” y el de “laraña”,nada menos que la estrechez de “imagen”, el tapón del mercado (condenado hacia años) y toda la fila de casas de la acera de San Pedro a Santa Catalina, pues era improbable que se tocara el edificio del los juzgados.
El baile de números hace ver que si efectivamente en 1946, el escultor tenia realizada la pieza, según lo poco que se conoce que haya escrito, que otra cosa es documentado, al respecto, ya sea obra realizada, ya sea obra encargada, y por otro lado, y según se puede ver en la foto inaugural de la fachada Sur, esta escultura no se encuentra colocada en Marzo de 1949, lo mismo se nos descubre, con la numerología el misterio, y ocurrió que el escultor tenia la obra, en su estudio, obra por colocar, obra monumental de tamaño superior al natural, y encontró la salida idónea de la misma precisamente en lo de la Encarnación, acaso por amistad del responsable tecnico, nada menos que en la fuente que dispusieron los arquitectos municipales, como fachada sin puerta,(cosa intencionada), evidentemente sin protesta de los placeros, de una actuación llevada a cabo naturalmente después de un incendio (1946).
Es esta fecha, la que marca el inicio del final, pues del avivado fuego de toda la madera de los cajones almacenados, se pasa a un derribo controlado, del que se tiene constancia gracias a las tres fotos existentes, donde pueden verse los rejales de ladrillos apilados, y las vigas de maderas alineadas en pirámide, para un posterior uso. ¡Cuanto corrían aquellos albañiles de entonces!
Parece que poco mas de dos años llevó la obra, pero no tenemos constancia de por cuanto salió aquello, por el contrario si existe el dato de que para pagar al escultor su obra, los vendedores del mercado tuvieron que hacer aportación al parecer “voluntaria”, y se desconoce de totalidad, si la desviación pudo pasar, como pasa con las deviaciones, de las 33 a las 123, (justo a la complicada fecha 14 de abril de 1947)en la que se inicia el exodo, que alcanza a nuestros días, con la marcha de aquellos mayoristas, pues aun faltaban nada menos que dos años para que se pudiera inaugurar la plaza con su fuente, aunque no estuviera colocada la diosa Ceres en la hornacina de aquella, que sustituyó a la puerta Sur de la mutilada plaza, desde entonces inexistente. Pero es que lo pero estaba aun por llegar, y en 1973 vino lo del derribo, la diaspora, y las provisionalidades y con ellas el abandono de la desaparecida Ceres.¡Salvese quien pueda!
Los eres vinieron con los años como las setas, mucho mas tarde, como llegaran con seguridad algun día las fotovoltaicas para la sostenibilidad en esta que llaman vanguardia, patochada, e inclusive papanatismo que de todo se ha oído, y es que como todo, que todo llega, hasta llegára Ceres. Lastima que se tardaran tantos años, pues no todos llegaron a este.
Sevilla a 11 de Agosto de 2011
Francisco Rodríguez Estévez
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