martes, 23 de agosto de 2011

AutoMONOS, (Cuento de cuentas)

Indignado

Uno se lleva toda la vida haciendo cuentas, como una lechera camino del mercado, pensando en un prospero futuro, y la vida, rompe las cantaras, te va haciendo otras.
Con la jubilación a lo lejos cabía pensar en reunir algo, a ser posible del ladrillo en alza, con lo que contar para cuando llegara el momento, pues era evidente que los autónomos, tiene que cotizar lo que muchos negocios no dejan, para alcanzar ese mínimo que les permita vivir en la miseria.
Lo peor ha sido, hacer la prueba del nueve en la operacion, y caer en la cuenta de que puedes hacer cuantos números quieras pero que la cuenta no sale, pero además no están hechas para que salgan, por mas que el ministro del trabajo, el de economía, y el propio presidente del talante para el bienestar social si hace falta, y quien dice, los consejeros, de trabajo, de economía y comercio, y hasta el propio presidente de la comunidad autonómica, digan lo que dicen del bienestar, de los logros sociales, y otras actitudes beneficiosas para los mas desfavorecidos, que imagino serán familiares.
Hacer cuentas de autónomos nos lleva a una situación bastante penosa, por más que hasta se le tenga que agradecer a los gobernantes del bienestar social, que gracias a las disposiciones transitorias adicionales, existe la ayuda de una benéfica compensación cercana a los cien euros, con el fin de evitar las desigualdades, pues la pensión, en caso de adelantar la jubilación, con treinta años de cotización minima de autónomo, apenas supera los quinientos.
Con estos datos las cuentas son demoledoras, no es posible la jubilación ni después de treinta años de cotización, pues harían falta cinco mas para obtener prácticamente la misma cantidad, con la que ya seria difícil ser admitido en ningún asilo.
No se que cuentas hacen estos políticos de grandes sueldos y mejores dietas, y suntuosas y vitalicias pensiones, pero desde luego esto no está bien distribuido.
Ahora que llega el tiempo de los indignados, la indignación me alcanza de lleno, cuando hacia cuentas, y planes, por aquello de la jubilación a los sesenta y siete años, pensando en que se podía adelantar en lo posible un par de años, para lo cual estaba contando con la ayuda del patrimonio inmobiliario, y lo que se obtuviera por el traspaso, lo mismo salían las engañosas cuentas, pero que por el momento, ni a la baja hay forma de hacer nada efectivo.
Aun indigna mas saber que con las cuentas hechas, con estas cuentas, se llegará a los sesenta y siete, y cuantos mas años la vida te permita seguir en el trabajo, ese que no puedes dejar y que al menos da para vivir, por lo que llegado a este punto de indignación lo sensato es que no conviene hacer cuentas, pues puede suceder que cuando llegue el día que no puedas trabajar, lo mas seguro es que te muera, pues será harto difícil vivir con la mísera pensión que dispusieron aquellos que hicieron sus cuentas sin tenerte en cuenta, y lo peor es que por mas que te indigne, con tantos autónomos como hay, que estas cuentas de hambre se consientan.
Sevilla a 23 de Agosto de 2011
Francisco Rodriguez Estevez

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