jueves, 31 de enero de 2008

PALABRAS MEDICAS (Como las guerras)

Informe del corazón

Todos sabían que era grave la situación, que venia de largo, pero nadie se atrevió a meterle mano. Aunque hubo tiempo, las prisas llevaron al doctor a tener que tomar la más drástica de las medidas, pues ya no era cosa de andar con enemas y parches Sor Virginia, viendo el cariz que estaba tomando aquello después de siete largos años de evacuaciones.
La operación parecía inminente pero se demoraba esperando ese informe del centro neurálgico, paso a paso, y de paso conocer el transito, las paradas, las vías, visto que si fuera necesario se tendría que realizar a corazón abierto.
De que existen técnicas menos invasivas tampoco hay duda, pero son mas complicadas de llevar a la practica, a fin de cuenta el diagnostico, al menos el doctor, lo debía de tener claro, cuando dispuso,-Hay que abrir todo esto, sin que le temblara el pulso.
Una intervención de las de caballo, pues basta ver las profundas heridas para darse cuenta, a primera vista, del riesgo a la que esta sometiéndose, pues son tan evidentes que esto no admite discusión, otra cosa es que con las medidas tomadas, la mejoren.
La callada mariana tiene muy malita cara, en esta operación vital de plástica avanzada, como cura rejuvenecedora, que no va a haber ni quien la conozca.
Cuesta comprender, aparte de los emolumentos, que, si estuvo hasta la fecha en una situación “controlable por un pequeño y selecto grupo”, imagino de especialistas cualificados, que se haya cambiado al grupo, por otro que adquiere experiencia a pasos agigantados, cuando no se cambia el tratamiento.
No seré quien contradiga al galeno en su diagnostico, pero al menos que se me explique, como que no sé para que quiere llevarla a toda costa “al sueño”, seguramente inducido, como el coma, si advierte “que sestea en el sopor que le entró hace muchos años”, de cuando el evento.
El doctor tiene su criterio, y como no esta la cosa para una segunda opinión, con la urna en la puerta, uno sana, dos te mata, tres te remata, al menos puede compartirse “que esto no está como antes”, aunque puede discutirse aquello de que “se le ha puesto fin al vuelva usted mañana”, es de suponer que a recoger las recetas. Mañana, es hoy.
Dice mi amigo Miguel, que la atención de un relato está en los primeros párrafos, estos los he sacado de un tostón propagandístico, pero tiene el interés de algo en lo que estoy totalmente de acuerdo, pues se reafirma en eso que no debemos de olvidar, ni para bien, ni para mal, pues los sesenta y ocho millones de euros son suficientes razones para que no caiga en el olvido, de que toda la responsabilidad, en esto de la modernidad “del puerta, puerto, plaza, mercado, estación, y aeropuerto”, y aunque se le olvidara, museo, restauran, botellodromo, azotea, y la energía solar, en esto de la Encarnación, es totalmente del autor de la proclama sanatoria. Así se desprende del informe del corazón, tras la prueba de la anestesia.
Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla a 11 de Agosto de 2006

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