domingo, 20 de enero de 2008

La energia olvidada

Campaña de setas

Ocurrió cuando llegó por aquellas tierras el solsticio de invierno, justo el día en la que en esta se prepara la Navidad esperando que la suerte ruede para que el azar cambie la vida de sus elegidos.
Era el día previsto, sin aplazamientos (como los de la Encarnación), en el que quedó inaugurado el gran casino de Macao, ciudad del juego, donde este está permitido y que alberga varias decenas de estos establecimientos. Dos años, (tantos como la demora que acumula lo de la Encarnación), dicen que han tardado en hacer este edificio monstruoso, (por no decir colosal), debido a que genera la perniciosa ludopatía. Era evidente que, donde hay tanto en juego, nada quedara para la improvisación y menos, en manos del caprichoso azar, por lo que los plazos previstos se cumplieron con exactitud, no sin cobrarse varias victimas, seguramente, por aquello de la velocidad antes que la seguridad.
El gigantismo de esta construccion de fungiforme estilo,(como lo de la Encarnación), nos hace pensar en esa moda hongo de arquitectura globalizada, donde la clonación de setas, champiñones y phaloides, aparecen como la vanguardia de una modernidad, que acaso estuviera inspirada, como lo de la Encarnación, en las higueras (Ficus) de San Pedro, pero mas parece que este hongo asiático “supermegaguay” por la magnitud de su volumetría, que se diría que su idea hongo le vino, al ocurrente, del cielo, como regalito de un Enola Gay, que no es un saludo mariquita.
El revestimiento utilizado para esta catedral del juego, (que no es de madera como lo de la Encarnación), dice la información, que fue minuciosamente estudiado y por tanto se tuvieron en cuenta todos los factores de riesgo, por lo cual se decidieron por el vidrio reforzado con calentura, que no es que el soplador de la Trinidad tuviera cuarenta de fiebre, ni que eso fuera algo que hay que desfogar como fiebre del sábado noche en el botellodromo, si no un método de fabricación.
Para el soporte, una complicada estructura, teniendo en cuenta que la superficie es cinco veces mayor que lo de la Encarnación, y su altura más que considerable, al no tener edificio del siglo XVI que por su protección se lo impidiera, está realizada en aleación de aluminio.
Llama la atención que, donde tanto dinero corre, han instalado para el ahorro, por el gran consumo eléctrico, los convenientes acumuladores de energía solar que recogen los paneles al efecto, y eso en lo de la Encarnación parece que no han caído en la cuenta, pues lo que cuenta, es que sin prisas, pero sin pausa, haciendo las cosas despacio, y bien, bien por seguridad, bien por lo despacio que vino la noticia, (dos años de demora acumulada), de lo de la cubierta desplomada, de similares características, a la que por lo generado no se instala, como tampoco las celulas fotovoltaicas, en esta Encarnación a la que llamaron de las urgencias. Pero eso fue, en la última campaña, y, hace tanto.
Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla a 12 de Enero de 2008

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