lunes, 31 de diciembre de 2007

Con toda mi pena

El capullo fértil



La callada mariana, cual baronesa atada en los arces para defender el verdor que refresca donde se guarda el pictórico legado de su amadísimo esposo, grita la barbarie de una tala desatando su encadenada lengua.

Pocas plumas se han quedado, en esta ocasión, sin hacerse eco del devastador ruido de las motosierras, desparramando los muñones arrancados a unos troncos que no pueden gemir las mutilaciones que sufren, dejándoles sin sombras, ni genero de dudas, convertidos en tocones.

El toco mocho es un timo, lo que tocase Midas se convertía en oro, lo que tocaba David era el arpa, el toqueteo es un riesgo, pero también hay toques de distinción, de atención, de fajina, e incluso toques con clase.

Roto el voto de silencio, la callada, fastidiada, cual Juno copulada por la fertilidad del brote rosa, lanza su alarido en la torpeza de un ayuntamiento que la destroza con sus violentos juegos de pareja.

Junta patrimonio en sueños felices, para esto. En el haber, lo patrimonial, no se casa con nadie, pero devaneos gozan en la separación de bienes.

Dieciséis de Abril de 2002, diecisietes pseudo acacias en flor fueron arrancadas de cuajo con alcorques, acerado y parte de la calzada incluido, impunemente, dejando a la colonia de vencejos sin sus céntricos niditos de amor, pero eso fue hace mucho tiempo, cuando no se tenia tanta sensibilidad verde,( mucho antes de lo de los castaños de San Telmo y los naranjos del Palacio), sin que se escuchara el mas mínimo quejido ni de propio placer, tal vez porque las arrugas de sus cortezas, insensible piel con marcas de amoríos en corazones atravesados, fechas de rosas y sueños, rodeaban el baldío de un solar, cuando en otro tiempo fueron elementos de belleza, de dulce umbría, parasol natural en los estíos, pero que estorbaban,( por lo actuado), para mantener el recuerdo de unas alineaciones de siglos, que fueron conservadas gracias a la demolida plaza de abastos, sin levantar sospechas insidiosas.

En la Encarnación, lo de la Hispalis in situ es una evidencia del acuerdo marital, como decía Riky en Monipodio “Vamos a llevarnos bien, lo que hay que llevarse”.

Visto que sin acacias no se tendrán sombras, ni estación de lo del metro en el metropol, que lo del tranvía es más peligroso que una catenaria pelada,( que accidentes hailos), y como no sería decoroso que las phaloides formas se conviertan en símbolo de la Encarnación, por aquello de los tocones y las elecciones, bemoles apartes, cabe preguntarse si para evitar tanto embarazo en las uniones incestuosas, como lo de Juno con su rosa, si sería conveniente ponérselo y seguir, o dar marcha atrás al final, que es cuando da mas coraje.
Aunque jodida, la callada mariana al menos grita, menos mal.

Francisco Rodríguez Estévez
9 de Mayo de 2006-05-10
El día mas negro de mi vida.

De como justificar el jornal (Cuando está todo inventao)

Repeluco



El adn traía un helado repeluco en su interior capaz de poner la carne de gallina, como la piel sensible, cuando se llega a leer en su interior que la creatividad en la gestión de las plazas municipales, necesitan disponer de un nuevo reglamento, dice quien lo dice, que con otros argumentos más actuales. Me lo temía. No cabe duda de que a partir de entonces las plazas de abastos, tan abandonadas como amordazadas, serán pues, con este nuevo reglamento, altamente competitivas. Cuestión de esperar.

Por todo se estudiará las causas para que el actual, que debe ser retirado, haya tenido una duración tan corta, pero lo suficiente como para advertir que ha sido casi en su total articulado incumplido por esa delegación que le cree caduco, más que molesto, dejando entrever que en el moderno se reforzaran las medidas disciplinarias y sancionadoras para los comerciantes, en detrimento de las dinamizadoras y formativas. Que se le va a hacer.

Así pues libre los pasillos de cajas, las ventan prometen, como el nuevo reglamento, crear las condiciones para que estos singulares edificios, de propiedad municipal, queden convertidos en emporios de riquezas para que dinamice todo el tejido de la trama urbana de su área de influencia. ¡Toma ya!.

Lo peor será lo del horario flexible, mas acorde con los nuevos hábitos de compras de aquellos clientes que tienen otras opciones en sus preferencias, al que dicen se adaptará esta panacea de artículos, es de imaginar que se tendrá en cuenta los logros de los trabajadores en cuyo caso el mejor indicativo sería el que los servicios municipales establece, a menos que con el nuevo reglamento se pretenda tener uno donde el descanso sea imposible. Basta saber que en muchos casos la jornada de trabajo de los vendedores de mercado, no empieza en horas de negociado, pues los negocios comienzan en las madrugadas para realizar las compras, y acaban sobrepasando las tres de la tarde, con lo cual no están los cuerpos para pedirles exigencias con obligaciones, que bastantes se tienen, como para freírles.

Lo que no estaría de más, es que es se estudiara, antes de que llegue el calor, en lugar de reglamentos, la posibilidad de bajar algunos grados en la temperatura que hay que soportar bajo las horneantes chapas de la provisionalidad en esa Encarnación de despropósitos, so pena de que cuando emerjan las phaloides amanitas, para engullir a los que resistan, quede alguno sin asar.

Francisco Rodríguez Estévez
-Sevilla 2 de Mayo de 2006

domingo, 30 de diciembre de 2007

Ben Baso, un ejemplo a seguir

jueves, junio 22, 2006
Premios Ben Baso y Piqueta

La Asociación de Profesores para la Difusión y Protección del Patrimonio "Ben Baso" ha instituido los siguientes Premios para reconocer las diferentes actitudes en relación con el Patrimonio. Los candidatos han sido seleccionados finalmente entre una terna de diferentes propuestas que han sido votadas por los socios y socias de esta Asociación y cuyo resultado es el siguiente:


I Premio "Ben Baso", para reconocer la actitud más comprometida y constante en la Defensa del Patrimonio en el último año, a D. Francisco Rodríguez Estévez, placero del Mercado de la Encarnación. Por su denodada y numantina defensa del solar de la Encarnación, año tras año, reclamando soluciones para el mercado, denunciando actuaciones en este espacio, casi siempre en solitario, y de una manera incansable, manteniéndose fiel a sus intuiciones e ideas como un “actual Quijote de lo gratuito” (cita de Miguel Torga, Portugal). Para nosotros, Paco, y su colección de más de 1000 cartas enviadas a los medios de comunicación, sus maletas llenas de recortes de prensa y proyectos y, fundamentalmente, su amor por un modelo de mercado en la Encarnación, a escala más humana, más de barrio, alejado de la extraña y costosa megalomanía del Proyecto Metropol-Parasol y siempre, tremendamente respetuoso con los restos arqueológicos, representa un ejemplo de ciudadano comprometido con el Patrimonio

Los milagros

El volcán





(Donde dije digo, dije Diego, es un celebre dicho para rectificar sin hacerlo aprovechando el parecido fonético)



Aquella bulliciosa ciudad está más que acostumbrada a las zozobras que, en cualquier momento, puede depararle el monte que la preside, aunque si bien este puede parecer adormilado, en sus ensoñaciones de humos, no deja de ser una amenaza permanente.

Sus resignados y laboriosos habitantes, al menos, viven tranquilos sabiendo que tienen el remedio perfecto para evitar su imprevisible cólera, y se encomiendan a San Genaro para que le apacigüe y les libre de los estragos de una caprichosa naturaleza.

Es un buen presagio que su sangre solidificada, dentro de una ampolla de cristal, se vuelva liquida a la vista de propios y extraños. Por un año más se acabó con la preocupación latente, y la tranquilidad volvió al cumplirse el portentoso milagro.

Esta otra, es llana y, excepto el gurugú, lo más que tiene son dos cuestas; la de entrecárceles hasta pescaderías y la del bacalao, donde las fumarolas tan solo pueden provenir de los incensarios cofradieros. El monte es de piedad y como no está libre de incertidumbres, el trabajo no se le pide al INEM, pues siempre se confía a la buena mano de San Pancracio, y el esperado milagro, está en que algún día se construya el mercado de la Encarnación.

Cierto es que las plicas de oferta se abrieron justo el día que San Genaro, y una vez más se volvió a licuar su sangre y el pulso del pequeño borbotón comenzó a latir acelerado. El caso no era para menos, puesto que en este 19 de Septiembre, tuvo la casuística de las fechas, en esto de la Encarnación los mejores augurios, vistos los anteriores, y apareció el peri-c-7.

Ni que decir tiene que, a la larga lista de benefactores, hay que incluir los poderes inequívocos de este santo que ejerce sus efectos cuando la cosa está mas caliente que las chapas del provisional en pleno Agosto, y es capaz no solo de enfriar al emblemático monte, sino de dejar helado los flujos hemáticos de todos los agnósticos.

Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla,20-9-05

Un día de Feria (con nocturnidad)

En cuarentena



Desde que se le metió mano, rompiendo el tedio que le acumularon los años de olvido, al solar de alineaciones medievales y acacias, que tuvo plaza de abastos como cancerbero del pasado, cuando irrumpieron en festivo y folklórico día de aquel Abril, para realizar lo que llamaron cajón de obra que se llevó por delante además de las frondas florecidas, el acerado perimetral, (sujeto a normas), parte importante de la calzada de asfalto, y otra no menos sustancial de la genuina plaza de Regina, como si nada, nos han pasado cuatro años.

Cinco abriles de cinco Primaveras a cuál más desconcertante, en los que cada uno aportó su zozobra con más sorpresas que realidades, colmatando el tiempo de patochadas, cuando no con la patraña.

La Encarnación, en especial su plaza de abastos, la que permanece arrinconada en el nordeste, no en ese, no en aquel, no parece preocupar a nadie su lugar, pues pasó inadvertidamente de ser causa de todo, a convertirse en un baladí complemento, eso sí, algo molesto, de lo que se quiere sea un icono insufrible, por cierto carísimo y para gustos extraños, en el que encontraron la solución prevista para unos comerciantes con poca información, despreocupados por la confianza que les ofrecen unas palabras dadas por la responsabilidad política del momento, y que por su conformismo, parece que aun desconocen lo que, en manos de un inversor adjudicatario, les aguarda.

A poco que sucedan las mas que temidas previsibles cuentas, (con la posibilidad de que aquello sea engullido por un pez mayor), puede verse un ejemplar de los de aupa, con lo cual nada extrañaría que la ciudad quedara sin el prometido mercado emblemático, ese que el Sr. Alcalde aseveró en sus declaraciones que había que mimar muy mucho, cuando liquidó el proyecto de la Guerra, el de los aparcamientos, que defendía su delegado de urbanismo. Lo que son las cosas.

Hace años que pongo en cuarentena todo lo que parte de la responsabilidad, cuya credibilidad decrece hasta desaparecer como esa Hispalis del solar, que por cierto tenia exposición anunciada, tal vez con lo que quedó del in situ, cuando pasó la selectiva criba documental, en el marco del Salvador recuperado. Pero que más da.

Francisco Rodríguez Estévez
-Sevilla 18 de Abril de 2006

Un aseado servicio

Política



En mis manos cayó un viejo libro de ciencias políticas, seguramente editado en un tiempo sin libertades, pues carecía de la hoja de la fecha de edición.

Parecía ser un libro de texto de Universidad. En el se describían utópicas reflexiones, lo que me permitió hacer las mías cuando leí aquel párrafo en el se justificaba el deseo legitimo de alcanzar el derecho individual de cada persona para lograr un puesto de gobierno en democracia. Decía que para ello bastaba tener la preparación suficiente para el cargo que se propone, la responsabilidad del ejercicio publico, y el respaldo de los ciudadanos. Por un momento imaginaba un pueblito pequeño, donde todos conocen a todos, donde sería fácil saber de la honradez del candidato, de sus pretensiones, de sus ideas, de su preparación, de su dedicación, de su firmeza y sus debilidades, de sus convicciones.

Mas adelante calificaba de ambición al legitimo derecho de quien pretende permanecer en ese lugar, que algunos llaman privilegiado, siendo un lugar de servicio a la comunidad. Y por ultimo poco menos que una abominación aquellos que deciden hacerlo a toda costa, queriendo perpetuar su abnegado servicio, impidiendo que pueda producirse una alternancia, como “higiene” política de una posible corrosión de tanto tiempo en el desgaste publico.

Similares palabras, las llegue a oír en boca de quien ocupo relevancia en la vida publica, cuando era un joven prometedor, “ el poder corrompe, el poder total corrompe totalmente”, y aun sigue en la casa de los leones.

¿Pero a que se podría dedicar, quien durante tanto tiempo deja de ejercer su profesión, como profesor, medico, abogado, perito agrícola, historiador, geógrafo, maestro de escuela, periodista, para dedicarse, normalmente de forma ocasional, a la gestión publica?. Una tentación de difícil rechazo. Pero, acaso deleitado por el efecto de la experiencia, como pretende la sociedad que abandone todo aquello y se reintegre, primero poniéndose al día en su abandonada profesión, y luego enfrentarse al escueto sueldo de antes, olvidando el caudal que regaron los cultivos de tan fértil huerta.

Cabe suponer que la referencia a la “higiene”, no era la que lleva al aseo con ese escaso liquido transparente, inodoro e insípido, por mas que se laven las manos.

Sevilla a 18 de Enero de 2006
Francisco Rodriguez Estévez

Palmeras (Navidad del 2005)

La idea, la ocurrencia



La idea de colocar unas palmeras de plásticos en una plaza que jamás tuvo una amable sombra vegetal, nos da la oportunidad de ver, con el experimento, el resultado sin tener que esperar que germinen los huesos de dátil, y su lento crecimiento.

El efecto conseguido, con el costo de una gaseosa, hubiera sido peor si para ello se sacrifican dos ejemplares del huerto del cura. Así, la idea, puede parecer buena, mala, e indiferente según de donde provenga, pero a fin de cuentas es algo subsanable. Pero aquello no pega tan solo porque que las altivas datileras ((Phoenix dactylifera), sean de plásticos, al tratarse solamente de un soporte lumínico, un adorno efímero, tal como una portada de feria que puede desmontarse, y aquí no ha pasado nada.

Desde la responsabilidad de Patrimonio se ha dicho, y muchos ojos le oímos, que viendo aquello no acababa de encontrar el calificativo, para que en esta ciudad monumental, se colocara aquello, que no deja de ser una iniciativa, una idea, un adorno comercial con fecha de caducidad, cuando si mirara a su alrededor vería otras que avergüenzan bastante más que las plastificadas hojas de dos palmeras, libres de sombras, en la umbría de la panadera plaza de los orfebres.

Ojala se pudiera realizar en cartón piedra la epatante cubierta, para ver el efecto que causan aquellas amorfas formas en los cielos de la Encarnación, plaza que siempre tuvo pseudo acacias en su perímetro, para no tener que padecer de por vida los resultados de la ocurrencia, internacional por supuesto, y así se evitaría a la ciudadanía de tener que contener viendo la cosa sus calificativos.

Francisco Rodríguez Estévez
-Sevilla-22-12-05

El sueño inducido

Coma

Cuando una ciudad es indolente ante las circunstancias que le afectan, y no tiene capacidad de reaccionar, salvo un leve lamento acompañando las lagrimas de sus silencios, solo cabe esperar el milagro.

Los vellos como escarpia se vuelven al leer las declaraciones de un hombre que súbitamente salió de un profundo coma que le tuvo abatido y postrado, en tan vegetativo estado, por un periodo de cuatro años. Su dolor, expresado en sus palabras, fue que, aun siendo una piltrafa, conservaba la capacidad de pensar y de oír, pero que no podía hacer nada, salvo llorar.

Cuatro duros años sabiendo lo que su alrededor sucedía, conocer las vigilias, los cuidados y los desvelos de la familia, escuchar los piadosos comentarios, someterse al aseo intimo y la alimentación nasogastrica saturada de medicamentos, en un inmóvil calvario de un tiempo infernal del que por fortuna, gracias a Dios había superado, aunque no le quedaran lagrimas.

Hay ciudades que también lloran cuando el coma de la mala suerte las vacía de almas, y le aparecen las hambrunas que las guerras y las catástrofes les producen. Otras lloran su pretérito porque en su coma consciente mantiene la esperanza de volver ha ser ellas misma otra vez, y algunas que pone los medios para evitar caer en ese estado y dejan de llorar para recuperar el tiempo perdido.

Esta empezó sus lamentos hace cuatro siglos, cuando un ciclo de enfermedades le diezmaron su población, y posteriormente se mantuvo impávida cuando Carlos III la dejaba sin el poder económico de la Casa de Contratación con las Indias. Desde entonces, en un querer y no poder, se mantiene milagrosamente en un continuo lamento de ayes, de ayeres mejores, y llantos por el cierre de sus fabricas, de su industria, sus cultivos y, en una autodestrucción de su pasado, de su caserío, sus cafés, sus tiendas, sus librerías, sus cines, sus droguerías, y sus mercados, acabará por dejar de ser ella misma para convertirse en un parque temático de grandes superficies que se la coma.

Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla 12 de Ocubre de 2005

Carcel de oro

1. Penal

Donde venden el dinero, que se llamaba taberna argentaria, ahora le dicen entidades, para los muy tieso, caja, ya que iniciaron la actividad a la puerta de los mercados, antes macellum, que eran donde los macellarius ofrecían los alimentos, que sin disponible no había tu tía, y de eso se aprovechaban.
Ese glomero de tenderos que ocupaban el espacio mercantil al uso, antes, se llamaba plaza de abastos, luego, mercado, y a sus tenderetes, que se le dicen puestos, a estos establecimientos, antes eran denominados cajones. Al despacho del pescado tarima, y a los de las carne tabla. Al final se acaba en madera, como las setas de la Encarnación, antes mercado.
Tuvieron los penales de esta ciudad la suerte marcada de acabar siendo, como legado de Roma, macellum, o banca. Es evidente que el destino depara estas cosas, pero no con la misma suerte.
No sé si todavía se esta por conservar la 5ª Galería de la cárcel de Ranilla, donde para el análisis etnologico, tanta historia al parecer existe, si bien con las remisiones, el dato constatable indica que ningún penado llegó a cumplir treinta y cinco años de condena. Lo que parece cierto es que se conservará, dicen que por su valor arquitectónico, el edificio de lo que fuera la comisaría de la Gavidia. ¡No te digo Salinas! Igualmente sucederá con el edificio del mercado de la Puerta de la Carne, hoy instalado provisionalmente, como lo de la Encarnación, prestando sus servicios en el andén, bajo la cubierta epatante de lo que fuera la estación de Cádiz. Son dos ejemplos de edificios salvados por distintas suertes, lo mismo espero para la amenazada Trinidad.
La Encarnación nunca fue cárcel, aunque un día del Corpus fuera cadalso, pues no era plan de demorar el ajusticiamiento, y menos, desmontar los palcos de la Plaza San Francisco, sin embargo, la Historia revela, aparte de ese punto negro, que siempre tuvo algo místico, desde la paleocristiana, los altares romanos, la madraza coránica, el beaterio de excomulgadas, convento, iglesia, y palacio, que quedaron convertido en solar en tiempo del francés, hasta que los vendedores cogieron sus cajones y lo convirtieron en plaza de abastos, pero nunca jamás se pago una condena más alta, a treinta y cinco años se elevaran las provisionales, que si llegan a ser definitivas no quedaría nadie para contarlas.
Este dato, puramente etnologico para su estudio, puede ser tan valido como cualquier otro, como para que un lugar tan interesante, tan singular, ejemplo del cooperativismo en un régimen dictatorial, paradigma de la arquitectura efímera, único en su estilo, documentado y datado en el tardo-franquismo, reducto infame donde fueron hacinados los vendedores expropiados con el fin de que estos alcanzaran el cenit del eudemonismo en un mercado moderno, sea por su historia conservado.
Por una vez se cambió la suerte y el mercado quedó convertido en penal.
Las asfixiantes chapas, como un horno, que guardan mil historias junto a los centígrados que irradian el calor en el interior de esa sombra, como si de una cárcel se tratara, se perderá, de no conservarse, y las generaciones futuras, no podrán creer nada de lo que se les diga, a menos que puedan comprobar in situ como fue un increíble modo de vida, que resulto ser una condena.
Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla 1 de Agosto de 2007

Un caro columnista

La definición



Aunque pueda parecer cosa rara donde las haya, por estas cosas que leen, tuvieron a bien concederme un premio. Dijeron que era el reconocimiento de aquellos que valoraron el esfuerzo realizado para mantener la vigilia de una Encarnación a la que dejaron dormir, y la vigilancia continuada, cuando llegado el tiempo del sueño, la despertaron con el espanto.

Un inútil merito cuando, por increíble que pueda parecer, las setas están siendo plantadas en terreno abonado por la historia, pero no para recordarnos un periodo rosa, como a Picasso, pues las amargas setas crecerán para que no olvidemos el terrible “síndrome de Boabdil” que tanto gusta sufrir como penitencia.

Genuino padecer es en la callada mariana el llamado lamento de barra, de no ser así, escucharía las indicaciones para evitar el dolor de los recuerdos que se pierden en los olvidos. Pero entonces de que se hablaría.

Vino a verme un famoso columnista, reconocido escritor, galardonado mil veces, para decirme que malgastaba tiempo y talento, que en las setas no cabía mas literatura, sino algo mas contundente. Siempre de prisa, tuvo a bien dedicarme unos minutos para contarme un hecho real, por si me servia de algo, que en su talento hubiera quedado sembrado.

El caso es que sacando del bolsillo un trozo de papel con innumerables anotaciones, acabó mostrándome lo que a su juicio era la frase, de todas las que tenía recogidas, que mejor definía a esa plantación de setas que le están poniendo a la Encarnación.

Me dice que se la escuchó a un hombre mayor, bien pertrechado, y que tenia un andar dificultoso, justo fue a cruzarse con el a la altura de lo que fuera la tienda de “Los Lobitos”, que se la tragó el enorme socavón, como a tantas otras, siendo por el momento la ultima “La Central”, la que cierra la larga lista. Pues la frase que aquel hombre exclamo espontáneamente, que así me lo contó y así lo escribo fue “¡Que canallada!

Ni que decir que me reservo tener que poner en vuestro conocimiento todo lo que personalmente he escuchado a cuantos al pasar por allí definía esa cosa, que ni los candidatos se atreven a poner el freno. Lo cual me recuerda a las afirmaciones del tiempo de los sótanos, cuando aquel urbanismo que ahora llaman oscuro, decía refiriéndose a la Encarnación, “esto no hay quien lo pare”. Pero se cambiaron los socios y se dio el pacto, Alameda, ¡Ay Alameda!, y Encarnación, y con el llegó el escándalo.

Francisco Rodríguez Estévez

1 de Mayo de 2007

sábado, 29 de diciembre de 2007

Rubricas para un compromiso

Las firmas



Si no fuera por que lo viví en mis carnes, diría que me parecía mentira que existiera ese desconocimiento generalizado de lo que acontece en la Encarnación, a pesar de toda la información que este tema ha tenido en los medios, para que costara tanto conseguir de los transeúnte del paso por el lugar, una firma solidaria para que otra Encarnación sea posible.

Lo cierto es que, en la mayoría de los casos, el viandante que observa la maquinaria agujereando el solar, una vez que han retirados “esos cuatro ladrillos” de unas ruinas antiguas, cree que lo que se está realizando allí es un aparcamiento subterráneo, para, una vez concluido, edificar en superficie un gran mercado moderno. Triste realidad.

Cuando se les informa la importancia cultural y patrimonial de conservar aquello que quedó de la Hispalis, además de su estudio; que el gran mercado se convertirá en una extravagancia híbrida, puesto que será privado y de tamaño reducido, con lo cual, fuera de la competencia comercial, tendrá los días contados; que la plaza publica queda colocada en la azotea de este, y será privada, a conveniencia del inversor; que la cubierta sobrepasa la altura de los edificios alterando la panorámica de la ski line, y la magnitud del costo, del tal elemento disturbador en el centro de nuestra ciudad, tiene la participación municipal, es decir de todos, con la no desdeñable aportación de la desafectación del edificio publico de la actual Delegación de Hacienda, por un periodo de cuarenta años.

Apenas nadie daba crédito a la agotadora explicación, sencillamente porque parece increíble. Triste realidad. No obstante, el pequeño grupo que estuvo durante dos horas iniciando esta nueva campaña de recogida de firmas, obtuvo algo mas de doscientas, correspondientes a personas que, con anterioridad, a pesar de la difusión de los medios, desconocían esta amplia explicación directa, de boca a oreja, que resultó tan gratificante y alentadora, como extenuante.

La conclusión de la agotadora jornada fue realmente positiva, ya que informados, los ciudadanos eran capaces de rectificar sus criterios y las “cuatro piedras” tomaban una relevancia, en la mayoría de los firmantes, fundamental.

Muchos consideraban que lo importante era que el solar no permaneciera así más tiempo, reconociendo el lamentable estado del mercado provisional y daban por bueno lo de la epatante cubierta, o incluso a cualquier otra cosa. Lo que sea, pero ya. Triste realidad.

Algunos dudaban cuando se le cuestionaba lo de estación del metro, la resignación les atenazaban, al igual que mostraban indolencia ante el futuro mercado dedalito y su botellodromo.

Solo los que demandan el gran aparcamiento, como solución de progreso, continuaban abominando del pasado histórico, con el argumento de que estos aparecen por todos lados a poco que se escarbe.

Gusto para todo, en dos horas, para darnos cuenta de al menos dos cosas, que a pesar de tantos periódicos, se lee poco, y que en esta ciudad se protesta más que se firma para evitarlo. Si no de que se iba a hablar.
Sevilla a 20 de Octubre de 2005


Francisco Rodríguez Estévez

viernes, 28 de diciembre de 2007

Adivina, adivinanza

El augur



En los tiempos del Imperio podían saber el futuro tan solo viendo como picaba el pollo. Pita, pita. El augur era descifrado de inmediato viendo el buche del pájaro para actuar en consecuencia.

Algo indicaba el flujo del cuarterón calé al ver aquella maqueta destrozada, tal como si el más devastador de los Emilie le hubiera pasado por lo alto. A la vista de todos las setas aparecieron derribadas, por causa de un desconocido derrumbe.

La comisión de seguimiento buscará denodadamente al responsable del maqueticidio producido en la carnicería, donde sobre los rojos repostero daban, en cutre ara, culto micológico al mito del pollo montado. Pita, pita.

El hijo de emblemático se cobro, el muy animal, su venganza en el cartón piedra.

El vaticinio es claro y el augur, como el algodón, no engaña.

Que sabe nadie



Deben de quedar muy pocas personas que a estas fechas no tengan hecha una opinión sobre lo de la Encarnación, otra cosa es que la tengan clara.

Los medios, han dado información para dar y tomar, en especial desde el concurso y su resultado, pero, que sabe nadie, aparte de que se ha realizado, (con todas las bendiciones políticas), una ingeniería económica de encaje de bolillo para ajustarla a la interpretación de las actuaciones, dentro del marco legal, para ponerlas al servicio de las setas.

Así pues con estos elementos favorables, guste o no las amanitas, la cosa va para adelante, pero no porque sus criterios selectivos, (bondades le dicen), sean los apropiados para el enclave emblemático,( como lo del mercado), sino mas que nada por que rectificar sería considerado como una debilidad, e interpretado como un error, y no está la cosa para esos reconocimientos.

Pocas, muy pocas sevillanas y sevillanos, expresan su opinión al respecto aunque la tengan clara, pues lo conveniente es no señalarse, lo que hace pensar que si llegara a realizarse este negocio micológico en la callada mariana, es de temer que se pueda en el futuro realizar cualquier cosa, e incluso que se aplauda.

Puede gustar o no la epatante y cara cubierta, que aparte de crear una dudosa sombra y nula utilidad, al menos queda claro que no parece que esta resuelva todos los problemas achacados a este lugar desde que se demolió el mercado.

Puede parecer, eso si, por extraña, lo de la plaza elevada, pública o privada. A fin de cuenta es un invento de nuevo cuño, que estará por ver si colma la previsión del autor, cuando en la inspiración le vino la ocurrencia sin acordarse de los vecinos, para crear un espacio lúdico, o sea, el perseguido botellodromo.

Mas moderno resultará el selecto restaurante en altura, al que para disfrutar de la maravillosa panorámica delante de un entrecote, tendrán que mejorar las prestaciones económico-sociales.

De increíble puede calificarse la recreación de un supuesto eje, que nunca existió, abriendo una nueva calle para locales que reduce el espacio que en la idea correspondía al mercado, si bien estos podían estar integrados dentro del mismo edificio comercial. Pero una cosa es la idea y otra lo que cuesta. Son los llamados locales financiadores.

La pequeña Julia, tras la operación, se nos mostrara sin la belleza original y algunas de sus partes serán colocadas donde “buenamente” se pueda.

Si algo no lo remedia es posible que la Encarnación tenga que soportar esa mutilación de quirófano que le tienen preparada, pero será extremadamente duro pensar en cuanto mejor se pudo realizar. Así pues, girando los visitantes alrededor de los puestos dedalitos pensaran, buscándole una explicación en mareante paseo, como que se tuvo que esperar mas de treinta años, para eso.
Sevilla a 11 de Octubre de 2005
Francisco Rodriguez Estevez

Con luz propia

Las fotovoltaicas

Mira por donde estas “células” son tan benefactoras, que desde la mismísima responsabilidad pública se está impulsando a la instalación, con importantes subvenciones, para disminuir el consumo de energías de procedencias fósiles, contaminantes, e incluso peligrosas. Acaso sea un recurso en alza, tal vez el único adaptable dentro del urbanismo moderno, al menos, hasta que el toque de la trompeta anuncie lo contrario, puede considerarse imperdurable.
Energía gratis, y además no contaminante, es la que nos ofrece este “Lorenzo” nuestro, a veces implacable, increíble, e impagable, a nada que en la azotea se ponga los paneles captadores para convertirla nada menos que en electricidad. Adiós a los cortes, Sevilla ciudad sin avisos. Sevilla, ciudad sin apagones.
La EUKN-España, la llama en su Web, Sevilla, ciudad solar, cabe preguntarse que no será Sevilla. Tal vez con el tiempo, ni Sevilla misma. Sevilla, ciudad cultural, Sevilla is diferent, yés verigüel. Sevilla tres culturas, Sevilla dual, Sevilla única, y ….Sevilla.
Recientemente se dijo de ella, Sevilla, ciudad de las personas, cosa obvia, aunque tambien, además de otros mamíferos, se comparta hábitat con pájaros e incluso reptiles. La evidencia del rostro humano aparecido en la Encarnación no deja duda de que al menos hace dos mil años, existe prueba de ello. Sevilla, ciudad hispalense.
Sevilla, ciudad de los sueños, tal como antes le pusieran de Maria Santísima, pues esta ciudad no deja de buscar el calificativo apropiado, como si se quisiera vender, cuando es algo que no está en venta, al menos eso creo.
Cosmopolita, poliédrica, única, ya Chaves,la llamó la inexplicable, en uno de sus poemas, la muy difícil, el pregonero, y con bondad, no con maldad, sin querer queriendo, como el Chavo, se dijo de ella capirotera, cervecera, a la que me refiero como mi callada mariana. Inútilmente todos, y ninguno, encuentran el acertado.
Que si el color especial, el olor especial, que si los espejos del río, que si por el puente se arrastra el mantón de Manila, que si el Arco, es un colosal imán, la torre tiene color del caramelo, que si en el parque nacen rosas orgullosas envidiadas por los lirios marismeños, el albero del coso baratillero, que tuvo cuna como el romano en la Encarnación, y así, operas, canciones, y hasta frases lapidarias para desfigurarla tanto que, si tuviera madre, no la reconocería. Sevilla, es como es, o como era, ¿Cómo será Sevilla? Sevilla es así, o acaso, ¿asao? Sevilla, única.
Sevilla, CIUDAD SOLAR, (dentro del sistema), y es que con la intención de que todos los edificios, especialmente los públicos, generen electricidad, está previsto instalar en ellos, y naturalmente tambien en eso que se está haciendo con la Encarnación, en este caso cabe imaginar que sobre el revestimiento previsto de madera de pino finlandés, recubierta de poliéster y reforzada con enganches de hierro, las necesarias células fotovoltaicas, que siempre se olvidan, para que al menos garantice el suministro eléctrico suficiente al metro-centro, y en consecuencia los usuarios no se vean afectados por averías de esta causa, al tiempo que no sufran incremento los billetes en el futuro, para cuando algún día llegue a la Encarnación, aunque sea dando un rodeo. Sevilla, ciudad de rodeos.
Sevilla a 28 de Diciembre de 2007
Francisco Rodríguez Estévez

jueves, 27 de diciembre de 2007

Y la envolvió una sabana

La sabana



A los treinta y tres años, una sindone envolvió la torturada desnudez yacente de la Encarnación.

El mismo tiempo lleva esta otra que en su yacija aguarda, como sarcófago su pirámide, envuelta en su nuevo relio de sabanas blancas decoradas, del burrito, que se prestan de sudario.

Los inmensos lienzos, tratan de poner el principio del posible epilogo con un muro de tela, que se enreda como la seda del cascabullo, para evitar que se pueda observar todo el intríngulis de la misteriosa metamorfosis de lo que no volverá a ser igual. Por que lo mismo no es igual, aunque sea lo mismo.

No tiene, después de tantos años de su desaparición, el recuerdo de un ámbito vivo, bullicioso y cosmopolita esta Encarnación de vacío, que busca el nirvana en otra reencarnación, y que en la auptosia de su espíritu solo aparece interés para que aparezca en la urna, de un futuro tiempo de Pentecostés, a ser posible trasmutando su simbología, por aquello de la inluenzae, por una que recuerde al pasional corimbo de la papillonacea, mejor que la ardiente llamarada que del Babel hizo su esperanto.

La enorme sabana, tapa más que una capa. Todo se tapa. Es el nuevo símbolo de los sueños. El ideograma. El premiado lagarto lucirá en la catedralicia fachada, pero la tortuga, idea premiada como mascota de esta Encarnación, lenta y superviviente, queda sustituida en el estampado por la madeja de los líos, que tanto cabo deja suelto, y a esta Encarnación de no haber sido por la urna, hubiera sido acogida, Dios sabe cuando, por la sopera.



Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla a 10 de Marzo de 2006

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Mascara

Buenacara
(buen hacer)

Es difícil predecir con cual se nos presentará, pero habrá que esperar para ver aquella que se le puede poner al sonriente visaje, como mueca de una mascara, cuando el santoral nos indique el próximo año que llegó San Bonifacio.
Si aquello del puerta, puerto, plaza estación, mercado y aeropuerto, continúe siendo una mascarada. Una "Buenacara" "bonaface" fallido inaugural en este de 2007, previsto en la adjudicación.
Resultado de imagen de san bonifacioLlamando a las puertas, impaciente, se encuentra este ocho inquilino, que viene para quedarse, con contrato de un año (que ojalá cumpla), cuando el anterior, sin posibilidad de prórroga, aun lo tiene en vigor. Se acaba, cuando se acaba.
Tiene que esperar, por muy ocho que sea, a que llegue su turno, y por muy apretada que traiga las fechas de su almanaque para todos los eventos que tiene preparado este taco que, de Reyes a carnaval, un suspiro, y de “piñata” a Pasión, más carnaval. Siempre carnaval.
Cuando pase la cabalgata, llegará la cuesta. Calendario de promesas, para un loco Febrero que con las cigüeñas de San Blas, candelas en el Rocío y el carnaval de careta y antifaz, terminará con el ágape oficial. Llegará Marzo ventoso. Con un domingo de Pasión apasionante, con mañana de palabras, de sones de Amarguras, y una noche de escrutinio con otras amarguras, según toque la flauta, donde la palabra será olvido a nada que asome la Luna creciente de Nissan.
Resultado de imagen de san bonifacioAbril de aguas mil, llenará de reglamentos una fiesta que se pretende recortar en su inicio más propio, el de disfrute para los hartibles que la hacen posible, con el fin de que convertidos en figurantes, el foráneo no la encuentre desangelada. ¿Hay, age?
Y, por fin, llegará el mes de Mayo, florido, de comuniones, hermoso, y la Encarnación tiene previsto el frenesí, la estación del metro, la parada del metro- tren,(al que llaman tranvía), lo de las bicicletas, el botellodromo de la azotea, el restaurante en el mirador, las células fotovoltaicas, las tiendas anexas, el “antiquarium”, la plaza de ocio, la cubierta de madera con revestimiento sintético, el “planetarium”, la eliminación de la placita donde existieron los servicios públicos, la parada de taxi, las de autobuses para permitir a los peatones que lleguen a las calles peatonalizadas, y por ultimo, definitivamente, después de treinta y cuatro años, siete meses y cinco días, SI NO SURGEN MAS TEMIDAS BAJAS, los cuarenta supervivientes, aquellos que lograron pasar a la final de los noventa y tres seleccionados de un castin de doscientos cuarenta y seis comerciantes que, no sin dificultades se hicieron acreedores de semejante premio.
Resultado de imagen de san bonifacioCon algo mas que suerte participaran del acto inaugural, sin saber, por el momento, por cuanto le puede salir la broma de este ocho que está llamando impaciente a las puertas, y al que por tal día, tendremos que ponerle buenacara.
Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla a 26 de Diciembre de 2007

lunes, 24 de diciembre de 2007

Tras el sorteo

La segunda opción

Intuía que los niños del soniquete no cantaron ninguno de los números de esperanza que jugaba, esos de los que todos nos hacemos en la ludopatía general del “solsticio” para cambiar los destinos. En la lista oficial pude comprobar que la suerte del ocho, de la Encarnación, no llego a encontrarme, y todo volvió a ser igual en este nuevo invierno recién llegado con amago de lluvia. Circunstancia esta, que decidió que en lugar del previsto día de campo lo cambiara por la segunda opción, acudir a reencontrarme con el Belén que en monasterio instalan los renacidos, aquellos que vuelven a la vida, gracias a órganos donados después de la muerte. En el ventanuco del torno, la madre abadesa que se habia percatado de mi presencia me regala la más limpia de las sonrisas, la del amor que me tiene, y una cajita de pestiños, indicándome que no hay más suerte en la vida que la del amor, y el único gordo que, existe es la salud. ¿Pero, y el dinero? Nada, me contesta con rotundidez. Es evidente que la clausura no es el mundo.
Me marcho viendo en el portal, la figura del Niño que nace en los silencios del convento, pero, a pocos metros, le encuentro en la desgarradora imagen, soberana, de gran poder, del que sufre, y justo al lado, pude ver como le llora en soledad, envuelta en sus lutos, tras la reja de su arrinconada capilla, lagrimas del Cielo, tenues y finas como la que al salir me acompañan por la enladrillada plaza, aun solitaria.
Reparo al deshacer los pasos, como le encanecieron los cabellos al maestro de la gubia con las deposiciones de unas palomas capaces de anidar en la serpiente de una espinosa corona. Un café me reconforta, antes de seguir.
En la vaina del predilecto hijo, son las tórtolas turcas las que se columpian resguardándose de la leve llovizna, cuando aun falta una hora para la del Ángelus, el paseo me lleva a esa plaza de la Gavidia, que ni en mi diccionario viene su significado, y compruebo como también, a la soberbia escultura, de las que se hacían antes, le blanquea el pelo.
Al igual que hace unos años el envolvente artista, Christo, hizo de la de Velásquez un paquete regalo, el edificio desafectado se encuentra envuelto en poemas esperando una rehabilitación inmerecida, en uno, puede leerse que esta ciudad es inexplicable, sobre todo después de lo de la Encarnación. Los magnolios de la plaza se limpiaron con la lluvia que ha cesado. Con lo del solsticio, ni parece Navidad.
Después de adquirir un cupón de ciegos a mi amigo Paco, que amparado en la puerta, los vende en ese carrito del que es prisionero y que le proporciona la libertad a su juventud, de inexplicable anatomía, la tentación me hace entrar donde la estrategia comercial deja sin descanso, en ese día hecho por el mismo Dios que nace, para descansar, tan solo por que los compradores no saben la cantidad de cosas que se pueden hacer, e incluso no hacer nada. Entro por una puerta y salgo por otra.
En el Duque un zoco de baratijas impide ver si a Velásquez le salieron canas. Un árbol repleto de papanoeles simula la campana del café de Paris. La pizarra deteriorada llena de charcos el acerado, en la confluencia con Arguijo el servicio de bombero atiende una emergencia. Las setas de la Encarnación siguen siendo un esperpento. Llega el 10. El día de Navidad, posiblemente me iré al campo.
Sevilla a 24 de Diciembre de 2007
Francisco Rodríguez Estévez

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Otras encarnaciones

Nada

Nada por aquí, nada por allá. Por más que se mire, nadie puede ver nada, cuando no se quiere ver. Como afortunadamente nunca me he visto, ni de cerca, en esa relevancia que dicen que tanto cuesta llegar, a pesar de que algunos logran sin esfuerzo, no debo de quejarme por los resultados que el trabajo y la vida me permitieron lograr.
Dicen, que cuando se está alto, lo difícil es mantenerse. Que incluso se tiene que ser hasta despiadado, si llega el caso, cuando lo alcanzado, es por otros, objeto de deseo.
Debe de ser terrible, pero lo verdaderamente complicado tiene que ser, poder salir de uno de esos agujeros que el destino tienen preparados, como emboscadas, para cobrarse en sus victimas el tributo que exige.
Cierto es que tanto tienes, tanto vales. Triste realidad aquella de los que no son nada, cuando nada tienen, que de no tener, ni vida se le puede llamar a esa que llevan tantos que fueron abandonados a su suerte, a la peor de las suertes que le tocó vivir.
En la indigencia, la mayor de las miserias, pueden verse acurrucados en sus cartones, calentando sus desgracias con el tetra-brik, y sus huesos con el Sol mañanero, cuando no, realizando funciones, sin privacidad, entre los coches.
Sucios, hoscos, en ocasiones, huraños, agrios y agresivos, en algunos casos sumidos en el desorden emocional y en el deterioro físico que, ni su familia, en el caso de que las tenga, pueden hacer algo más de lo que intentaron. ¿Pero que hace la sociedad?
El caso es que ahí están, por más que se quiera negar la evidencia. Por suerte aun queda gente solidaria, y a tal objeto se anuncia una convocatoria para ejercer una protesta con el fin de que estas personas desahuciadas socialmente, dejen de tener un futuro tan negro, y dejen de ser un estorbo, por más que alguno de ellos se niegue, y otros se empeñen en lo contrario, por que lo que no se puede hacer es mirar para otro lado, para no ver, cuando la responsabilidad, la relevancia, que dispone de tantos medios para evitar estas situaciones, las agrava con sus drásticas medidas, en lugar de buscar la solución efectiva a un problema, que gracias a Dios, nos hemos visto preservado.
Sevilla a 19 de Diciembre de 2007
Francisco Rodríguez Estévez

lunes, 17 de diciembre de 2007

Lo que dice el tiempo, Oct-05

En la orilla



Al parecer, solo David salió airoso de un desigual combate de fuerzas, y de eso hace ya muchos años, habría que remontarse de cuando los tiempos de los ídolos, de testamentos viejos, y heredades históricas, como deudos del pasado, de cuando los carros de fuegos volaban por los aires sin detonaciones remotas, y se criaban cabras en los remotos desiertos.

Tal vez por eso, desde la propia debilidad en la que el razonamiento queda siempre ante la fuerza, lo sensato sería no enfrentarse a ella, en caso contrario, aun sabiendo que puede resultar estéril el ímprobo esfuerzo, se debe optar primero, por la persuasión de la misiva, con amagos amenazantes, que eviten la contienda, y cuando menos, antes de la previsible derrota, encontrar la honda de una salida airosa. No obstante, aunque se trataba de evitar el choque con tan descomunal rival, bastó poco para saber como se las gastas y, en los preparativos del duelo, ajustando las reglas y estrategias del choque, justo en los calentamientos del peloteo, llegó el zapatazo.

Se veía venir que, al contrario de aquello del grano a grano se llena un saco, si solo se juntaban debilidades, no se llegaría a conseguirse la fuerza necesaria para contrarrestar ningún potencial y ocurrió lo previsto, con lo cual aquello, a pesar del entusiasmo inicial, quedó finalmente noqueado y convertido en una gran debilidad.

Entre deserciones y abandonos, el hastío acabó acomodándose en la dilación, y toda la fuerza de la posible razón quedó diluida, frente a un poder cada vez mas afianzado, en sus razones irrazonables.

El tiempo no juega a favor, y teniendo solo el ariete de algodón de la palabra, no hay ídolo, por muy pies de barro que tenga, que pueda abatirse, ni por muy falso que este sea se derrumbará, mientras tenga adoradores que le sustenten.

Pero no son de barro precisamente los de este decápodo ídolo de siete cabezas, como hidra, ante el que no tengo intención de postrarme como un converso, para adorarle, después de todo lo pasado, navegando contracorriente buscando inútilmente la puerta, el puerto, la plaza , el mercado, la estación y el aeropuerto, y que, fortalecido en la soledad de la orilla, con las convicciones del mismo ideal que aglutinó a tantos abanderados en su día, siento que ahora, en el descanso obligado por este tiempo de entuertos, que estas son mucho más firmes que sus “zapatos”.



Francisco Rodríguez Estévez

28 de Octubre de 2005

Spes Nostra

La esperanza

En esa vivimos, esperando siempre. Tiempo de esperar lo bueno que la vida traiga, tiempo de esperar los malos momentos. La vida, continua espera, nos depara todo tipo de suertes, para lo que hay que estar preparado, es más, a la buena suerte, que tiene siempre su momento, tambien que hay que saberla esperar.
Tal vez lo de la Encarnación, primer misterio, después de treinta y cuatro años de espera, ya ni sea una esperanza, se diría que acaso fuera una expectativa a la que condicionan demasiadas cosas, en su mayoría ajenas a su plaza de abastos de toda la vida que, de tanto esperar, de saber esperar, nunca se encontró con la fortuna de cara y es que a veces no se puede esperar a lo que no llega, y se hace necesario salir a su encuentro desplegando el confalón de los deseos.
Demasiado tiempo esperando una plaza de abastos, y encontrarte con eso por mor de la esquiva suerte. Y todo, por que si la responsabilidad hubiera estado donde le correspondía jamás esto habría ocurrido, pues hubiera sido lo suficientemente vehemente para impedirlo.
El destino dirá si justo fue merecer este desenlace, tan insólito como desacertado, tan caro como inútil, que el tiempo dirá si tenia algún sentido final esa actuación tan desafortunada, ¡¡¡ setas en la Encarnación !!!, en perjuicio de su plaza de abastos.
Llega tambien la esperanza para la Trinidad, segundo misterio, que espera blandiendo la oriflama de su transparencia, puro cristal, para que le soplen buenos vientos y llenen la vasija de su fábrica de nuevos y renovados aires. Salvemos a la fabrica de vidrios de la Trinidad de una mutilante destrucción, salvémosla integra, tal como se nos ofrece, para no hacer lamentos posteriores cuando planten en el lugar que ahora ocupa, quien sabe que cosa, pues el disparate, como la suerte, llega para nuestra desesperanza, aunque nunca podremos prepararnos. Y siempre es mejor prevenir.
Sevilla 18 de Diciembre de 2007 /día de la Esperanza)
Francisco Rodríguez Estévez

domingo, 16 de diciembre de 2007

Venticinco meses despues

Un lugar de encuentros



Basta asomarse al solar para creer que, en lo de la Encarnación, se está “haciendo” algo, pero lamentablemente, aunque cierto, son muchos los que no saben el que. A pesar de todo, todavía hay quien cree que lo que está aconteciendo en ese lugar, que hasta hace treinta y dos años ocupara el desaparecido gran mercado de Sevilla, el de la Encarnación,( al que ya vamos quedando pocos para recordarlo), son nada menos que las obras para construir uno nuevo.

La cosa es, que así se desprendía de las autorizadas palabras cuando, con la autoridad de candidato, en sus mejores deseos de contentar a los vendedores le llamara de emblemático, en un augurio iconoclasta, tal como la anterior responsabilidad lo hiciera con el calificativo de “de cine”. Pero, que distinta es la realidad.

Ocurre que, el llamado emblemático, el “de cine”, el llamado a ser el mercado central de la ciudad, ese que debería ser, al igual que el anterior fuera durante más de un siglo el referente del desarrollo comercial, social, económico, gastronomico,y cultural, por no incluir también el cofradiero, que alcanzo la importancia que se desprendían de sus dimensiones, ( uno de los mayores de Europa), el de su emplazamiento, centro del centro, punto de encuentros, enclave de comunicaciones para los ciudadanos de extramuros, y ombligo del mundo, ese, nada menos que quedará,( si Dios no lo evita), como consecuencia de ese invento, al que llaman rompedor, epatante, champiñones e incluso ficus metálicos ( y premiaron como metropol parasol), si bien lo de la estación del metro, de momento, no se vislumbra ni por asomo y tendrá que esperar, pues a ese, que parece por fin que le metieron mano, no será tal cosa, pues le dejaran convertido en un exponente ridículo, un mercadito de reducidas dimensiones, condenado de antemano, (al perder su identidad de plaza de abastos), y que por la falta de una estructura competitiva y organizativa, junto a otros factores, acabará mas temprano que tarde, siendo convertido en multicentro de alguna cadena que surja tras su posible desaparición.

A pesar de todo, todavía hay quienes piensan que esto puede ser evitado, y para ello no dudan en reclamar la atención de hasta el más indolente de los ciudadanos, para recuperar esa Encarnación con su mercado tradicional, moderno, funcional, amable, rodeado de árboles que perfumen y sombreen un amplio acerado, y para que luzca en la sencillez y en las proporciones amables, no exentas de arte, de buen gusto, y con avances tecnológicos, para que sea un edificio capaz de enamorar a propios y extraños, aunque solo fuera por el placer de admirar, como esta ciudad, que es capaz de recuperar lo mejor de su pasado, pone con sencillez y sin alardes ese escaparate publico, que es una plaza de abastos, que ni tiene que ser, ni epatante, ni de cine, ni emblemático, bastaría con que fuera un punto de encuentros, como toda la vida, entre comerciantes y clientes.

Francisco Rodríguez Estévez

Sevilla,30-11-05

Mercamorfosis

Mariposas

En la maraña de seda de un rincón, el gusano durmiente sueña, en su larvario estado, volver a ser algún día un bello papilo. Un ciclo que cada año se renueva, sin sorpresas, pues raro seria que del ovalado sarcófago donde inerte descansa el laborioso “bombix mori”, salga un caprichoso virrey.
Por que nada es como empieza, sino como acaba, pues todo lo que comienza alguna vez llegará a su terminación, en el rincón de la Encarnación de provisionalidad eterna, donde esperan acabar este ciclo de crisálida comercial, para volver a los orígenes de su propia naturaleza (que con la intervención micologica serán irremisiblemente perdidos), para recuperar la propia identidad, los días finales se acercan, y la incertidumbre de lo que acontezca crece en desmedida.
Se acaba este año, chino del gato, con reivindicación de conejo que, cansado de vivir permanentemente en la chistera, como un descoyuntado contorsionista, toma en este solsticio el protagonismo del pavo. Lo que no significa que sea gato por liebre.
A poco que comience ese año ocho, ocho del vaticinio, ocho de resucitación, ocho de esperanza, en el que lo de la Encarnación llegará a los siete lustros, y aparece la duda de si acaso fuera ese ocho de enigmatico significado para esta plaza de abastos, que su interpretación nos llevara a los ocho lustros, en cuyo caso nadie podría resistir.
Si se cumpliera, y todo acabara con el ocho, ¿ocho lustros?, ¿ocho años?, sería un pronostico desolador para ese reservorio anticomercial, que se resiste en esa cápsula del tiempo, receptáculo imposible, para reencarnado salir donde pueda desplegar toda la belleza que aun mantiene en su interior, posiblemente por que estuvo alimentado por cuantos se dejaron comer el corazón. El insaciable “bombix” durmiente en la maraña de seda del rincón, sabe que nunca llegara a ser monarca. Ni el conejo, pavo.
Sevilla a 16 de Diciembre de 2007
Francisco Rodríguez Estévez

viernes, 14 de diciembre de 2007

El milagro de la Encarnacion

El revestimiento

Una buena capa todo lo tapa. Decía el viejo profesor que nada mejor que, colocar un árbol de gran porte, para ocultar la fealdad de un edificio. Revestimiento ecológico.
Como difícilmente por estos pagos se acostumbra a rectificar en nada, viene bien que el prestigioso creativo, argentino nato, de convicciones y nacionalidad norteamericana, adopte, como en su pasaporte, lo más conveniente en su caso para esta creación que tanta notoriedad y resultados, como dólares, le han venido dando a lo largo, y a lo alto, de de su larga trayectoria en variaciones del mismo tema.
El caso es que si la madera está que arde, que no está bien visto por Al Gore, que de verdad se está dispuesto a cumplir con los compromiso de Kyoto, que hay que ser mas ecológico. Pues sencillamente se cambia el revestimiento, antes de cristal, luego de madera, ya se acertará. El argumento, las altas temperaturas generadas por el cambio climático. ¿Y que le ponemos?- Pues cerámica trianera de toda la vida y San Serenin del Monte, a otra cosa mariposa.
El brillo de la torre de luz se desvanece, y ni tan siquiera tendrá dos alfareras que la sostenga, cuando el Sol se oculte en el Poniente. Al menos con la caja será suficiente, y tal como si fuera un refractario horno almohade, refrigerado por una cubierta vegetal de jaramagos integradores del paisaje, no dejará de ser un gran pepino, a modo de mojón, que marcará las horas con su sombra. Siempre sombra.
Es cierto que no todas las ocurrencias, ahora se llaman ideas constructivas, tienen esa premisa de cambiar para mimetizarse en lo que sea, para que ese estilo supositorio que se impone, quepa donde se le encarga. ¡Aquí!, y ahí se pone, cueste lo que cueste.
Nadie puede imaginar, ni el más adicto, que lo que un principio fuera metálico, luego de madera, y posteriormente una mixtura, cóctel de materiales con protección de peligroso poliéster, tuviera ahora que modificarse, y encima que se le tenga que poner placas de células fotovoltaicas para el ahorro energético. Lo de la sostenibilidad, ya saben. ¡Vamos! .Y es que todos sabemos, desde siempre, que lo de la Encarnación era un misterio, pero cierto es que nadie dijo nada de milagros. Tendremos que seguir esperando a que se produzca con la última palabra, y entonces, si no queda en lo de la multa, no solo a San Genaro se le licuará la sangre.
Sevilla a 13 de Diciembre de 2007 (Santa Lucia)
Francisco Rodríguez Estévez

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Malasombra

Luces de adorno

Caminando bajo la mortecina luz que pusieron para celebrar la llegada del solsticio, antes fiestas saturnales, y que hace 2007 años empezó a llamarse Navidad, los pasos me llevaron hasta los puestos de libros antiguos instalados en la trasformada plaza que preside el bronce del Santo Rey, conquistador de esta invicta ciudad, realizado por Joaquín Bilbao. Mucha oferta, para tan poca demanda.
De los varios títulos adquiridos, uno lo fue por la dedicatoria que su autor puso a su trabajo, y que al ojearlo reparé en ella, junto a que estaba editado hace 34 años, justo cuando se derribó el antiguo mercado de la Encarnación, por una editorial que ya ni existe. Dos circunstancias que me impulsaron a comprarlo, pues si el autor no era un reconocido escritor, la dedicatoria me llevó a pensar que debió de ser un buen tipo para rematar su trabajo literario con el recuerdo “A las personas que defienden causas perdidas de antemano, pues con su lucha han contribuido a hacernos sentir la dignidad que no hemos sabido mostrar”.
El texto, lleno de melifluas frases, de cantos y lamentos al sevillano gusto, sigue tan vigente como cuando fuera escrito en el tiempo de silencio, pues las causas se siguen perdiendo de antemano, y la literatura tampoco lo evita, pues tiene los mismo resultados que entonces, a pesar de la multiplicada difusión.
Era evidente que después de lo de la Encarnación cualquier cosa es posible, y poco importa que esa miríada de mesas, foros, plataformas, grupos, asociaciones se esfuerce inútilmente, si de antemano sus causas están destinadas a perderse, como tantas otras, para siempre.
La Encarnación en su misterio, si no queda en lo de la multa, tiene pocas soluciones su pequeño mercado, inexplicablemente aplaudido por los placeros, a pesar de que aun se estaría a tiempo de realizar el prometido mercado emblematico, para que este fuera lo suficientemente atractivo, ejemplos existen en Madrid, Barcelona y Valencia, sin imponerle al paisaje esas descomunales torretas para crearle al asunto más sombras, donde tanta luz, y no precisamente de adorno, haría falta en esta causa perdida, desde cuando le metieron manos, a la obra.
Sevilla a 11 de Diciembre de 2007-
Francisco Rodríguez Estevez

sábado, 8 de diciembre de 2007

Hace 28 meses

Un nuevo aniversario

Como cada Octubre, llega un nuevo aniversario para esto de la Encarnación, pero en esta ocasión lo hace con dos empresa disputando a la baja, como los domestical documentales de mister Evans, lograr la adjudicación y poner final feliz al asunto.
Parecía que las eliminadas fueran las ofertas mas coherentes, dado el costo de las exigentes calidades,y por,dentro de los parámetros de seguridad, la duración de las obras, nada menos que del nuevo icono capdal,como lo es el proyecto premiado,por el fallo de un jurado de prestigio,en el concurso internacional de ideas.
Pero,prisas y costes,tienen casi siempre en política unos valores de temer que las hacen correr el riesgo de caer en la chapuza julifriski, o en un paron de y te veré, debido a causas que, por conocidas, siempre son ajenas. Son los llamados imponderables que surgen donde todo debería estar previsto, y entonces, la mariquita hace el perro.
Debido a que el mercado- dedalito perdió su pujanza, ente la importante relevancia que toma al micologico icono, y por lo tanto pasó al plano del botellodromo-azotea, y resulta que esta, es la plaza publica, rara, rara, donde las hayas, queda centrado todo el esfuerzo inaugural en las dos opciones restantes, a saber: la cripta y la cubierta.
Puesto que tanto la estación del metro y los aparcamientos, también se quedaron fuera, debería de ser la Hispalis in situ(entiendase,donde buenamente pueda situ.arse),en tan moderno Museo la que muestre, si no todo lo encontrado, al menos lo mejorcito que se ha tenido a bien conservar de esta ciudad de los tiempos del Imperio, junto a los que se salvaron de estratos superiores, ocupando los espacios que le dejen las descomunales zapatas, en el caos del solar.
Entiendase caos el vacío que ocupa un hueco, tal como lo expresaron los griegos. Los romanos decían chaos, que vendría a ser, algo así como, despídete, vamonos, que nos vamos.
Visto que la recuperación de la arboleda perimetral de las alteradas alineaciones parece poco probable, y lo del metro centro espera no se sabe bien a que, toma una prioridad relevante lo de la otra parte del sugerente lema, las amorfas figuras de la epatante cubierta, el parasol. Y como no duelen prendas, sea cual sea la altura, los materiales y la calidad, el merchandaise de camisetas, llaveros y toda clase de artículos con el recuerdo caprichoso del icono, afianzan en la competición a los finalistas.
De lo que salga al final, a poco que aparezca algún desajuste económico y no puedan cumplirse los plazos, puede esperarse cualquier cosa.
Francisco Rodríguez Estevez
Octubre de 2005

Un mundo de pelotas

Algo más que balompié


Aunque todo no sea darle patadas, ni cuestión pelotas, ni de peloteo, mirar hacia otro lado no ofrece buenos resultados a menos que sea donde lo hacen peor. Que el club no anda bien es evidente, y todo indica que debería de haber cambios, pero al contrario de lo que generalmente sucede, en nuestro equipo se mantiene al entrenador porque no hay manera de echarle, y además mantiene el discurso de que en él está la solucion.
Esto pasa por no ser sociedad deportiva, pues solo una hecatombe en el partido de más que un siglo, podía variar la cosa, a pesar de que el graderío muestra un silencio expectante, más que apático, descorazonador, donde solos los animosos seguidores de la “Banda Siniestra” son capaces de aplaudir hasta los penaltis en contra.
A pesar del mal juego, en el banquillo nadie se inmuta pues tiene blindaje de cámara acorazada, y los tirafondos y esbirros imposibilitan que por nada pueda ser movido, lo cual permite al responsable de las alineaciones realizar absurdas modificaciones, incluso fuera del área técnica, sobre todo cuando el juez de línea corre hacia el rincón, en ingles corner, buscando fueras de juegos, para dar aviso con mecanismos tecnológicos. Nunca mais, penalti y expulsión, ¡Por tu madre, Rafa!
Cierto es que no le tiembla el pulso, de la mano que cobra, pues lo mismo pone cancerbero y caciques en el área, que dispersa a los medios en el juego de ataque, y si los extremos no defienden tira de la cartera, si en la cantera no encuentra al de su confianza. Nuestro equipo está funcionando a impulsos de este entrenador, con lo cual solo podemos ver en el partido que cada ataque tiene una defensa inexplicable.
Los entrenamientos de largas caminatas, son experimentaciones sin futuro cuando se impone la rapidez, lo que hace que los encuentros se disputen al paso, una táctica de metro a metro, ganar espacios y cerrar con el autobús por delante. Pero como nadie gana sin bajarse, igual que todo lo que sube baja y lo que baja sube como una hipoteca nada importará firmar las letras de cambio de la A a la Zeta. Aquí hay dinero.
Dicen que su sistema es autoritario, tal vez por que le gusta mas ensayar los golpes francos, que los golpes de efecto, y los tiros de lejos que emplear la cabeza, pero si bien es verdad que en otro tiempo su sistema produjo excelentes resultados, igual está cansando a la parroquia con sus caprichos y ocurrencias.
Es claro que perdemos puestos en la clasificación general, y a el parece como que no le importara, y es que se sigue soñando peligrosamente como sonámbulo por el precipicio. Dice que hay plantilla y afición, aunque parezca una plantilla de aficionados y una afición en plantilla. Sobre la alfombra verde, que duro resulta el partido, aunque desde el “Fondo Diestro” no quieran ver lo sacrificada que es la vida entregada a estos colores, y crean que todo sea color de rosa.
Sevilla a 8 de Diciembre de 2007
Francisco Rodríguez Estevez

jueves, 6 de diciembre de 2007

Lo que cuesta un mercado

Moneda de modernidad con eme

Desde que perdimos la identidad monetaria, y la cambiamos en el potente euro, a muchos aun nos cuesta saber el valor de las cosas, es mas, aunque hemos sabido lo que cuesta un café, desconocemos lo que vale un huevo. Antes, el valor de un huevo era considerable, y no digamos un riñón, o un ojito de la cara, era un tiempo de saber lo que costaban las cosas imposibles de medir, como criar a los hijos, o su educación, y ponerle la justa moneda. Enderezar a este niño me está costando un ojo de la cara. Sacarlo adelante un huevo, y que me apruebe el curso un riñón. Como ven, un arcano lenguaje totalmente desfasado. El niño se torcerá hacia donde quiera, para nada hay manera de sacarlo, al menos hasta que el lo desee, y de aprobarlo en sus estudios ya se encarga los diseños políticos de educación.
El rap se ha convertido en una eficaz metodología educacional y, aunque no lo sea, como toda disciplina, mejor cuanto antes. (“Quita los pies de la mesa, en el salón no se juega, en el sofá, no se come”)
Es el método de la modernidad en practica,( abolido el castigo), donde las “ocurrencias” deben de ser jaleadas, reídas, y aplaudidas, al objeto de no crear un trauma en la personalidad del incipiente carácter, pues, que malo puede tener un pircing en el clítoris, que guarda la virginidad, en la lengua, que libra de las obscenidades, tatuar una mariposa en el pezón, que alegra la vista al mamon, o un torito enamorado de la Luna debajo del tanga, si está allí guardando el cerrao.
Igual ocurre con la ciudad, ente vivo, en el que no vale rechazar las ideas transformadoras que se inventan para ser disfrutada conforme con los tiempos, pues lo contrario sería anquilosarla, para que permanezca anclada a un pasado inexistente, más, cuando lo sugerente es lo prohibido, y borrarlo con creaciones del futuro, de tal manera, que emerja una nueva, tan distinta, que su diferencia sea, que en nada se parezca, y se la redescubra integrada en un paisaje internacional llenándola de elementos apropiados a tal fin.
Así puede verse, con el resultado definido en las tres grandes plazas existentes en el centro histórico, Nueva, Alameda, y Encarnación por cuanto nos salio, (en simbólicas monedas), la cosa, y en otras, como San Lorenzo, Alfalfa, San Isidoro, del Pan, Campana, al ser objetos del dispar gusto de las vanguardias, con lo cual la criaturita crecerá sin traumas y sin complejos en su nueva personalidad.
Lo que nadie puede saber es cuanto podía haber sufrido si el tranvía realizara su recorrido bajo tierra, si a la Encarnación le quitaran esa metálica sombra de alucinantes setas, y si la Alameda, ¡Ay, Alameda!, no hubiera entrado en el pacto, con lo cual nos quedaremos sin valorar lo que ha costado, (antes un riñón) con la nueva moneda, un sillón.
Sevilla a 6 de Diciembre de 2007-
Francisco Rodríguez Estévez

Encarnacion contra las cuerdas

La trinchera

En el nuevo lenguaje de los tiempos, así se le ha venido a llamar a esta posición dada por lo que acontece, por unos, mesas, por otros, plataformas, pero no dejan de ser como pretéritas trincheras de lucha vecinal, actualizadas a bombo y platillo, que surgen (aun sin tener claro que nadie vaya a hacerles el menor caso), y que tanto vienen a justificar.
Es difícil saber el número existente de estos grupetos llamados de gente comprometida, ciudadanos disconformes con las actuaciones en la gestión pública, pues cada día se tiene conocimiento de alguna, por necesaria, de nueva creación.
Si en los tiempos de silencio la lucha era cosa de Chausson y de Ochando, y cuando la cosa se puso caliente, de todos contra el fuego, ahora, que el tiempo lo permite, y con el permiso correspondiente, el que no aplaude, queda convertido en antagonista, y el corifeo adicto, en palmero oficial, por lo cual, hace difícil saber con certeza, a que sigla, señal, color, se le ha podido adjudicar a cuantos piensen que eso del pugilismo era cosa de las doce cuerdas.
Tal vez, al cavar la trinchera defensiva se esté pensando, con el temor del derrumbe, y que le coja abajo, que necesidad hay de ello, pero en la nueva palada reflexiva intuye que posiblemente sea por la desatención que, ante los asuntos que son considerados importantes por estos grupúsculos de zapadores, el mando, la responsabilidad, el poder, los minimiza, los soslaya, los evita, los ignora, o cuando más, les alientan para la creación de esas comisiones de olvido, ya saben, por si en adelante es de utilidad.
Encarnación, quien te ha visto, y quien te ve.
En la inutilidad de tanto esfuerzo, fuera del sentido común, aquello recobra su sentido solo cuando en ocasiones causa su efecto. Pues si malo es no ser atendido, peor, cuando ni tan siquiera escuchan, y que decir, cuando atendido y escuchado no se actúa en consecuencia, y se dilatan los asuntos en la maraña de burocracia, sin buscar soluciones, o echando la culpa sobre otros. Y en el colmo, cuando el razonamiento, o la conveniencia, encuentra la pérdida solidaridad demandada, aunque no se tenga ni remota idea de cumplirse, esta se esfuma, salvo aquellas que puedan acogerse dentro de las siglas del ideario, este entrecomillas. Pero, ¿y las ocurrencias?
Sevilla 4 de Diciembre de 2007 (Santa Bárbara, Patrona de mineros y artificieros)
Francisco Rodríguez Estévez