lunes, 9 de septiembre de 2013


Sepa

 

Acaso tuviera que ver con el sabor por lo mal que sabe que una cosa se sepa como se sabe y hagan como que no hay quien lo sepa. Me refiero al laberíntico lugar en el que alojaron al reservorio de resistentes placeros que sobrevivieron en la provisionalidad. ¿Lo sabe? o no lo sabe.

Sepa, que el disparatado diseño no tiene autoria germánica, es mas, no tenemos indicios que se sepa a quien corresponde la paternidad del disparate que llaman plaza de abastos municipal, pero eso si, se sabe y esta documentado, filmado y fotografiado el cuantioso numero de palmeros que le aparecieron en cada acto en el tiempo especialmente cuando le anunciaron como sinergia del degradado sector, locomotora del comercio, aparcamiento, mirador socializado, estación de metro, nudo de comunicaciones, intercambiador del metro centro, lugar de encuentro para la juventud, sinuosa calle fashion, y además de otras actividades, incluso “planetarium” y vergel de trepadoras para el bioclima y la bio diversidad, amen del botellodromo en las escalinatas,  contenedor único de la Hispalis, y así como no se cuantas mas bondades.

El caso es que lo que hay es lo que ustedes saben, solo que no saben, una vez dentro, donde pueden encontrar una salida lógica, y aunque no lo sepa igual ocurre desde fuera donde aunque la busque  siempre encontrara la puerta inexistente. ¿Saben una cosa?, Pues todo el mundo, una vez dentro del laberinto del mercado, advierte fácilmente esto de la puerta.

Pero siendo cosa que se sabe desde el principio, los que lo sabe, prefieren hacer como que es algo que no conviene que se sepa, pero si usted no lo sabe puede venir a comprobarlo, y entonces sabrá perfectamente que algo debe saber mal en este asunto. Sepa, que lo saben.

 Lo mismo saber se sabe esto otro, pues la estatua de la diosa Ceres, esa que se encuentra depositada en un lugar que se sepa no fue el que pensó el autor mientra la modelaba para instalarla en esta Encarnación, lugar que al derribarse nadie supo mas de ella, salvo que años mas tarde fue encontrada en una de esas escombreras en las que tanta Encarnación de la colonia y del turbante, de garum y manzanilla, de fuentes y alfajores de almendra y miel, incluso de ayunos y penitencias de la esclavitud de la Encarnación se fueron amontonando, por lo que su hallazgo, se sabe desde entonces, que siendo algo premonitorio indicaba que Ceres algún día volvería a la Encarnación.
 
Pues eso no parece que lo sepa, ni que se sepa, o no quieren saber que se sabe, ni que se sepa, en la variada responsabilidad de las distintas áreas que convergen en este asunto de las dos partes contratantes. Algo para que ninguna sepa que le toca saltarse a la torera. A saber: Tres leyes y un Reglamento en vigor.

La Ley, la dura Ley (cuesta saber que no se sepa por los responsables) dice que para que puedan acceder las personas con discapacidad motriz las puertas tienen que estar dotadas de mecanismos para que estas personas puedan sin necesidad de ayuda entrar y salir de los edificios públicos.

Ciertos es que, por sabido, la responsabilidad de mercados sabe que lo de la Encarnación tiene un contrato de cesión algo rarito y que no hay quien lo sepa entender, pues tiene demasiada letra pequeña. ¿Lo sabe? Es hasta posible que no lo sepa, pero el director del área de la accesibilidad es seguro que lo sabe, pero que pasa, que eso es algo que no se sabe, por más que se sepa lo que sea de este asunto, donde algo sabe mal. Para que lo sepas.

Sevilla a 9 de Septiembre de 2013

Francisco Rodríguez Estevez

 

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