domingo, 22 de septiembre de 2013


No se entendería

 

Fue preguntado el doctor por los medios de información, cuando en aquel tiempo que no ejercía la Medicina, sobre que podría decir acerca de lo de la Encarnación, justo en el tiempo que era imposible. Tras una pequeña pausa, y con locuacidad meridiana, de cuando el tiempo rosa, balbuceando ligeramente expresó: "Lo que estamos haciendo es de tal magnitud e importancia que es  algo que no se puede explicar, y además, no se entendería".

Sin el más mínimo escozor, y  así fueron recogidas por la prensa del día, en el tiempo de los aplausos. ¿Mas, que no se entendería, sus palabras llenas del enigma de la incomprensión? Si recurrimos a la explicación “que no se entendería” si lo que no se puede explicar es, o bien,  que no tienen explicación lo cual seria inexplicable, o que en el peor de los casos, (cuando ejercía de tse-tsé construyendo sueños por doquier) que no supiera dar la explicación, si es que la sabia, o que no tuviera explicación y eso, me temo, que era cosa sabida. (Que no tenia explicación)



Casi todos los día tengo que recordar aquello, mas cuando me llegan tantas personas con preguntas acerca del mamarracho y como no, sobre  la colocación de las puertas, y es entonces cuando creo que como no tiene explicación la cosa, y ademas no dan explicación alguna, pues como que no lo entenderían.

Trato en vano de dar respuesta al asunto, y acaso dar la explicación, a mi parecer, pero el caso es que aparte de resultar inexplicable, es decir que no tiene explicación, esta no se entendería.

 De todas maneras volvemos una y otra vez a darnos cuenta de que lo de la puerta de la Encarnación, por más que sea puerta automática para cumplir la Ley de Accesibilidad, no se entiende que no tenga explicación pues cualquiera entiende que allí se hace necesaria,  lo que no se entiende es la falta de explicación.

No es raro que el aun estén afectado por el síndrome del doctor, de cuando los tiempos micologicos, de cuando la madera, y este haya inoculado al consistorio con el resultado de no explicar lo inexplicable, y que además no se explica por que no se entendería.

 En la Encarnación a aquellos que preguntan por la puerta, no se lo explican pero entienden perfectamente que muy torpes tienen que estar donde sea, pues es más que fácil entender que falta una puerta, y si no tienen explicación, resultará mas sencillo averiguar que es lo que tienen.

Sevilla a 22 de septiembre de 2013

Francisco Rodríguez Estévez

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