miércoles, 31 de julio de 2013


Cambio de puerta

 

El pasillo de la curva Sur, ahora inexistente, llegaba  hasta el hall de distribución, lugar donde, mira por donde suprimieron una de las puertas del llamado mercado, aquella que coincidiría con el arranque de la larguísima rampa de tres niveles que suben  hasta a la azotea a los discapacitados que tengan un par de personas que le ayuden empujando el carrito.

Pero hete aquí que siendo este viario ascendente y descendente, de características especiales y obligatorio por la Ley de Accesibilidad, pero que en su continuada observación se pasan los días sin que nadie lo utilice, pues no tuvieron otra que en lugar de colocar el inicio de este justo en amplio vestíbulo para distribuir a las personas tanto a la planta menos uno, como la subida a la rampa, ascensor, e incluso facilitar la entrada al mercado para que fuera también una elección a las personas que así lo quisieran.

Pues resultó que con tantos análisis y estudios dispusieron que tanto la entrada al nivel menos uno como la subida por la sinuosa cuesta quedaran colocados en la parte exterior, retirando a los posibles visitantes y alejándolos de la opción del mercado.

Así que con estas, entre  caprichos y modificados, que por si no lo saben la puerta al mercado para acceder a lo que ahora es una desértica calle anticomercial en el interior del laberinto tenia en ese lugar la puerta desaparecida, (justo entre las dos enormes columnas, frente a la salida de la curva Sur ahora convertida en bar de copas)

Tengo entendido de que el director de accesibilidad me contestará en breve, acaso después del verano y con ello la dilación para dar la respuesta se llevará todo el estío pues, a este paso la solución se llevará otro tiempo.

Hoy, alguien que no conozco, acaso octogenario, me he traído un enorme sobre con sesenta cuatro hojas de distintos periódicos que el había guardado para algún día entregármelas, me dice.

El detalle es de agradecer, en ellas advierto que son cartas al director que me publicaron
en su día, y que el buen hombre tuvo a bien, o mal, guardar . Me las entrega con cierto entusiasmo, debe de ser por que en ellas pudo leer algo que le causaba agrado. Son casi todas del año 2007, y otras de 2010. Las leo para recordarlas, y algunas las podía haber escrito hoy.

Con seguridad se abrirá la puerta,  el caso es que la cosa no está para mas demoras, y tal es el grado de acierto en lo de la Encarnación que solo falta por entender estas cuitas entre la partes, que mas parece teatro, y ellos lo saben. Así esta escrito.

Sevilla a 31 de Julio de 2013

Francisco Rodriguez

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