jueves, 18 de julio de 2013


Tan lejos

 

Cuando los dorados haces de luz, generosamente y sin costo adicional, alumbran el indalo, aun estamos aquí en la oscuridad de esta mañana, en la que suena el timbre del teléfono en cuyo visor gracias a  la técnica me descubre al autor de la llamada. Una broma, que de no haber sido por tal causa (el conocerle) no hubiera dudado en enviar a mi comunicante, en plena oscuridad, justo donde el parlamentario andaluz, con personal criterio, mandó a la pobre Europa, la de los mercaderes, (que no placeros). Tan lejos.

Al descolgar el auricular reconozco la voz que me comunica lo siguiente,  de  que para llevar a cabo la instalación de la puerta para lo de la travesía central de la plaza municipal de abastos de la Encarnación,  a que hora considero la mas oportuna para proceder los operarios, al objeto de que no me perjudique las ventas.

 Solo el cariño me hace seguir con la chufla de algo tan serio, mas aun cuando reconocer el acento que le delata me hace pensar que es una buena noticia hacerle con humor con todo lo que lleva pasado en su quebradiza salud de entrañas recortadas, y corazón herido. Le imagino conduciendo y con los primeros rayos de Sol iluminándole la cara rumbo a las doradas arenas reparadoras del desierto, cuando  tiene la ocurrencia de llamarme.

Con las manos libres está prohibido hablar de lo que hay, y también de lo que no hay, pero no hay nada mejor que antes de desayunar, poner un poco de humor, en este asunto tan serio. El estomago siempre lo agradece.

Apenas pasa nadie por la calle desierta, en un poniente de sombras. Al Ángelus, y sin caja, con un recuento visual de los ingresos, (después de cuatro horas de tancredismo forzado) nos lleva a pensar que hoy el gorrilla de la calle Sierpes superará con creces la cifra de la recaudación realizada en el laberinto de la modernidad,  la locomotora del comercio, y sinergia del degradado sector.

A buen paso camina por el exterior, del micologico conjunto, un artista comprometido con esta ciudad de silentes en ejercicio. Un saludo nos hace mantener unas palabras para un nuevo intento de que se pueda llevar a cabo el retorno de Ceres, una vez que la plaza municipal de abastos ha sido, de esta extraña forma, dicen que recuperada.

Pongo fin al aciago día en el que ni  el esfuerzo de mi compadre Juan me salva la jornada de números rojos, en el que cualquier intento de venta se hace infructuoso. Ni siquiera Contador ha salvado el Alpe de Huez.

 Sevilla 18 de Julio de 2013

Francisco Rodriguez

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