(Saber leer)
No deja de parecer que todo esto sea una actitud infantil,
por más que tuvieron tiempo, aunque fuera provisional como para llegar a la
madurez. No hay forma. El tiempo de niños se ha fijado con el de los miedos, y
este con el del silencio, como si el paso provisional nunca hubiera pasado.
Las luces determinan como se puede entender la lectura de un
trabajo publicado en un medio. Sirva recordar que para comprender un texto al menos
hay que saber leer, pues será cosa difícil si esto no se hace correctamente, ya
que puede ocurrir, y de hecho así a sucedido que el articulo periodístico
realizado por dos profesionales sobre los distintos problemas que se advierten en
lo de la Encarnación ,
los placeros han venido a leer incluso lo que no está escrito.
Podría suscribir todo lo que los profesionales de la comunicación
han escrito en su publicación, pero cierto es que la información que se recoge en el trabajo,
forma parte junto con la observación personal de la visita al mercado, donde son las expresiones
tomadas, y que corresponden a distintas
personas, que una vez anotados los comentarios de viva voz dan inicio al
trabajo periodístico, ya sean estas clientes o comerciantes, donde también,
junto a las que libremente expongo a los
autores del articulo , también se incluye la del Sr. Secretario de la Cooperativa. Lo
que hace más importante saber leer bien. La lectura debe de aprenderse de niño.
El caso es que como si de nuevo hubieran venido los terrores
nocturnos. La jerarquía de los placeros, a los que no les gusta ser llamados
subarrendatarios, viene a actuar con el
brazo demoledor de lo que se llama acuerdo de Asamblea General, y olvidando
leer con detenimiento el propio texto de
la Ley de
Cooperativa, se permite, a la vista de lo leído en la prensa, (muy mal leído en
este caso) cuando menos, por la facilidad para mentir al difundir en circular informativa cosas
totalmente falsas, en cuanto pone en mi palabras no dichas, y que al menos por
esta vez no he pronunciado.
Con esta calumnia, (el tiempo de niños nos vuelve de nuevo) cuando,
pensé que quedaba todo zanjado con las disculpas( que sin rencor acepté) cuando
me fueron ofrecidas de quien con su propio
miedo, a no se sabe que, posiblemente querría silenciar lo que fue publicado según sus palabras, y que por ser persona preparada
no parecía posible que se la pudiera engañar, ni llevar a engaño, dada su gran
experiencia mundana, ni menos que fuera, como así se difama en la circular
interna, para sacar provecho personal de algo que al parecer esta directiva
sabe perfectamente.
Hoy una nueva nota, con testigos que se prestan para su entrega, tal que pareciera un juego infantil, trata de
hacerme llegar la determinación a la que han acordado, como no podía ser de otro modo por unanimidad, en la última de estas reuniones de los placeros. La
lectura rápida me hace pensar que han iniciado un expediente sancionador, y
tengo la impresión que fallan, otra vez, y no
solo en la lectura del artículo, lo mismo el procedimiento pasa, o debería de pasar, por enterarse
de verdad lo que se lee.
Por más que pueda suscribir
todo lo dice el artículo del periódico, que como es fácil se puede comprobar
que no lleva mi firma, las palabras que mantengo solo son las que se especifica
claramente, en el excelente trabajo periodístico, como mías.
Sevilla a 23 de julio de 2013
Francisco Rodríguez Estévez
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