viernes, 21 de junio de 2013


El lado oscuro

 

No todo brilla en el espejo, ni en la Luna, salvo que te lleven hasta allí para entregarte un premio. En lo oscuro, como un apagón, dependerá lo que dure para saber si se estropea el pescado.

En lo de la Encarnación hay demasiadas cosas que no se ven clara y por esta vez obviaremos la reflexión de los cristales de la vitrina, que aparte de mostrar los cielos en el escaparate, permite contemplar la belleza nacarada de la ternera lechal, nada menos que en la azotea de la casa de ladrillos cara vista. Tampoco será la falta de luz, por más que la prohibición sea expresamente e inexplicablemente impedir que se instalen tubos fluorescentes apropiados tal como en Barcelona, Madrid o Valencia se utiliza para las carnicerías.

Tiene otros lados oscuros como convertir el paso de comunicación en bar de copas, o la base del p-5, donde en la mismísima volva se ha colocado es una especie de stand cervecero, con más pinta de definitivo que provisional.

La oscuridad en la sinuosa calle era tal como las candilejas de la plaza de abastos, pero de inmediato quintuplicaron los tubos fluorescentes.

Acaso la oscuridad dentro del laberinto se encuentre donde la calle deja de ser comercial, y aparte de los puestos que llegaron al cierre, olor a mar, una desoladora pared de un gris oscuro llega hasta el retranqueo que su inutilidad se hace para que la barreduela de cristal, en el absurdo mas oscuro, pueda  llevar un poco de claridad.

El lado oscuro también tiene el deseo de su puerta, naturalmente oscura, y también la tiene prometida en el oscurantismo, pues le faltaran luces si desprende aromas de Dinamrca.

Evidentemente la cosa no es que este oscura, pero tendría que estudiarse por técnicos cualificados en recorridos de grandes superficies, si lo acertado es poner en la oscuridad mejor que puerta, paredes brillantes, espejos de luna, y lámparas de gran luminosidad, y si es acertado colocar la puerta en la travesía central, donde cada día  la buscan demasiadas personas, y de paso, se aclara ese punto oscuro de la accesibilidad.

Hoy tenia la oscura idea de tomar las referencias de un discurso político haciendo referencia a Europa, que como vanguardia, transciende a su antescesora madre asoltera de toda la vida, como punto oscuro de partida y destino mitinero, y es que hay que ser “morona” para dejarse raptar por un travestido de toro. Pero en la arenga tiene ese punto descamisado el orador de enviar a esta llamada de los mercaderes, como lo de la Encarnación, a semejante sitio,siempre oscuroen origen, pero a decir verdad si colocan la puerta, hay que reconocer que  “la venera” queda a dos pasos, y no se ve que esté tan oscuro eso como el de referencia mitinera.

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