sábado, 23 de julio de 2011

la morterá

El equipamiento

Por mas que vuelta que se le de a aquello, a ojo de buen cubero las cuentas no salen. Por más que se mire aquello, como no cambie, y no solo la cosa, como que no se le ve ningún futuro. Por más cuentas que se hagan, lo de los cuatro millones cuatrocientos mil euros, no cuadran. Por más que se busquen, lo mismo no es el sitio, no hay manera de creer que aquello haya costado tanto.
La partida del proyecto aprobado, para realizar lo que llamaron mercado, era de 400.000 euros, pero fueron los placeros y convencieron al doctor Sánchez para que los dotara de equipamiento y que se uniformaran los puestos, que como comprobaran los hay hasta en seis versiones, eso sí todos de formica amarilla, mas lo evidente es que no todos fueron iguales.
Ni el equipamiento, cosa lógica, pues a cada uno le corresponden los adecuados al ejercicio que corresponde su especialización. En pesetas, en el valor de las antiguas pesetas corresponderían algo más de 17 millones por puesto, pero no se hagan ilusiones que ni a las cámaras les pusieron los soportes de acero para colgar los géneros.
Las enorme vitrina panorámica en ángulo recto de una sola pieza y cristales curvos desmontables, comparten los motores con los de cada isleta de puestos, elevando el consumo eléctrico pues la distancia de estos hasta los sistemas para la refrigeración del gas es muy considerable, por lo que pone en riesgo continuo de averías una instalación que cumple los mínimos exigibles.
Ni que decir tiene que la oxidación en los componentes que son inoxidables delata la debilidad en la calidad de estos. Igual sucede con la instalación eléctrica, el carísimo equipamiento no daba para más y todos sin excepción, cuando menos tuvieron que duplicar los tubos fluorescentes, pero con la precaución de que no salte el diferencial, como enchufe el móvil para cargarlo.
Bajo las piletas un endeble sistema de tubo plegable hace de bote sinfónico, ante lo cual hay que tener mucho cuidado con darle el mas mínimo golpe con las consecuencias que aquello tiene, y es cierto aun pareciendo mentira que colocaron la pileta justo en el lugar contrario al que se encontraba la toma de agua y el desagüe, y allí no queda espacio para poner otra cosa que no sea este tubo acordeón que se tiene que cambiar cada cierto tiempo pues la curva retiene toda la suciedad en sus pliegues.
Queda el mostrador en ángulo recto con pileta incorporada, algo que por falta de sentido común lo condena a no poder moverlo, ni tan siquiera para limpiar, pues cosa que se pueda caer por detrás permanecerá allí, por lo menos hasta que se lleven a cabo las obras de adecuación del Centro Comercial, que camino lleva.
Que decir de las fotovoltaicas, y del dislate de las puertas. Efectivamente no son equipamientos, eso ya quedó incluido en la partida de la planta cero.
No creo que llegue a saberse con certeza las valoraciones que se hicieron para que este equipamiento que los placeros le solicitaron al doctor Sánchez, y que con esa largueza que siempre nos mostró en lo de la Encarnación tuvo a bien incrementar en cuatro millones según pudo saberse, para que los placeros tuvieran un mercado emblemático, pero a tenor de los resultados cabe pensar que salió galimatico, e incluso problemático, y estrambótico. Lo que ustedes prefieran, pero nadie negará a tenor de lo existente y a falta de comprobar la facturación, que nunca se equipó menos con tanto.
Sevilla a 23 de Julio de 2011
Francisco Rodriguez

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