martes, 28 de junio de 2011

El gato o entra por la gatera, o no hay quien se lo trague

Una puerta, dixit

Seria un temerario juicio de valor decir que lo del mercado de la Encarnación, mercado emblemático, Sánchez dixit, es algo que concientemente se deja deteriorar por la parte contratante, acaso buscando otras soluciones emergentes, y dejar fuera de este juego a los pobrecitos placeros, Sánchez dixit, que llevan sufriendo tantos años. (esto tambien Sanchez dixit, Sanchez dixit muchas cosas) Estan en las hemerotecas.
La realidad es que ni unos ni otros hacen nada para que aquello sea un emporio de riquezas, Carrillo dixit, una sinergia del sector, Carrillo también dixit, El caso es que en eso que ni es mercado, ni se le espera, ni fue obra de Jurgen Mayer, el autor del polietápico y multidisplinar proyecto, que tardo tanto que hasta el que espera lo mucho espera un par de meses, Celis dixit, (naturalmente antes de irse pidiendo madera, ¡mas madera!), y que tuvo que venir el propio Rey para desempestillar el asunto e incluso, con toda predisposicion de obediencia, marchar hasta las instalaciones de la empresa maderera alemana, para comprobar in situ como se cortaban las piezas de conglomerado de pino finlandes y plastico, para revestir las fustas de la epatante cubierta del icono encargado por su mentor para Sevilla, nada menos que tres años después de estar prevista su terminacion. (Con Carrillo, Lobo, Garcia, Vega para llevar la bandeja de las tijeras)
Ahora ni Rey está, ni Sánchez dice, ni Carrillo, ni Celis, y para no haber no hay ni indignados ni pluma pluma gay, ahora todo está en manos de la empresa, y los callados industriales, también llamados comerciante, incluso vendedores, y cooperativistas,a los que no les gusta que le llamne placeros, y que siempre se creyeron dueño de lo propio, resulta que en el mercado amarillo donde nada se rectifica, nada se mejora, nada se rapara, nada se adapta a sus pretensiones ,quedaron convertidos en subarrendatarios.
Que si quieres poner una bombilla, pues tienes que pedir permiso, ¿a Consumo?, ¿a Urbanismo?, ¿a la Concesionaria?, y no les digo nada, si de lo que se trata de de abrir una puerta. Paco, dixit... Que los problemas de ventilación son otros, y los olores, y las pendientes de los desagües, y la altura de los mostradores, y lo del toldito para evitar el sol. Esos son evidentemente otros temas. Estamos en lo de la puerta, algo que es tan evidente que da que pensar.
En este asunto tan palpable, lo incomprensible es que tantos técnicos, tantos jefes, tantos responsables, diría que hasta políticos, no quieran (pues es evidente que se han tenido que dar cuenta) que la colocación de las puertas en este mercado amarillo, que ya todos sabemos que no se le ocurrió al alemán, que esta idea es por mala, sin padre y sin madre, huérfana de solemnidad, concebida, gestada, y alumbrada en Urbanismo, pues le cabe la dicha a cuantos tuvieron la idea de colocar las puertas de la sinuosa calle de la peor repartición posible y la de la fachada Oeste, la de la barreduela de cristal, justo donde el viario incumple el reglamento de mercado, la única entrada natural inexistente y la única salida que sin encontrar siguen buscando los clientes mareados de dar vueltas en el laberinto.
Dicen que la cosa no es técnica, que es cosa económica, (mil doscientos euros), y para mi que esto es cosa de circo por el numero, de los payasos, sencillamente por que son de risas. Para mi que ni la Ceres vuelve, pero al menos quitaron la fuente bulto del mini baby tholos de cristal que salio junto a la puerta de la salida de la basura, y gracias a la diosa no plantaron el magnolio, para reescribir Ocnos en lo que hay.
Sevilla a 28 de Junio de 2011
Francisco Rodriguez

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