La carrera

La veranda

Acaso sea la veranda lo que tiene a “lo de las setas” ralentizado. Tiene que ser eso de la veranda, que en la bulla de la despedida y la prisa del recibimiento, sea lo que causa el desajuste de la última cronométrica, más cuando no tiene sentido ninguno esperar nada nuevo en la sombra de esto de lo de la Encarnación.
No debe, ni tiene por que haber sorpresas,cuando por las palabras recogidas en las ultimas declaraciones del ultimo responsable, acabamos de enterarnos, que lo de la madera, (que por el momento ni está, ni se le espera), puede quedar (según dice) con toda las garantías, y visado, nada menos que colocada de inmediato “SI SE DESEA”. Lo cual hace pensar que si no se trata de un error, mal por desconocimiento, peor por ignorancia, que todo se deba a la veranda.
¿Que es lo que se desea?, ¿que es lo que hay que desear? ¿La veranda?, No hay duda de que se esta a punto de culminar esta pieza, y por lo tanto habria que exculparla. Pero la madera, a la que se le estima que tenga mas de 4000 intersecciones, esta claro que seria imposible que pueda, primero venir, y luego, si se puede, ir colocando pernos y pegando las tablas a la velocidad del deseo o cuando menos, decir lo imposible al expresar los deseos, causa la impresión de desconocer los tiempos, los plazos, los pagos, los vencimientos.
Ni que decir que el plazo previsto para la colocación de los tablones está entre diez y catorce meses.
Otra cosa es “si es que se desea” pues, aparte de la financiación y el IVA, ¿que otra cosa, aparte de la veranda, podía generar esta nueva demora?, Acaso no sabemos todos que quedó la cuenta resuelta gracias a la arquitectura financiera (y olvido del IVA)
Desde cuando esta ocurrencia inesperada, y casi concluida, aparece para convertirse en una rémora que pierde el tiempo, cuando es todo lo contrario, al ser un espacio ganado al lugar.
Algo debe de cargar con el desafuero, y parece que eligieron la veranda de como si fuera la verdadera causa del retraso en lo de las setas, cierto que seria inimaginable pensar como sería “aquello” si hubieran olvidado definitivamente la veranda, tal como siguen olvidados los paneles fotovoltaicos.
Todo parece indicar que serán dos las que acaben instalándose. No es que sea obligatorio colocar las verandas, ni tan siquiera que están sean elementos para la sostenibilidad, ni de seguridad, como pudieran ser las barandas, que actuaran como banda metálica para que ni la bolsa caiga, aunque sea de palomitas.
La baranda tiene los espacios entre barrotes con la medida reglamentaria pues es elemento de seguridad y obligatorio.
En lo de las setas de la Encarnación, lo de obligatorio no condiciona, pues parece que no se dispone ni de un solo euro de más, por lo que los paneles fotovoltaicos solo serán obligatorios en el Palacio de Congresos. Es lo que tiene la velocidad. La de la veranda y la de la baranda, que son velocidades distintas.
Para esta ocasión, viene, que ni pintado, el proverbio del almanaque, “QUE SENTIDO TIENE CORRER, CUANDO ESTAN EN LA CARRERA EQUIVOCADA”
Sevilla a 3 de Mayo de 2010
Francisco Rodriguez