martes, 18 de mayo de 2010

Adelante, ante, ante, ante, ante, ante, ante, ante..(como un eco).

Adelante

Con la velocidad de las sospechas, lo de la Encarnación avanza “con firme acción” si renunciar a la pérfida pompa y felona obra, como para que por siniestra sea en adelante, algo reconocido como “que nadie pudo parar”. Esto no hay quien lo pare. Adelante con los faroles, pues es cosa cierta que aquello, por mas que los medios han dado toda la información de las artes y cocimientos perpetrados en la umbría, los muchos desencajes y encajes de bolillos financieros realizados en las sombras, las petates y chisgarabises de la arquitectura financiera en números rojos, los documentos invalidados con reiteración, los lucros cesantes apoquinados, la pieza aparte, justo a nivel de la estación desaparecida, las fallidas inauguraciones anunciadas, los desfases económicos de los modificados perpetrados, los olvidos a conciencia, las obligatoriedades soslayadas intencionadamente, los cambios de reglamento por normas ventajosas, y en definitiva por todo un sin fin de ardides que fueron utilizados para que el monstruoso capricho siguiera adelante y que, sin dilación, estuvieron editados ipso facto y puestos en conocimientos de los lectores, lamentablemente para que quedara claro que si poco le importaba a los idolatras dispendiosos nada de lo que se publica, todo hace indicar, que ni mucho menos aquella historia tiene el mínimo interés de los “gentiles paganos” de siempre.
Es evidente que lo de la Encarnación acabaran por terminarlo, tanto, como que acabaremos abonando durante muchísimos años, hasta el ultimo plazo de la partida de tablas, de eso no hay dudas, y aunque parezca empate, será harto difícil que puedan durar tanto.
La cosa es que a nadie le gusta aquello, por mas que sea tan caro como inútil, tan desabrido como descontextualizado, así ha venido siendo manifestado por infinidad de personas, con y sin conocimiento del asunto, pues solo era suficiente el sentido común, y un poco de buen gusto.
Poca gente, si se realizara un referéndum, aprobaría lo de las setas. Acaso por eso, estas actitudes sin sentido, de ideario confuso, deciden, por que así quedo establecido, que nada se hace con consulta a los ciudadanos. “Sevillano, este no es tu referéndum” y ante eso, como nadie sabe que es lo que hay que hacer, ante esta circunstancia, para pararlo, la cosa de las setas sigue adelante, adelante con los faroles, adelante con el talante, adelante siempre adelante, adelante, como antes, adelante, ante de que de el cante.
Sevilla a 18 de Mayo de 2010
Francisco Rodríguez Estévez

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