"UN DURO Y MERECIDO ESCARMIENTO"

La regañína

Todo lo más será “eso”, si acaso, pues no llegarán las setas al río, en este caso al “charco”. No pasara más allá de esa regañína, casi paternal, no exenta de severidad, ahí quedará lamentablemente todo el trasfondo de este asunto de gran gravedad, pues que otra cosa puede ser dilapidar lo ajeno, lo que no le es propio, lo que es de todos.
A fin de cuenta quedará convertido en mera anécdota que, hasta el tiempo olvidaría, a menos que, en la contradicción de los deseos, “aquello” permaneciera.
Esta bien lo de la regañína, para que saquen la enseñanza del error cometido ¡eso no se puede volver a repetir!, ¿pero que hacemos con este error?, a que vienen mantener el error a toda costa, cuando lo sabio es rectificar. ¿Por que soportar la negligencia, el capricho, la modernidad y la supuesta vanguardia de “algo” que al parecer desde el principio se sabia imposible? Nada puede quedar contestado con una regañína, cuando lo que requiere es algo tan contundente que la Encarnación vuelva a ser recordada por lo que pudo haber sido.
Al final, como siempre, como todo, la regañína es algo intrascendente y nada va a cambiar por aquello de que no se haya aprobado el modificado propuesto, para que lo de la Encarnación encuentre alguna salida, cosa prevista de que ocurra tarde, o temprano, pero que vuelve nuevamente a demorarse, sencillamente, por que tuvo la posibilidad, y con ello el temor de que no fuera aprobado, por la falta en la sala de Plenos de los concejales que votan de forma colectiva, y despersonalizada, circunstancia en la que no cabía otra mas que la propuesta fuera retirada.
Podía parecer que por tal causa, en esta situación se alcanzara el dramatismo político, pero nada mas lejos, si acaso ha venido bien las recomendaciones del funcionario que se ha despachado a gusto, (de tanto como tuvo y retuvo, y guardó para la ocasión), pues nada menos que, para eso es la persona responsable, que libre de sospechas y con la responsabilidad que el empleo otorga aconseja que es primordial para el esclarecimiento de lo sucedido que se busquen a los responsables de todo lo que le aconteció en lo de las setas.
Ni mas, ni menos, algo tan fácil, que se hace difícil de realizar, primero que se le ponga a las firmas las caras, y a las caras, nombres. A las baratas, que poco tienen que repartir, ni están ni se las esperan. Y lo segundo, quien dijo que fuera a ser fácil.
Pues por la sorpresa de esta demora que la casualidad ha propiciado, me han llovido los correos de felicitación, como si estuviera en el “ajo” del tajo, tal como si pensaran los remitentes que la cosa se ha producido, nada menos que por eso de ser leído, y que las acertadas declaraciones sobre la necesidad de encontrar a cuantos hay que buscar, fueron tomadas del blog.
Sevilla a 23 de Mayo de 2010
Francisco Rodriguez