La salva
Hace años que me preguntaba por que en la política estas cosas del dinero, y lo que no es el dinero, no se llevan al milímetro, tal como si todo se tuviera que medir con pie de rey. El tiempo, que siempre contesta, y que acostumbra a dar la respuesta con inequívoca certeza, hace entender que además de que lo minucioso suele ser lento, tiene el inconveniente de que no resulta operativo eso de tener que contabilizarlo todo, con sus milimétricos ajustes, tan laboriosos y asépticos, en los que sea imposible que pueda quedar un intersticio por el que aflorar un cohecho impropio, ya pueda ser a modo de dadiva, de óbolo, o como quien dice de merecido agradecimiento por el servicio prestado, pues ocurriría, de llevarse a cabo esta honrada y loable practica, que nadie querría ser político.
Y si apareciera por casualidad, alguno de tal calibre y transparencia, seguro que nadie le creería.
Los tiempos de honradez fueron otros, si es que la hubo en el pasado, en estos, en los que, por lo que dicen,(aparte de las descalificaciones, y otras tonterías de despistes a la realidad) solo acrecientan las dudas con el vocerío, y ya se sabe lo que por todos es sabido, que en este cacareo, que ahora llaman política, (vete a saber ) todo se mide por el ruido que foman, y para ello nada mejor que las salvas, que no aplausos, para girar visita a la degradada zona ocupada por la desocupación, y lleno por mas que vacíe inútilmente, y quiera verse como botella medio llena por el optimismo.
Salva para generar el aplauso espontáneo con la indicación de “si se quisiera”. Si se quisiera, dice, Encarnación, ¡Ay, Alameda! Si se quisiera atronarían los cañones, cien por banda, con la pólvora de Rey, que siempre sale mas económica, y hasta se deja oír lo del visado, que mas quisiera tener, "si se quisiera" y que mas que atronadora salva es joya, para colocar junto a la “arquitectura financiera”, del anterior y enmarcar con aquello otro del “encaje de bolillo” en lo números, siempre rojos, del anterior del anterior, y todo ello sin que los papeles tengan firma y sello, y solo tenga aplauso, mucho aplauso y foto para empezar, que ni mucho menos es una salva, ya , que no por mucha pólvora, es mejor año, ni el pie de rey es para aplaudir estas cosas, aunque a nada se le está viendo, hasta sin querer, la mano .
Sevilla a 28 de Abril de 2010
Francisco Rodríguez
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