Fiesta en el laberinto
Por la desértica calle, los reflejos hacen ver mas nítidamente
el débil Sol de esta mañana en la que bajaron los mercurios, para mostrar nubes
de algodón en los cielos donde el solomillo pasa inadvertido, y en la azotea de
la casa de ladrillos cara vista se oculta el carret de ternera lechal.
Una remesa de bolsas, como regalías al silencio, es repartida entre los comerciantes
para su distribución a los clientes, que en el colorido se les invita a realizar sus compras en
este lugar donde visto lo visto no se facilita la llegada, ni el acceso.
Personalmente la autoridad me hace entrega del acopio, diríase que
sustancialmente superior al previsto, un
detalle nimio par quien no quiere mirar los reflejos en lo espejos de un
cristal en los que solo cabe colocar una puerta. Dice que lo sabe, dice que lo
ve, dice que lo siente. Es el lenguaje de los signos, como lo del mimo del doctor,a los pobrecitos placeros "que llevan tanto tiempo sufriendo"
Este día de fiesta en el laberinto, ha traído algo más de público,
en especial infantil, para que les cuenten el cuento. Cierto es que a veces los
mas pequeños somos lo mayores. Tengo la impresión de que el cuento puede
trasladarse a cualquier ámbito, tanto es así que hasta creo posible que por
esta vez transmita a los responsables lo que ha podido ver en los instantes que
estuvo en la desértica calle, que sepa, como sabe, que ellos deben de saber por
su información fidedigna y directa lo necesario que se hace colocar la puerta
para, como en política social se dice, evitar las desigualdades.
En una calle, cuatro puertas, y en otra ninguna. En una calle se agolpa el publico y por otra no pasa nadie. Seguro que algo está mal realizado y no duden, que la solución no se hace difícil, es cuestión del cristal, y del aluminio. Abrir una puerta.
En una calle, cuatro puertas, y en otra ninguna. En una calle se agolpa el publico y por otra no pasa nadie. Seguro que algo está mal realizado y no duden, que la solución no se hace difícil, es cuestión del cristal, y del aluminio. Abrir una puerta.
Dejemos las conjeturas en tiempo de cuenta cuentos, pues no
se trata de realizar operaciones de física quántica sobre la penetrabilidad de una pared de cristal,
ni que estas tengan el boson del pegamento de tantos bosones, pues en las
paginas amarillas tenemos cantidad de empresas que se dedican a instalar
puertas de cristal con perfiles de aluminio en menos de veinticuatro horas.
Decididamente es cuestión de voluntad, y es cuando aciertas a comprender que cuando los otros, antes de los de ahora,la Encarnación
solucionaba sus problemas con la palabra del doctor. Y tanto esperar para esto.
¡Pero, como! Ya ves.
Decididamente es cuestión de voluntad, y es cuando aciertas a comprender que cuando los otros, antes de los de ahora,
Sevilla a 16 de Noviembre de 2013
Francisco Rodríguez Estévez
No hay comentarios:
Publicar un comentario