jueves, 28 de noviembre de 2013





Mal asunto

Lo de la puerta inexistente en lo de la Encarnación solo ocurre porque “aquello” es un bodrio de mercado municipalizado, aunque hay quien  aun piensa que se trata de un”icono”para la remisión de los pobrecitos placeros, y ademas  privatizado. ¡Vete a saber!
El caso es que ese laberíntico diseño, en lo privado, el gerente responsable no hubiera durado dos días a menos que la rectificación la hiciera más rápido que la llegada del cese.
Es solo en la administración de este extraño lugar publico privatizado donde se puede dar la circunstancias que, en la indolencia, y sin mayor interés de las partes contratantes, pueda permanecer, al punto de putrefacción, este asunto de abrirle una nueva puerta a un espacio que llaman mercado. Pero ¿que hacen las responsabilidades?, Pues todo lo posible por convertirle en un lugar tan anticomercial, que no hay manera de convencerlos de que son las puertas en los negocios, y en especial en los comercios, la parte fundamental en los mismos, y estas nunca, salvo en lo de la Encarnación, pueden estar colocadas de forma tan absurda que se escapa de lo aleatorio y mas parece mala intención.
Pueden comprobar por donde en la calle cubierta, aparentemente escondida, un caprichoso curveo de Norte a Sur, vinieron a colocarlas de dos en dos, las cercana a la entrad Sur, que solo abre una hoja de las cuatro, y que por cierto no cumple con lo previsto en la Ley, nada tiene que ver sus gemelas de la parte Norte que cuesta entender la asimetría de mas de veinte metros, con respecto a la colocación de la otra. Cuatro hojas que solo abre una. La vía exterior de Este a Oeste, quedó convertida en bar de copas. Dos puertas.
Esto ya debería dar que pensar, si se hicieron bien las cosas, cuando menos en asunto de puertas, por ejemplo.
En la empresa privada, faltaría tiempo para rectificar cuantas deficiencias de uso pueden advertirse en una sola visualización de aquel espantoso laberinto, en el que si entrar resulta complicado, salir es de lo más farragoso, tanto que en el enredo me viene a tocar tener que escuchar, cada día, lo que con toda razón exclaman los  desorientados usuarios.
En lo de la Encarnación, ¡Ay, Alameda!, se vuelve de nuevo a ser cosas de dos, antes fue dell pacto, ahora sabe Dios.
 Hoy ha sido un día de los grandes, el numero de personas buscando la puerta inexistente ha batido todas las marcas, pero al paso que se lleva, será superado. No parece que a las responsabilidades, Administración y concesionario estén por llevar a cabo ninguna iniciativa correctora en este mamarracho, no se vislumbra que tengan la minima intención de mejorar los accesos, cumpliendo con la Ley de accesibilidad y abrir la puerta en la Travesía Central del mercado aunque solo fuera para que sirva como puerta de emergencias. Mal asunto este de que lo de la Encarnación se encuentre en dos manos a la misma vez, como las puertas que solo abren una hoja teniendo cuatro. ¡Cuánto mas fácil hubiera sido, y menos costoso, haber actuado como lo hubiera hecho la empresa privada! Pero vete a saber si eso es algo que le interese a la administración, ni al concesionario. Lo dicho mal asunto.
Sevilla a 28 de Noviembre de 2013
Francisco Rodriguez

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