martes, 23 de abril de 2013



Si malo, lo peor
https://www.youtube.com/watch?v=6nhp2qPavR4

( para lo de la puerta me vendria bien que echaras una mano)
 

Y que le puedo hacer cuando no hay manera. En lo de la Encarnación todo hace indicar que realizar una modificación es mision imposible, vamos que no hay forma, que aquello es intocable, precisamente cuando alli hasta una veintena de modificados se realizaron acaso para empeorar el proyecto original, proyecto imposible, proyecto transgresor, proyecto retrasado, proyecto adjudicado, proyecto encarecido, proyecto distinto, proyecto condenado.

Nada existe que no se pueda cambiar, pero eso  como que no va con lo de la Encarnación, por lo cual si malo fueron las aleatorias colocación de las puertas, que tiene fácil solución con solo instalar una nueva, y que sea automática para que  pueda cumplir la Ley de accesibilidad , y que a su vez sea utilizada como salida de emergencia por la travesía central (donde no dispusieron ninguna puerta) e incluso cabe pensar que esta con sus continuadas aperturas, al paso de los clientes, renovaría el aire que ahora viciado llena de extraños olores aquello por falta de ventilación que como pueden imaginar con tanta modernidad, tampoco quedó prevista.

Si malo era el poroso suelo impropio para un establecimiento de vanguardia dedicado a la alimentación, peor fueron los materiales utilizados para realizar los puestos al utilizar un revestimiento de formica lleno de redinjas, al que solo se puede perforar para instalar unas enormes ollas como plafones de luz. Si malo fue la altura de los mostradores, peor fue que no cumpliera el Reglamento de Mercados Municipales en vigor.

Si malo fue no colocar trituradores de basura orgánica en las piletas individuales, peor es oler como cada pocos días  el pestazo que extrae las gomas del camión de bombeo succionado el detritus depositado en el deficiente alcantarillado. En esto ni moderno, ni con la capacidad suficiente de las arquetas, por lo que ni en el antiguo mercado, ni en el provisional fue cosa que esto sucediera.  

Si malo fue diseñar el laberíntico espacio anticomercial, con isletas de cuatro puestos para que al menos cuatro calle intgeriore quedaran sin paso y desiertas de publico, cinco calles sin puertas, pero en cambio, en otra colocaron cuatro puertas, cosas del capricho, pero peor fue dejarle treinta y seis columnas como treinta y seis enormes obstáculos en el viario.

Si malo fue no colocar las células fotovoltaicas para la sostenibilidad y el ahorro energético, peor es tener las superficies acristaladas sin aplicación de un tiente en los cristales que evite la reflexión solar, que por un lado hace a los puestos invisibles desde el exterior, y en el interior las vitrinas se llenan de cielos.

Si malo fue, lo peor está en llegar a creer que ya no se puede rectificar nada y aquello tiene que quedarse de esa forma de por vida, como un conglomerado de errores que van desde las puertas de la calle cubierta, hasta la viga de subida por la escalera de caracol a los aseos en la cafetería mirador, desde la caprichosa disposición de las autorizaciones para utilizar los sótanos como lugar común de estacionamiento de los placeros, pero no para todos, hasta la escalera acotada. Desde la plaza de la mayor indignación hasta la barreduela de cristal, trampa de incautos que buscan una entrada inexistente.

Puede ser que no todo tenga que cambiarse de una sola vez, lo cual seria como realizar un proyecto nuevo con rectificaciones de sentido común, pero lo peor es que no se intenta por parte de las responsabilidades, que ya sabéis que son dos, empezar por disponer la colocación de la puerta que por si no lo sabéis, ambos de viva voz me expresaron que nada les complacería mas que atender mi justa petición. Pues ustedes me dirán, si esto es malo o peor.

Sevilla a 23 de Abril de 2013

Francisco Rodríguez Estevéz

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