jueves, 11 de abril de 2013

Proyecto ganador de la plaza de la      Encarnación (12/06/2004)




No me simpatiza

 

Recordando al Chavo, aquel que hacia las cosa sin querer queriendo, me llevan a la conclusión de que lo que nos trae fue debido tan solo por no simpatizar, ni reír gracias a nadie en el asunto de lo de la Encarnación, y menos a los que hacían lo que estaban haciendo. Así de cierto, pues por esa circunstancia y no hay otra, como que  me encontraron el lugar para  hacerme purgar mi  antipatía, desapego, y aversión a lo fungiforme que, mira por donde, hasta le eliminaron la puerta prevista por el alemán, y me mandaron justo a la calle desértica por la que no pasa misí, ni pasa misá. Todo un premio.

De haberme prestado como un capullo, y mi aplauso se hubiera fundido con la algarabía de los palmeros, con toda probabilidad ahora gozaría de un lugar, no diré merecido pero si  adecuado para que la edad dorada me hubiera llegado con un cheque al portador. Mala elección.

Lo mismo, a mi petición,  estos hubieran estado solícitos con lo de la puerta ¡pero que digo! no cabe duda alguna que la hubieran colocado de inmediato, pero no solo automática,  que es lo obligatorio, si no que en lugar de metacrilato, la puerta sería de cristal Swarovki.

En el otro lado, (¿Pero, como?) acaso donde volqué mis simpatías, era evidente que  este, entonces, ni cortaban, ni pinchaban, mas cuando siendo meros espectadores por cuatro trienios, solo les quedaba esperar que las equivocaciones ajenas fueran aciertos propios, pues llegó el caso, de cuando los dineros que se tragaban las insaciables setas, (en principio los aportados por los constructores con distinto destino al empleado),que  incluso cuando no había suficiente, fueron testigos, como en las bodas, que el dinero se sacaban con el voto de calidad, y el correspondiente silencio. ¿Qué otra cosa, en el lado cambiado, podía hacerse?

Igual me pasa con lo de la puerta, ¿Qué puedo hacer? Si después del cambio, nada cambia, por mas veces pedir que se instale la necesaria puerta, y en la exigencia que sea automática, pero acaso, sin dinero, y sin mucha voluntad por arreglar las cosas del llamado mercado municipal, en especial las que en bien común pueden  favorecer al publico, que digo que lo mismo podía abrirse aunque fuera pagándola a plazos, y con imaginación, incluso saldría hasta gratis si se instala en las deslizantes hojas dos publicidades, una a la derecha, por cuenta del Partido popular  “Centrados en ti” puesto que coincidiría con la travesía Central, y la otra que correría a cargo del PSOE, en la Izquierda “Pelea por lo que quieres”, que como sabéis en mi caso es la puerta, pero sin dejarme pasar la mano por el lomo, pero ni sin querer queriendo, como el Chavo. Pues hubiera sido  mas que probable que de haber cedido en mis simpatías, hoy se entraría al mercado de la Encarnación por una puerta de cristal Swarovki.

Sevilla a 11 de abril de 2013

Francisco Rodriguez

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