miércoles, 24 de abril de 2013


Bonifacio

 

Cuando lo de la Encarnación tuvo adjudicación de obra, la previsión que realizaron tenia previsto que se inaugurara el día de San Bonifacio de 2007. Pero aquello no tenia “Buenacara” y este  santo patrón de los cerveceros, ya hacia ver que mas que madera aquello tenia toda la pinta de una “cruz”, sin duda por la cara,  por si no fuera buena que fuese cara, y fresca.¡vamos! que helara.

Con todo lo pasado hoy coinciden dos personas de esta ciudad de personas, una que me conoce y la otra que me al conocerme me dice que me lee en los periódicos. De eso hace mucho tiempo, ya que apenas consigo que me publiquen una carta, pues siempre supero las líneas establecidas.

Coinciden ambos en algo que no se como tomarlo, pues aunque pueda parecer broma la cosa es muy seria para mi modo de verla, y que haga gracia leerlas, no es que me disguste, pero es mas lógico que rían que lloren aunque la cosa es para llorar cuando se verifica en el tiempo cuanta inoperancia, cuanta dejadez, cuanta pasividad, en algo que, como cabe imaginar, nunca se puede arreglar por si solo, como las costillas de un jalmego, dejandole reposar.

Lo grave, como guasa, y las risas, pues deben de ser flojas después de la sentencia del Tribunal Supremo.

Era como si dos caras de un Jano bifrontes, pasado y futuro se hubieran puesto de acuerdo, como mis dos lectores (el que me conoce, y el recién conocido) y en su parecer coincidieron.

Jano era el dios de las puertas,  de los comienzos y de los finales. Jano es una suerte de héroe cultural, ya que se le atribuye entre otras cosas la invención del dinero para pagar, y las leyes para cumplirlas. Según los romanos, este dios aseguraba buenos finales. Por lo cual la puerta en lo de la Encarnación,( aunque esta siempre acabó en la madera), por fin la suerte de Jano, y eso está escrito, le cambiará el destino.

Cierto es que me hubiera gustado mucho mas tener a Ceres de vecina, pero la doble cara  harán de por vida que no pueda salir cruz en la viva moneda que nunca mas se volverá a repetir, pues llegado en este punto lo mismo me lo pienso.

 Dentro de los muchos apelativos que recibe este dios, vale la pena destacar dos: Jano Patulsio (patulsius), que era usado para invocar la cara del dios que se ubicaba delante de la puerta, (ya sabéis que puerta) por quien deseaba atravesarla (para entrar o salir). Como complemento, la cara que se le opone a ésta del otro lado de la puerta, es invocada como Jano Clusivio (clusivius).  Ambos nombres declaran la doble funcionalidad  de la puerta que lo mismo hace reír a mis lectores, “en Exclusivius” sea  lo que a mi me apena, y ponga como Bonifacio buena cara, pero si me río es por no malgastar ni una sola lagrima, que espero soltar en el mismisimo "patulsius" el día de la apertura solemne brindando con mis lectores invitados al acto, pero de alegría.

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