lunes, 8 de abril de 2013

En la barreduela de cristal

 

El capricho en la tontería de lo de la Encarnación, puede ser todavía un misterio. No piensen que fue el no hacer ni una sola pared derecha, pues  siendo una ocurrencia de las izquierdas era evidente que a lo sinuoso le llamaran modernidad.

El capricho en la tontería de lo de la Encarnación, no piensen que fue decirle a la azotea de toda la vida, lugar de eventos, cuando quedó de relieve que, al ser masivamente ocupada,  será reconocida ad aeternum como plaza de la mayor indignación, y no solo por el dispendio.

El capricho en la tontería de lo de la Encarnación, ¡y, Alameda! no piense que fue hacer posible el proyecto imposible ¡mas madera! Ni mucho menos continuar aquello, incluso conociendo sobradamente los errores que en el transgresor, polietapico y  multidisciplinar lugar se estaba llevando a cabo, por mas que le adornara de melifluas soflamas aplicándole virtudes inexistentes incluso proclamarle nada menos que sinergia del comercio, locomotora del sector, con mercado emblemático incorporado y sinuosa calle fashion, como prolongación de la no menos famosa 5ª Avenida de Nueva York, donde lo del MOMA, con las setas, y buffet libre.

A ser justo, el capricho en la tontería de lo de la Encarnación,(de momento 123 millones) no piensen  ni en las fuentes bultos que estas no funcionan y están por inaugurar, ni que pueda estar en la colocación de las puertas, de dos en dos, ni en el olvido de las fotovoltaicas, ni mucho menos en saltarse a la torera el mismísimo PGOU, tal como recoge la reciente sentencia del TRIBUNAL SUPREMO, tampoco creo que el capricho fuera en la tontería la invasora seta uno, ni la escalera de arranque de la seta dos, ni la seta seis, que además de que no soporta el puente carga al paso con seguridad ( por suerte no se trata del Golden Gate) pues contamina visualmente a la fuente mas antigua de la ciudad, que es de temer que después de estar allí toda la vida la trasladen a algún ignoto sitio, y suceda lo mismo que ocurrió con Ceres.

Pudiera creerse que tal vez fuera la barreduela de crista, o el deficiente alcantarillado, pero los indicios nos llevan por la impresión que causa, que  el capricho en la tontería de lo de la Encarnación, ya no está en el arquitecto, y después de tanto tiempo sin llevar a cabo ninguna medida rectificadora, se diría que apunta directamente a los responsables, que como se sabe, son dos, como partes contratantes, y lo mismo puedo estar equivocado, de la misma manera que el publico a diario busca una puerta inexistente, ya que no es lo mismo GATE (puerta), que gato (cat) que es lo que por liebre suele decirse en estos casos.

Puerta para el publico, puerta para la travesía central, puerta que en la que tendría acomodo el retorno de la Diosa Ceres, puerta que encontraría entrada y salida del laberinto, puerta para cumplir con la Ley de Accesibilidad. Lo cual ni puede permitirse su inexistencia, ni por capricho, ni por tontería

Sevilla a 8 de Abril de 2013

Francisco Rodríguez Estévez  

SECCIÓN 1. EDIFICACIONES DE USO PÚBLICO

Artículo 4. Principios generales.

1. Los espacios y dependencias de uso público, tanto exteriores como interiores, de los edificios, establecimientos e instalaciones contemplados en el artículo 2 habrán de ser accesibles y utilizables en condiciones de seguridad cómodamente por personas con discapacidad y especialmente por aquellas con movilidad reducida y dificultades sensoriales, debiendo ajustarse a lo dispuesto en el presente capítulo sin perjuicio de otras exigencias establecidas en las normas de pertinente aplicación.

 

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