martes, 30 de noviembre de 2010

Goteras y goterones

La lluvia

Por suerte lo de la Encarnación no llegó a inaugurarse, pues además de que hubiera sido imposible, (dicen que aun no lo recepcionó la Delegación de Consumo), y quien sabe si autorizaría la apertura en las condiciones que se encuentra el equipamiento, ese por el que dicen se han pagado 4.4 millones de euros.
Así tenemos la falta de instalación obligatoria de los herrajes inoxidables de las cámaras frigoríficas,pedida su colocacion reiteradmente por escrito,pero que, de forma verbal, ha corrido el comentario de que nada, que no lo ponen por que se les ha acabado el dinero, y mire que gracia hace tener que pagar los 1350 euros más IVA, que el olvido de un irresponsable, que por falta de responsabilidad ha causado, a un pequeño grupo de los adjudicatarios.. Espero que se les olvide cobrar por lo menos hasta Marzo.
En esto de la Encarnación, con tantos jefes, delegados, encargados, y supervisores, todo se debe solicitar por escrito, pero contestar, contestan verbalmente.
La señorita de Urbanismo que pusieron al efecto para atenderlos, recogió por escrito todo lo que los vendedores del mercado, que no les gustan que les llamen placeros, le expusieron a tenor de los múltiples fallos que se detectaron al instante. A la fecha no se ha contestado ningún escrito. Parece ser que no contestan nunca por escrito.
Aparte de que es evidente de que este mercado de la Encarnación no pasaría ninguna inspección que se hiciera con rigor, ha venido bien que las lluvias llegaran cuando aun no se ha inaugurado, pues aparecieron los fallos ocultos, esos que salen con los años y aquí a los dos días y con ellos las goteras, infinidad de goteras inundaron algunos mostradores, tal es así que por el mismo lugar que se encuentra el foco de luz, un gran chorro vertía su caudal dentro de la vitrina barricada, quedando embalsada cual “melonares” cosa que de haber estado inaugurado hubiera arruinado la mercancía, o cuando menos enguachinado.
Era deplorable ver el aspecto de todo aquello chorreando agua por las paredes y rezumando por las vitrinas, y llenando de charcos el viario, cuando aun no ha sido inaugurado.
Parece que esta prevista una reunión para poner fecha, dicen de una vez por todas, para poder inaugurar aquello, del resultado nos enteraremos por la prensa. Pero algo se va a tardar, sin duda, si tienen que acabar con las filtraciones, de una manera eficaz para que no se repita el espectáculo una vez abierta esta modernidad. Si tienen que levantar el piso para que dejen de ser mostradores barricadas y aquello tenga una altura amable y comercial. Si inventan un artilugio que sustituya a este del enorme stipes, para eliminar el peligrosísimo cierre automático. Si encuentran un lugar autorizado para que aquellos que los retiren puedan depositarlos. Si pueden acomodar las piletas a los desagües y tomas de agua. Sí por favor, retiran las luctuosas letras de esquela con la que se han rotulado a doble número los puestos con sus 25 caracteres. Si comunican por escrito donde colgar el genero, y por supuesto la balanza, sin que sufra las vibraciones al cogerlas en una de la barras de la que están cogidas a lo endebles hierros de sujeción de la formica, y si además quitan la humedad para que los conglomerados de las maderas no acaben pudriéndose por el efecto de los hogos, pues aunque por todo eso no es nada fácil calcular la fecha, tendrá que ser una, posiblemente en Enero, para que aquello abra sus puertas como Dios manda, pero en lo de la Encarnación con tantos jefes, como que aun no sabemos quien manda. Hay industriales, que aun creen que tienen algo de lo que son dueños, y comerciantes que saben perfectamente que solo son subarrendados con equipamiento, y placeros, que, aunque no les gusta que se les digan, aun creen en la Cooperativa, que para eso cobran. Para eso.
Sevilla a 30 de Noviembre de 2010
(Fin del bendito mes) Francisco Rodríguez

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