miércoles, 17 de noviembre de 2010

Son ganas (pagar errores ajenos)

Lastrado

Como no habéis visto en el estado que se encuentra este llamado vientre de Sevilla, en el que además del piercing de andamios que le pusieron para sujetar ese adorno que dicen de modernidad,y que le colocaron en el mismísimo onfalo, tal que fuera tomado modelo de una tribu primitiva, difícilmente podéis imaginar como está aquello por dentro.
Pocas fechas quedan para que llegue la última que anunciaron oficialmente para inaugurar una parte del multidisciplinar proyecto de las setas. Aun falta mucho para completar la epatante cubierta, a la que además de olvidar colocar las obligatorias células fotovoltaicas, por razones técnicas le han suprimido que pueda ser visitable, como estaba previsto,en su totalidad. No es seguro que lo del “Antiquarium” pueda cumplir los plazos, pero lo que no llegará hasta pasadas las elecciones será la utilización del botellodromo, cuando retiren los miles de tubos de la plaza elevada, que siendo pública, parece privada.
En el vientre de Sevilla, los futuros inquilinos que pagaran alta renta, impacientes se someten a caprichos de los que nadie reconoce la paternidad, y de la concesionaria, a la delegación de urbanismo, a la cooperativa, y de las empresas instaladoras, a la de consumo, todo es un circuito lastrante donde nadie soluciona nada.
Las cámaras frigoríficas: La instaladora, dice que así las encargo Sacyr, al parecer según un proyecto que hicieron en urbanismo, modificando el del arquitecto, y según dicen con la aprobación de consumo y una comisión de los vendedores. Pues con todos estos técnicos y gente especializadas en cámaras frigoríficas tuvieron la idea de no preveer que las carnes no se conservan ni en cajas, ni en el suelo, pues todas las cámaras de carnes tienen los herrajes donde estas puedan ser colgadas, con sus ganchos. Les digo que se pasan los días y por el momento nadie atiende, nadie sabe, nadie contesta. Cuánto me gustaría comprobar la factura de 4.4 millones de euros que se emplearon en el equipamiento, ¿pero que equipamiento?
Cuando la impaciencia alcanza el nivel de la incertidumbre es capaz lastrar las ideas de exigir a los responsables que reparen sus ineptitudes, inevitablemente aparece siempre alguien, un candido, un primo, que por sus deseos vehementes no quiere reclamaciones que valgan y que está dispuesto a pagar culpas ajenas.
Nada peor que cunda ese deseo absolutorio y se generalice, para que la broma salga por un ojo, solo por pensar con el tercero, como el nivel que los tristes verduleros van a exigir que se les retire.
Pues a pesar de todo ya tenemos hasta quien ha pedido presupuestos para reparar, o reponer, estas instalaciones deficitarias por las que las arcas municipales dicen que ha pagado 4.4 millones de EUROS. Y eso si que es lastrante.
La balanza, como está prohibido hacer un dolo agujero en los paneles de formica con los que hicieron los puestos en un avance tecnológico de los nuevos materiales, la situación es que no se pueden colgar pues no se encuentra soporte con fuerza para aguantar el peso y la pesada.
La barrera anticomercial, no encontraran en ningún establecimiento de venta directa unos mostradores mas altos, justo a 1.70, donde olviden los clientes de comprobar los procesos y manipulación de los productos que elija, a menos que le proporcionen una escalera de cuatro peldaños.
No encuentro explicación cuando en el panel nos encontramos la salida de agua y justo abajo el desagüe, y la pileta prevista con el exotismo de la ducha, pues le parecerá mentira que tanto instaladores, como aparejadores, arquitectos, técnicos de urbanismo, de consumo y comisión de vendedores, no advirtieran que la colocaron a cinco metros de donde se encuentran sus conexiones de entrada y desagüe.
Por escrito, y con exhaustiva explicación, desde hace unos días tienen todas y cada unas de las piezas que se les supone responsabilidad, de casi todo, pues aunque aun no hay luz en los puestos parece que eligieron luz fría blanca esa que arruinó a Simago por el malito color que le dieron a los pollos. Donde se puede guardar los peligrosos perfiles que sirven de guía a las persianas metálicas, y como ya le dije a los medios, que alguien me diga donde cuelgo una docenita de paletillas, aunque sea para adornar.
A pocas fechas del último anuncio oficial para la inauguración el vientre solo tiene retortijones, lo que indica que aquello puede salir si o si, pero a lo mejor no sale el esperado mojón.
Sevilla a 17 de Noviembre de 2010
Francisco Rodriguez

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