Un nuevo año que en primavera pueda traer cambios, o no, o
todo lo contrario a esta Encarnación de alianza. El asunto está llegando a un punto en el cual
puede convertirse esto de mercado de intereses que no plaza municipal de
abastos, en tal galimatías de enredo,
donde encontrar soluciones ademas de las propias para los pobrecitos placeros tantas
otras que mas bien parece que, más se lía
a cada paso ¿Acaso ese es el
objetivo de los responsables?
Que difícil debe de resultar en tanto desconocimiento de este
asunto, que se hace harto difícil iniciar el delicado proceso que “envuelve” a la Encarnación, para,
sabiendo que lo embrollarían, poder decir, con cierta jactancia “Si a esto
nadie había tratado de dar solución”, pero ¿ a qué tantos
obstáculos?
Sencillamente por lo delicado del tema y la responsabilidad
que conlleva, una acertada actuación en el centro de nuestra ciudad, pero ese
temor no lo dicen más bien se oculta. Es
más fácil y políticamente más rentable, aquello de que “no nos lo han dejado
hacer”.
Refrescar la memoria
es sano ejercicio, para no remontar demasiados años al recuerdo, diremos
que fue el partido socialista andaluz, antes de quitar la ese de socialista, y
el obrero español, los que apoyaron la
propuesta del partido comunista de acometer en la primera corporación democrática,
las obras del Mercado de la Encarnación. Que era una idea de los tiempos de
Franco.
Los problemas empezaron cuando tras la adjudicación en
concurso a los placeros, el consistorio tripartito debería de haber entregado
un proyecto de ejecución en el plazo de dos meses de su adjudicación, y nunca lo entregó. La
excusa fue que por ser este un lugar emblemático para la ciudad, tenía que
ser el propio Ayuntamiento quien
decidiría, como, cuando, y quien, lo tenía que realizar, pero que lo tenían que
pagar los comerciantes. Empresa difícil
encontrar financiación de terceros, que ahora alegremente se cuestiona, pero que se
concede, y así fueron pasando los años. Pasado
los treinta de provisionalidad eterna, conviene decir que, por ser este un
colectivo poco sonoro, callado y sumiso, temeroso y débil, y por ello poco
dado a la protesta, que sobraron razones
para que cada vez fue más marginado por el consistorio.
También que en los últimos doce años, tanto la gerencia como
la Delegación de obras, al menos dijeron
que en este asunto “asumieron la responsabilidad” posiblemente como parte
de los convenios internos de la alianza, y que le correspondían las previsibles
actuaciones al respecto, a la delegación de Mercados, por lo que tuvieron a
bien guardarlo celosamente en los cajones del olvido, para sacar el máximo
provecho político cuando fuera electoralmente rentable. Por eso ahora
sale, no diré que con urgencias después de tantos años, pero si con prisas, basta ver el calendario como para
saber que a cuantos meses de elecciones municipales, y por lo visto, con la
sospecha de que sabían perfectamente que
ni lo podían realizar, ni mucho menos que la ciudadanía responsable se lo iba a
permitir, por mas que los callados placeros aplaudieran la galería sotano.
Lo importante es que
se notara, y bien que lo han hecho, Menos mal que las urnas están próximas,
esperemos que los comerciantes aguanten, y
que estas solo entierren los
cadáveres políticos, porque estas urnas para la Encarnación serán salvadoras, las únicas que no lo
entierren. Gracias a la democracia podemos decir cosas, al menos eso creo, aunque a veces parezca en vano. Por suerte aunque a veces tarde, el tiempo habla..
Sevilla a 10 de Enero de 2004
Francisco Rodríguez Estévez
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