En cuanto se escucha en bocas distintas las mismas palabras,
cabe pensar los resultados de estas. Huecas.
Leer que se pedirán responsabilidades en la contabilidad de una gestión pública no es de recibo, es algo de obligado cumplimiento, con estas vuelven a sonar las palabras huecas que por su escaso valor, no acabará en nada.
Ni que decir tiene que la máxima responsabilidad de los erarios está siempre, en lo municipal, en el Alcalde, pero nunca ocurre nada.
Leer que se pedirán responsabilidades en la contabilidad de una gestión pública no es de recibo, es algo de obligado cumplimiento, con estas vuelven a sonar las palabras huecas que por su escaso valor, no acabará en nada.
Ni que decir tiene que la máxima responsabilidad de los erarios está siempre, en lo municipal, en el Alcalde, pero nunca ocurre nada.
Las palabras dicen siempre que se pedirán y exigirán responsabilidades, eso ya nos los dijo, y ya ven, el doctor cuando así lo afirmó en lo de las setas que se veía venir, y también el consejero culpando a los finos cuando el socavon come kioscos
del metro-centro, era suya la responsabilidad que se exigía, por no ser más recurrente tirando de hemeroteca sobre las malas praxis llevadas a cabo en
esta ciudad de personas, que tanto sueño tiene al personal dormido.
Las mismas palabras, las mismas que al parecer solo sirven
para titulares en los medios a los máximos responsables, ya sean medico, juez, e incluso maestro,
abogado, geógrafo, aparejador, o licenciado, las cuentas son cuentas, y el
dinero, sabe la responsabilidad que no puede desaparecer a menos que esté mal contabilizado, acaso en otro destino, por eso existe
la intervención.
Sevilla a 1 de Mayo de 2015
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